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Bangladés cerca con alambre de púas campos de refugiados Rohingya


Refugiados Rohingya detrás de una cerca en un asentamiento temporal en una zona fronteriza de entre Myanmar y Bangladés, 25 de abril de 2018. (Foto: AFP).

El comandante en jefe del Ejército de Bangladés, Aziz Ahmed, ha confirmado el martes que, en algunos campamentos, establecidos en el distrito fronterizo de Cox's Bazar, ya se han colocado algunos pilares para el reforzamiento de las vallas, y ha asegurado que la obra finalizará pronto.

De acuerdo con las autoridades bangladesíes, el objetivo de instalar cercas es evitar que los refugiados rohingyas se dispersen por otras regiones del país.

Ante ello, organizaciones pro derechos humanos, como Human Rights Watch (HRW), han criticado la instalación de alambre de púas por constituir una violación de los derechos de los refugiados a la libertad de movimiento.

“Si bien las autoridades tienen el deber de proteger a los residentes de los campamentos, las medidas de seguridad no deben infringir los derechos básicos y las necesidades humanitarias”, alertó HRW, luego de que el ministro bangladesí del Interior, Asad al-Zaman Jan, anunciara el 26 septiembre el plan.

Cerca de 745 000 refugiados Rohingya han estado viviendo en campamentos de Bangladés desde agosto de 2017, luego de una ola de persecución y violencia en Myanmar (Birmania), llevada a cabo por el Ejército birmano y las tribus budistas extremistas. 

De hecho, un conjunto de 64 oenegés asegura que las condiciones actuales en Myanmar no son propicias para el retorno. Sin embargo, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y las autoridades de Bangladés han comenzado una consulta a más de 3000 Rohingya para determinar su voluntad de volver.

HRW había urgido la suspensión de ese plan, advirtiendo de que “Birmania aún no ha abordado la persecución sistemática y la violencia contra los Rohingya”.

El organismo, junto a otros grupos pro derechos humanos, ha estado presionando para que se responsabilice a los líderes militares de Myanmar por la “limpieza étnica” de los Rohingya, tal como catalogó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la persecución y violencia contra ese colectivo musulmán.

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