VATICANO: El más siniestro puntal imperialista

VATICANO: El más siniestro puntal imperialista

Nicaragua: El entorno mundial y la revolución popular sandinista



Nicaragua, un país de la periferia secularmente empobrecido por sus élites y el sistema, el gobierno del Frente Sandinista, encabezado por el Comandante Daniel Ortega está dando la pauta hacia cómo cambiar el paradigma de la pobreza y la desigualdad.


Sin fanfarrias, calladamente y en medio de mil dificultades heredadas de una historia de saqueo y olvido y otras creadas por intereses y poderes exógenos, nuestro país demostró -antes de aquél fatídico abril de 2018- que es posible crear riqueza y distribuirla entre toda la población a través de la modernización del país y su economía, de impulsar una política social inclusiva y visionaria que mejore la calidad de vida para la presente y futuras generaciones, haciendo de la Salud, Educación, Comunicaciones, Infraestructura y un plan de desarrollo realista, la base de su programa de gobierno.

Una administración que cuida todos los aspectos que apalancan a un pueblo, a una nación hacia el buen vivir, a la convivencia y la certeza de que cada día que pasa hay más empoderamiento e inclusión.

A pesar de la intentona golpista y de la pandemia, el gobierno y el pueblo trabajador deseoso de salir de la crisis y volver a la senda del desarrollo socio-económico (esta vez con mayor apoyo al emprendimiento personal y las PYME), se comprometieron con el desarrollo del país. Y los números han empezado a mejorar.

Pero hay factores y avatares ajenos a esa voluntad de paz y progreso ligados al entorno y a la situación internacional, al comportamiento tanto de los hegemones y los gobiernos subalternos a ellos, hostiles a Nicaragua en razón a sus intereses, como de gobiernos aliados o al menos amigos de nuestro país.

Analizaremos la influencia de los diferentes actores o “jugadores” internacionales que convergen, interactúan, colaboran o se enfrentan en el tablero de las Relaciones Internacionales en relación directa o indirectamente con la política interna de nuestro país. 

Es decir, haremos un análisis centrípeto, donde el interés geopolítico, económico, diplomático, ideológico o de cualquier tipo, fluya desde esos Estados y organizaciones, hacia Nicaragua ya sea individual o colectivamente.

En concordancia con nuestra Constitución política y nuestra historia, el Comandante Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo comprenden perfectamente que Nicaragua no es una isla, que no somos ni pretendemos ser una sociedad autárquica, sino un país y un pueblo abiertos al mundo, siendo parte de la dinámica global y de los procesos integradores donde los seres humanos buscan la convivencia pacífica y el desarrollo armónico del hombre con su entorno natural.

Sin embargo, el hasta hoy "mandamás" del capitalismo mundial, los Estados Unidos de Norteamérica, atendiendo sus propios intereses geopolíticos y con el afán de imponer su cosmovisión política e ideológica a un país que como el nuestro ha sido y es muy celoso en el cuido de su soberanía, nuevamente se ha erigido en el principal enemigo del gobierno sandinista, electo por la mayoría de los ciudadanos de Nicaragua en tres elecciones consecutivas y que se perfila como el más fuerte candidato a alzarse con la victoria en las urnas el próximo 7 de noviembre.

A pesar que de la dualidad de la política exterior yanqui para con el Estado Nicaragüense (pues siendo ellos nuestro principal socio comercial, estando vigente un tratado comercial y con relaciones fluidas entre ambas naciones), los Estadios Unidos son hoy en día el principal enemigo y el que más daño causa a Nicaragua.

Ellos dirigen -contra los intereses de nuestro país- a la Unión Europea, a los gobiernos de muchos países de la órbita neoliberal de América Latina y otros continentes, influyen en la OEA, en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y otros foros e instancias internacionales en busca de sanciones de sesgado carácter político.

No obstante, los gringos no las tienen todas consigo y es posible que su política punitiva contra nuestro país tenga que cambiar en los próximos meses, a menos que persistan en sus costosos errores, aplicando su política de suma cero que es lo que han sido sus aventuras militares.

Su vergonzosa salida de Afganistán luego de una inútil guerra de 20 años de duración, marca muy claramente el declive del poder hegemónico hasta ahora ejercido por ellos en el mundo.

Las relaciones internacionales están cambiando. "El sistema unipolar inaugurado tras el final de la guerra fría, en el que Estados Unidos se erigía como líder único e indiscutible, ha dado paso en apenas dos décadas a un mundo en el que el poder está más distribuido, convirtiéndose en multipolar y multicéntrico.

La aparición de nuevos y poderosos actores no estatales, el ascenso de las potencias emergentes –en especial, de China–, los conflictos en Oriente Medio y la crisis económica de 2008 determinan decisivamente este nuevo escenario internacional".

"Ante el auge de nuevos competidores y el consenso general sobre el fracaso de una política costosa y sin éxitos claros, la re-orientación de la política exterior gringa cobra sentido, cuando ellos mismos han reconoció el fin de la era de los operativos militares para rehacer otros países y e identificado a China como su principal amenaza global. 

El re-ordenamiento de prioridades, que ya se venía gestando desde presidencias anteriores, y la intención de estructurar un nuevo relato geopolítico, resultan evidentes".

A pesar que los yanquis siguen preponderando en el sistema internacional gracias a su poder militar o "duro" , su capacidad de atracción y su liderazgo ya no son lo que eran. 

Sus aliados Europeos buscan nuevas formas asociativas al margen de la OTAN y hay claras disidencias como Turquía que lleva adelante una política independiente y tal parece que empieza a hacer lo misma Alemania, al emprender con Rusia grandes negocios energéticos.

La política de "sanciones" y el reiterado desacato al Derecho Internacional, aunada a su extremista “ Seguridad nacional” y a la búsqueda de beneficios para sus propio complejo industrial militar y corporaciones multinacionales que ha conducido a los gringos a traicionar a sus propios aliados, empiezan ha cobrarle factura, lo que se va traduciendo en pérdida de espacios internacionales y en un aislamiento ya muy obvio.

Un ejemplo de lo anterior es el caso de la creación del eje “Estados Unidos- Gran Bretaña-Australia (AUKUS), firmado hace pocos días con la intención de controlar la estratégica región del Indo-Pacifico, dejando por fuera a Canadá y la UE y echando a perder un negocio ya concertado por Francia por 75 mil millones de dólares.

Rusia ha reforzado su poderío militar, dejando atrás en algunos programas de armas y equipos a los yanquis. Amenazando con paradigmas tecnológicos que van dejando en obsolescencia las grandes flotas y la triada estratégica norteamericana. 

La clave rusa para estos éxitos ha sido la ciencia, tecnología, la asimetría y todo lo que redunde en efectividad a menor costo.

El otros gran competido de los yanquis, China, asalta los mercados tradicionales gringos y poco a poco va potenciando su poderío militar, se adelanta en tecnología, procesos de producción, transporte, costos con lo cual va conquistando socios y mercados que incluyen a Europa. 

Todo esto con su poder suave, su poderosa billetera y proyectos que van sumando socios y dejando solos a los Estados Unidos.

El debilitamiento y acelerada pérdida de hegemonía del dólar como divisa internacional y la amenaza de otra crisis del capitalismo yanqui que pueda arrastrar como el 88 al capitalismo global, hoy es altamente probable y el hecho sugestivo de un liderazgo político interno débil puede convertirse en un hándicap objetivo.

Ante este panorama sombrío para el imperialismo yanqui, es muy posible que su política exterior sufra algunos cambios que busquen cierta “normalización” y balance de sus relaciones con sus vecinos que según ellos son más conflictivos (como Cuba y Venezuela) y otros pequeños escenarios de enfrentamiento en el llamado Tercer mundo, concentrándose en los puntos geoestratégicos o interés superlativo.

Para Venezuela ese escenario ya inicio con las conversaciones del gobierno y la oposición extremista que tienen lugar en México.

Algo así puede suceder en Nicaragua después de las elecciones de Noviembre próximo, tal vez es por eso que los yanquis no han apurado los procesos claramente interventores o ilegales como la suspensión de nuestro país de la OEA o la expulsión de Nicaragua del CAFTA.

Todos sabemos que nuestros principales aliados que son tres:

Cuba, Venezuela y Rusia, en ese orden.

El intento de un "golpe suave" contra el gobierno socialista cubano, orquestado y financiado desde los Estados Unidos, la intensificación del bloqueo y el boicot a la legalización y comercialización en el mundo de las vacunas endógenas cubanas y otros productos de la sin igual tecnología y ciencia biomédica cubana, nos ha acercado más a nuestros hermanos, generando aún más solidaridad y cariño al pueblo cubano y sus autoridades, pero también abriendo mayores posibilidades de intercambio y negocios, sobre todo en el campo de la medicina y la farmacéutica que tanto necesitamos para vencer a la pandemia del covid-19 y otras enfermedades, además de potenciar nuestra propia industria en ese y otros ramos.

Venezuela va rompiendo el cerco, derrotando a sus enemigos que son también los nuestros.

 Sus principales rubros como la exportación de hidrocarburos ha reiniciado, para bien de su pueblo y seguramente también para que nosotros diversifiquemos los mercados de compra petróleo y combustibles, para asegurar la bien-andanza de nuestra economía y a la vez rescatar el mercado venezolano para muchos de nuestros productos de exportación. 

Son relaciones solidarias y de intercambio justo que nos ayudan a consolidar nuestra soberanía y traen beneficios directos a nuestros pueblos.

Rusia además de nuestro amigo, es nuestro aliado estratégico, no sólo en el campo económico, financiero y militar, sino político y diplomático. Su voto o su veto a nuestro favor en el Consejo de Seguridad de la ONU y en todos los foros mundiales han sido de importancia suprema en la lucha contra los yanquis y otros poderosos enemigos y adversarios. Una relación sólida y de mutuo beneficio.

Rusia atraviesa un momento muy importante en su historia pues es un jugador imprescindible a la hora de defender la paz mundial y la existencia de muchos países y pueblos pequeños, es un baluarte del Derecho Internacional y tiene mucho mérito en la decadencia como potencia unipolar de los Estados Unidos.

De seguro, en la etapa posterior a las elecciones nuestras, Rusia y sus aliados serán también muy importante para la legitimación de la victoria del Comandante Ortega, la compañera Rosario y la mayoría parlamentaria sandinista.

El grupo de amigos conformados por Taiwan, México, Corea del Sur, Japón, India e Irán, a pesar de su naturaleza capitalista tienen preponderancia económica, pero también política para nuestro actual y futuro gobierno sandinista.

Cada país persigue sus propios objetivos, algunos son estrictamente políticos como Taiwan e Irán, otros con mayor énfasis en asuntos económicos como Corea del Sur, la India y Japón. Sin embargo, son países que a excepción de México últimamente, se han mostrado muy respetuosos para con nuestra forma de gobierno y el contenido popular, nacionalista, anti-imperialista de la filosofía y praxis política sandinista.

La salida del presidente reformista Ruhani en agosto pasado y la llegada a la jefatura del gobierno de Ebrahim Raisi, más apegado a los principios de la Revolución Iraní de 1979, abre una nueva etapa en la política exterior de este país persa que tal como lo constató nuestro Canciller Denis Moncada, promete acercarse más a la Revolución Popular Sandinista y reiniciar los truncados vínculos de solidaridad e intercambio comercial con nuestro país, a la vez de jugar un papel más activo en la defensa del gobierno sandinista en el campo político y diplomático.

China merece renglón aparte entre los amigos de Nicaragua.

Debido a las relaciones diplomáticas oficiales entre Nicaragua y Taiwan país que la República Popular China solamente reconoce como parte de su territorio, China solo mantiene relaciones de carácter partidario con el FSLN y a nivel económico lo hace a través del comercio privado..

Esto complica mucho la necesidad urgente de que Nicaragua restablezca relaciones oficiales de Estado a Estado con China, relaciones que en las actuales circunstancias jugarían un rol estratégico para nuestro país, no sólo para asegurarnos un mercado hambriento de todos los productos que nosotros exportamos y la necesidad de nosotros dar saltos cualitativos en la industrialización de nuestro industria agropecuaria, sino por el poder creciente y la importancia en los procesos políticos mundiales del gigante asiático.

Comprendemos que como Estado no-alineado nuestro país respeta y aprecia a Taiwan como socio y amigo, pero está cerca el día que tengamos que tomar una decisión sobe este espinoso asunto. Al final visión estratégica de nuestro Comandante Ortega, privará sobre los coyunturales.

Bolivia y Perú son países aunque, dirigidos por gobiernos populares, aun no desarrollan relaciones de envergadura con nuestra patria. A nivel político su solidaridad y sus votos nos serán muy útiles en la defensa de nuestra Revolución en los foros internacionales y viceversa. 

El próximo año deberemos acercarnos más como gobiernos y pueblos pues juntos somos más fuertes y también procurar relaciones económicas y financieras de mutuo beneficio.

Aunque los países que componen la Unión Europea, Canadá, lo que quedó del grupo de Lima, otras naciones centroamericanas, latinoamericanas y del resto del mundo cuyos gobiernos y élites abrazan el neo-liberalismo y gravitan alrededor de la política exterior yanqui, se empecinan en ser detractores o adversarios nuestros, debemos de buscar como acercarlos a nuestras posiciones a los menos contaminados por la política agresiva yanqui y el poder mediático, hasta llegar por lo menos al respeto y la tolerancia.

Muchos de ellos aunque siguen y seguirán siendo parte del sistema global del capitalismo, para decirlo suavemente, están decepcionados por las continuas “embarcadas” que les han hecho los gringos. 

Procesos o fenómenos acelerados por la pandemia de covid-19 en un re-acomodamiento mundial sin retroceso, que en algún momento tendrá una manifestación de carácter político.

Los organismos internacionales como la ONU y la OEA, aunque muy desprestigiados y evidentemente manipulados a su favor por los yanquis y las fuerzas reaccionarias de los países que las conforman, siguen siendo tribunas donde nuestra voz puede ser amplificada al mundo y arena de debates que pueden atraer a nuestro favor a nuevos aliados a nuestra causa. Abandonarlos o dejar que nos expulsen de ellas no es una opción, pues el aislacionismo siempre actuara en nuestra contra.

La OEA por ejemplo, dada la volatilidad de los cambios políticos (a veces extremos) en los países latinoamericanos, donde hoy hay un gobierno de izquierda y mañana uno de extrema derecha o viceversa, la composición ideológica y por tanto los votos no tienen sello de permanencia.

Inclusive organismos de integración regional aún más “nuestros” como la CELAC, CARICOM o el SICA, no escapan a interferencias exógenas o ambiciones particulares, pero que no dejan de ser importantes foros para construir consensos, buscar la integración, la colaboración, el respeto y la paz.

En el SICA, debemos vencer la maniobra de los gobiernos de ultra derecha centroamericanos y lograr para Nicaragua la presidencia pro-tempori y no dejar que Costa Rica, ilegalmente, nos quite ese derecho.

Actores muy importantes para seguir impulsando los planes y programas de desarrollo económico y social en beneficio del pueblo nicaragüense, son los organismos financieros multilaterales tales como el BM, FMI y el BID. Que al mismo tiempo que nos ayudan apalancar esos planes y programas, certifican internacionalmente nuestro desempeño.

Debemos de saber que mientras transitemos por la senda del capitalismo, estas instituciones las tendremos clavadas, queramos o no, en medio de nuestro corazón rojinegro.

 Por eso nuestros enemigos, principalmente los gringos, nos tratan y tratarán de chantajear, con la amenaza de retirarnos como socios de estos bancos internacionales.

Para terminar con estos sujetos de las relaciones internacionales y elementos que de una u otra manera influyen en los procesos políticos y económicos que debemos de tener en cuenta a la hora de analizar la historia, los peligros u oportunidades a los que tenemos o tendremos que enfrentarnos como nación, como gobierno y partido, solamente me resta mencionarles dos:

El poder mediático global y las corporaciones globales

La primera es capaz de crear la llamada realidad paralela, manipulando la información objetiva para desestabilizar países y cambiar o destruir gobiernos. 

Son un instrumento y un arma eficaz de los poderes fácticos globales y de las grandes corporaciones que hoy en día constituyen verdaderos Estados globales que no responden más que a sus dueños y a los intereses de las clases a los que estos pertenecen.

Puede ser una corporación en forma de transnacional “clásica” como Monsanto, Coca Cola, etc. o una tecnológica, digital como Facebook, Amazon, etc.

El poder mediático global y las corporaciones globales están presentes en Nicaragua desde hace décadas y actualmente atenazan a los desprevenidos y si no hay moderación y conciencia, pueden confundir e influir en la toma de decisiones de individuos y grupos sociales.

Las “Izquierdas”

Existe un fenómeno que desdibuja los límites históricos de la derecha e izquierda, una homogenización (sobre todo en Europa) de las “izquierdas” con los planteamientos básicos de la derecha conservadora y reaccionaria tradicional.

En realidad, fuera de sus nombres y registro oficial, ya no hay más socialdemocracia, social-cristianismo, movimientos verdes o contestatarios al sistema, que maticen la ideología del liberalismo burgués. Incluso han desaparecido las diferencias doctrinarias de los partidos socialistas y comunistas que incidían positivamente en la solidaridad de estos para con los pueblos en lucha.

Domina en el mundo una especie de “izquierda light”, descafeinada, muy alejada y a veces contrapuesta con las organizaciones y movimientos progresistas o revolucionarios de la periferia.

Eso está ocurriendo con antiguos aliados del Sandinismo y Nicaragua en Europa, en algunos países de América Latina y lo que es peor, con antiguas personalidades y dirigentes de izquierda.

Los gobiernos progresistas que hoy dirigen Argentina y un tanto México son una prueba de ello.

Los traidores locales al Sandinismo han coaptado buena parte de estas voces que de alguna manera encuentran eco en el poder mediático global en nuestra contra.

Pero esto es reversible pues dentro de esas fuerzas y gobiernos en el poder existen otros grupos e individuos que siguen siendo fieles a su conciencia. 

Ahí tenemos un campo importante de acción, además que el dar a conocer hacia afuera los grandes logros de nuestro gobierno nos presta una excelente base para combatir la propaganda de esos renegados de la causa de los trabajadores del mundo y pertrecha a nuestros amigos para que sigan defendiendo nuestra Revolución rojinegra.

Como estos elementos son muchos para abarcarlos en una solo artículo, el análisis de cada componente aquí es muy somero, pero lo hacemos para motivar el espíritu investigativo y analítico de ustedes y para que asuman posiciones, estén alertas y alerten a otros compañeros. Nuestra lucha es de todos los días.

Tenemos enemigos y hay peligros, pero también hay muchas cosas a nuestro favor.

Si como país, gobierno, partido, como militantes y ciudadanos aprovechamos lo que se pueda de cada uno de estos elementos, vamos a ganar las elecciones del 7 de noviembre con contundencia.

Pero ese será solo el primer paso.

Pues debemos de tener en cuenta que la legitimidad de esa elección la dan los votantes, nuestras leyes, nuestra constitución e instituciones, deberemos reforzar esa legitimidad entre nuestro pueblo, nuestra ciudadanía.

En lo que respecta a la famosa "comunidad internacional", sabemos que habrá muchos ahí que no reconocerán el triunfo electoral del FSLN, pues hace meses deslegitimizaron los comicios por conveniencias políticas, odio ideológico o por puro negocio.

Nos basta que una “parte de esa comunidad internacional” formada por nuestros aliados, nuestros amigos y quizá, nuestros detractores y oponentes menos viscerales, que algunas de las instituciones y organismos internacionales reconozcan nuestro triunfo. Y si no la hacen, pues nosotros seguiremos adelante.

La experiencia, la habilidad y la visión política de largo alcance de nuestra jefatura partidaria y de nuestro gobierno se impondrán y ellos sabrán tomar las mejores decisiones, acordes al momento y siempre en beneficio de las mayorías. No lo dudemos.

Edelberto Matus.

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