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Dominica: Elecciones generales 2019


Desde su independencia Dominica ha experimentado transiciones pacíficas entre líderes de las diferentes alianzas políticas. Sin embargo, la isla se vio recientemente sumida en la polémica sobre la injerencia internacional, esta vez de la mano de la Organización de Estados Americanos (OEA).

El 6 de diciembre, en un clima de gran expectativa, se celebraron los comicios generales de Dominica, pequeña isla del Caribe que se independizó del Reino Unido el 3 de noviembre de 1978. 

Desde entonces, organizó su gobierno bajo una república parlamentarista cuyo jefe de Estado es el presidente, elegido por la Cámara de la Asamblea por un periodo de cinco años.

En estos comicios se renovaron los 21 escaños con carácter electivo del parlamento unicameral de Dominica, la Cámara de la Asamblea. 

Los mismos fueron elegidos en circunscripciones uninominales a través de sufragio directo (el sistema first-past-the-post también utilizado en el Reino Unido). De los once miembros restantes de la Cámara, nueve son designados por el presidente (cinco por consejo del primer ministro y cuatro por consejo del líder de la oposición); y dos, el presidente y el fiscal general, son de oficio[1].

Desde su independencia Dominica ha experimentado transiciones pacíficas entre líderes de las diferentes alianzas políticas. Sin embargo, la isla se vio recientemente sumida en la polémica sobre la injerencia internacional, esta vez de la mano de la Organización de Estados Americanos (OEA). 

El actual primer ministro, Roosevelt Skerrit, quien ocupa el cargo desde el 8 de enero de 2004 y es líder del Partido Laborista de Dominica (PLD), fue objeto en los últimos meses de una campaña de la oposición que estimula el cierre y bloqueo de las calles ante la acusación de fraude electoral por parte del principal líder opositor, Lennox Linton, del Partido Unido de Trabajadores (UWP, por sus siglas en inglés). Con el aval del secretario general de la OEA, Luis Almagro, desde noviembre comenzó a deslegitimar los comicios con una serie de protestas en las calles. 

Las demandas se concentraban en la necesidad de una reforma electoral.

Los grupos de manifestantes que responden al opositor Linton están conglomerados en el Grupo de Esfuerzo de Reforma Electoral, conformado, principalmente, por líderes de la Iglesia y empresarios. 

Otros se congregan en torno al Movimiento de Ciudadanos Preocupados de Dominica (CCM, por sus siglas en inglés), cuyo principal líder es Loftus Durand. Desde el año pasado Durand ha preparado la campaña para unas elecciones “transparentes” y desde un programa de radio confesó haber realizado reuniones con personas de alto nivel de Estados Unidos, las cuales le recomendaron “tener más personas en las calles hablando sobre sus derechos”[2]

Geopolíticamente, el interés por este pequeño país caribeño radica en que Dominica abrió sus puertas a los inversionistas chinos, que han financiado la construcción de un nuevo aeropuerto internacional y la construcción de hoteles para promover el desarrollo del turismo[3].

Linton lanzó un programa llamado “Cambio Real” y Durand y otros seis ciudadanos intentaron aprobar en la Corte Superior de Justicia un recurso para suspender los comicios del 6 de diciembre. Sin embargo, la Corte Suprema del Caribe Oriental (CECA) rechazó la solicitud de la orden judicial para detener las elecciones generales. Frente a la negativa por parte de la Justicia comenzó la implementación de métodos violentos para impedir el proceso electoral. 

Por su parte, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, apoyó el llamado del opositor Linton para frenar los comicios en Dominica y sugirió enviar una misión electoral a la isla.

El premier Skerrit ha advertido en innumerables ocasiones las maniobras de injerencia por parte de fuerzas externas en las elecciones generales y criticó la postura del secretario del organismo interamericano y lo conminó a denunciar los disturbios orientados por Linton. 

Los hechos son similares a los fallidos intentos de injerencia en Venezuela y Nicaragua pero fundamentalmente el modus operandi ha tomado una gran visibilidad luego del golpe de Estado en Bolivia. 

Por lo que el Gobierno rechazó la “sugerencia” de la OEA y en su lugar aceptó que una misión de observadores de la Comunidad del Caribe supervisara la jornada electoral, la apertura de la encuesta, el proceso de votación, el cierre de la consulta en urnas y el recuento de las papeletas. El primer ministro convocó a la tranquilidad a pesar de los embates opositores y se comprometió a garantizar la paz en la isla para el desarrollo de unas elecciones justas y libres.

Cabe destacar que en 2017 Dominica sufrió el paso del huracán María de grado 5 (el más poderoso en la escala Saffir-Simpson). Y que, a diferencia de otros países de la región, un año después el gobierno logró normalizar las escuelas, recomponer el sistema eléctrico y el agua a todas las comunidades del país, reparar miles de hogares y volver a exportar productos agrícolas a mercados extranjeros. 

De modo que la gestión de catástrofes naturales, que ha terminado la gobernabilidad del oficialismo en países como Haití y Puerto Rico, no pudo ser instrumentalizada por la oposición en su campaña por el derechista UWP[4].
Los comicios

En vísperas de los comicios, la ministra de Asuntos Exteriores de Dominica, Francine Baron, expresó que las elecciones generales transcurrirían bajo las mismas normativas de los últimos 40 años. La participación electoral fue del 53,66% de los 74.895 votantes registrados. Participaron en total 42 candidatos -13 mujeres y 29 varones-. 

De acuerdo a los resultados preliminares oficiales el Partido Laborista de Dominica (DLP) ganó en 17 de los 21 distritos electorales (dos más que las elecciones de 2014). Skerrit se dispone a asumir su quinto mandato consecutivo como primer ministro. 

Entre los miembros electos para la Cámara de la Asamblea, destaca la presencia récord de ocho mujeres electas congresistas, incluida Melissa Poppone-Skerrit, esposa de Skerrit, quien obtuvo una victoria muy significativa en Roseau Central, uno de los tradicionales bastiones electorales del UWP. Por su parte, el opositor Partido de los Trabajadores Unidos (UWP) habría salido vencedor en cuatro distritos: Castle Bruce, Marigot, Roseau North y Salisbury.


Las encuestas fueron monitoreadas por una Misión de Observación Electoral de la CARICOM (CEOM); y un Grupo de Observación de la Commonwealth (COG).

 Los equipos se reunieron con las partes interesadas, incluidos los funcionarios de gestión electoral, representantes de partidos políticos, grupos de la sociedad civil y otros, y fueron desplegados para observar el entorno electoral, incluidos los procedimientos judiciales relacionados y los preparativos del día de votación.

Si bien las elecciones se vieron empañadas por cierto nivel de disturbios – bloqueo de carreteras y quema de escombros- gran parte de éstos se limitó a las dos fortalezas de UWP: los distritos electorales de Marigot y Salisbury. 

Sin embargo, tras una solicitud del Gobierno de Dominica, un contingente del personal de servicio del Sistema de Seguridad Regional (RSS) se desplegó en Dominica cuatro días antes de la elección para ayudar a la Fuerza de Policía del país a garantizar que hubiera un ambiente seguro durante el período de Elección General. 

La jornada electoral se desarrolló de forma pacífica y con estos resultados no solo se confirma la victoria del DLP, sino que va tomando forma una nueva red de grupos internacionales capaces de garantizar transparencia y seguridad en los comicios por fuera de la OEA.






https://www.celag.org/dominica-elecciones-generales-2019/

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