¿Quién liberó la 'fábrica de la muerte' de Auschwitz?

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Nicaragua: ¿Qué esperar del golpismo nacional e internacional en el 2020?

Edelberto Matus

“La lucha de clases es a muerte”, apunta el Marxismo-leninismo o “el enemigo no duerme”, diría mi mama.



El arsenal combinado de los manuales de la guerra sucia, las tácticas convencionales de la CIA y todo el Estado profundo yanqui de desestabilización de gobiernos desafectos y las “novedades” del llamado “golpe suave” de los laboratorios, “tanques de pensamiento” y corporaciones ultraconservadoras del Capitalismo mundial, ha sido probado en su mayor parte durante casi dos años en Nicaragua, empeñados en destruir al gobierno sandinista e instaurar un Estado fascista y neoliberal en nuestro país.

Cientos de millones del presupuesto público del tío Sam y otros tantos originados en la penumbra de fondeaderos privados y operaciones financieras ilegales han ido a para a los bolsillos de líderes de ONG y organizaciones de una fantasmal “Sociedad civil”, los cuales se han enriquecido administrando el cuento de la “lucha por la democracia y los derechos humanos contra un régimen dictatorial”. Construyendo un relato tan repetitivo, como efectivo para engañar y embarcar a incautos que de verdad ayudan a crear una situación ficticia de guerra, pero sí un daño real a la paz y al desarrollo de la nación.

Una multitud de cabilderos (la mayoría salidos de los mismos “opositores” de siempre y la nueva élite “oenegesista” del mrs y sus pares de la burguesía parasitaria), dirigidos por “personalidades” de la oligarquía tradicional criolla, abarrotan las escalinatas de acceso a los edificios del Congreso y otras oficinas públicas y privadas yanquis y por supuesto, de la ONU y de la OEA. Los mismos van itinerando sin parar, ni escatimar en gastos, en periplos aéreos a Europa y las principales capitales del llamado “grupo de Lima”.

Y en verdad que han logrado hacerle daño a la imagen de nuestro país, ralentizar el intercambio comercial, frenar la inversión extranjera, aminorar el flujo turístico y crear incertidumbre en nuestros socios comerciales tradicionales. Todo esto mediante un discurso terrorista y mentiroso, victimización orquestada, noticias e información falsa en Redes sociales y en medios de la prensa derechista internacional y la participación oficiosa de políticos ambiciosos y carreristas y “personalidades” decadentes necesitados de atención mediática.

Sanciones personales por parte de instituciones del Estado gringo, que buscan causar una estampida en el Estado y permear la voluntad patriótica férrea de servidores públicos de alto y medio nivel, de los oficiales de las Fuerzas Armadas y la Policía nacional; sanciones a altos cargos del gobierno, a instituciones y empresas que persiguen la desorganización de la Administración pública y la quiebra de empresas privadas con un mensaje punitivo.

La OEA (verdadero sicario de los intereses gringos en el Continente) nos amenaza con sanciones, expulsiones y linchamientos judiciales en el ámbito internacional y frecuentes condenas de organismos de Derechos Humanos desprestigiados, pero que pueden hacer daño concreto a la Soberanía y a la Economía de nuestro país.

En resumen, el gobierno y el pueblo nicaragüense han resistido la nefasta y profusa preparación artillera de nuestros enemigos, que no han podido, ni doblegar la voluntad de paz del gobierno sandinista, ni descarrilar nuestra economía, ni impedir la normalización de la vida socioeconómica del país.

Pero esto es una guerra.

Así este próximo año puede que nos lancen los “tanques” y por supuesto, su “infantería”. Puede ser que se dejen venir con todo. Puede que no, pero analicemos un escenario extremo y adverso.

No tenemos recursos naturales importantes en abundancia, ni en las condiciones de la guerra moderna, nuestro territorio ofrece como antes ventajas estratégicas.

Pero como ya lo hemos dicho antes, nuestros principales recursos naturales y geo-estratégicos son nuestra rebeldía, nuestro ejemplo de lucha e independencia. Por eso nos odian.

El 2020 será un año muy difícil para Nicaragua y nosotros, sus habitantes. Principalmente porque será un año pre-electoral en que nuestros enemigos saldrán con todo a causar zozobra y daño para restar legitimidad y viabilidad electoral al sandinismo.

 La oposición nacional será más agresiva porque habrá más financiamiento extranjero para ellos, buscaran “sus” muertos y víctimas y pasaran, quizá, a dañar infraestructura vital para la economía, buscaran realizar paros y plantones comerciales y de transporte por chantaje o compra.

Sus medios de desinformación se activaran aún mucho más orientándose especialmente a engañar a la población con inexistente escases de productos básicos, alza en servicios públicos, incrementaran las campañas de desprestigio a la PN y el Ejército, serán voceros mucho más activos de las acciones verdaderas o falsas de nuestros enemigos foráneos y promoverán el regreso masivo de los más violentos tranqueros del exilio.

Especial interés para los golpistas representa el transporte público, sobre todo el interurbano. Trataran de aumentar a discreción (por medio de transportistas simpatizantes o financiados para este efecto) el precio de los pasajes, buscando generalizar esta maniobra para causar malestar en la población usuaria. El transporte selectivo puede ser usado para efecto propagandístico y “generador” de malestar, con plantones pequeños o medianos.

Los gringos buscaran dañar con bloqueos de recursos, suministros de crudo y repuestos, chantaje a los al transporte marítimo de hidrocarburos o productos refinados, a los generadores, a la refinería e inclusive, financiamiento para el sabotaje a nuestra capacidad de almacenamiento, al servicio de energía eléctrica, que está ligado al bombeo y suministro de agua potable, la garantía de la cadena de frio para los productos perecederos y de exportación, la producción, la industria y el comercio a todo nivel. Esto será crucial, como en Venezuela y Cuba.

 Tratarán de bloquearnos recursos financieros nuevos y ya contratados mediante sanciones y amenazas y trataran de influir en nuestros socios comerciales para que no adquieran nuestros productos líderes.

A nivel político y diplomático, el Imperio seguirá presionando a la OEA y a los países dóciles a conseguir los votos para aplicarnos más sanciones y si lograran consenso, nos aplicaran los artículos de la tal Carta democrática que nos deja fuera de esa organización, lo que causaría un efecto dominó en la comunidad internacional, que puede ser influenciada para romper relaciones diplomáticas, suspender acuerdos bilaterales o negocios tradicionales.

De mayor impacto es la dificultad que tal acción puede causar en la relación de nuestro gobierno con la Banca internacional y fondeadores de recursos financieros al Sistema financiero nacional. Esta arista también contempla el cierre de operaciones de algunos bancos e instituciones financieras a lo interno del país por el motivo arriba descrito, por las dificultades de interactuar en medio de sanciones con el Sistema financiero internacional o por gusto de sus dueños oligarcas.

Una intervención militar directa de los gringos está descartada por ellos mismos (aunque nunca se les debe de creer), sin embargo, la aplicación de la Carta democrática puede disparar un mecanismo artificialmente resucitado por el grupo de Lima: El Tratado Interamericano de Defensa Recíproca (TIAR).

¿Cómo sería una hipotética ruta de aplicación contra nuestro país de este instrumento agresivo e imperialista?

Consiguiendo los votos (que es asunto muy difícil) se inicia una secuencia de acciones en el seno de la OEA que concluyen con la formación de una fuerza militar con participantes de unidades de los ejércitos idóneos (voluntariedad, cercanía, poder militar, etc.) de algunos de los países firmantes del TIAR, se escoge su jefatura, se designa un presupuesto y un plan de acción. El resto es la guerra.

Esto es muy difícil, sobre todo por las implicaciones de tal aventura y qué tan preparado esté el país agredido para defenderse. Cuba y Venezuela (por los cuales especialmente fue resucitado el TIAR) por ejemplo, serían oponentes formidables y asegurarían un gran desastre para cualquier grupo de agresores.

Esta acción la considero (contra cualquiera de los tres países, incluyendo el nuestro) solamente hipotética, sobre todo por la situación caótica que viven algunos países del grupo de Lima y la posición mesurada de México y Argentina en las actuales circunstancias.

 Aunque a decir verdad, nosotros, los nicaragüenses, estamos hoy muy lejos de tener a un pueblo organizado convenientemente para tal eventualidad.

El año venidero augura un panorama difícil. Sin embargo ya enfrentamos una situación aún peor en los años ochenta y vencimos.

 Aunque como es de todos conocidos América Latina es una caldera a punto de estallar por los estragos del experimento neoliberal, la situación de miseria y exclusión de millones de sus habitantes, el peligro del fascismo, el racismo y la entrega de los recursos naturales al capitalismo mundial. Cuba, Venezuela, Argentina, México y varias naciones caribeñas no giran en la órbita perversa del imperialismo yanqui.

Eso, aunado a la crisis sociopolítica que viven algunos grandes países de Europa occidental y los problemas del sistema político interno yanqui, puede que sean factores importantes para que nuestro país tenga un año de relativa paz o solo sean impulsadas por nuestros enemigos algunas de las acciones mencionadas.

Sin embargo, debemos estar preparados y conscientes de que lo principal es resistir, neutralizar a nuestros enemigos, mantenernos unidos y fieles al Frente Sandinista, seguir construyendo Paz y ganar arrolladoramente las elecciones del 2021.

Para estas luchas es que somos sandinistas.

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