Hace 25 años, el 26 de noviembre de 1994, Rusia lanzó una operación clandestina en Chechenia, una república que buscaba independizarse de Moscú. Aquella misión fracasó y, dos semanas después, estallaba la primera guerra chechena. Sputnik explica por qué Rusia optó por la solución militar en el conflicto con los separatistas chechenos.
La historia del primer conflicto armado en Chechenia (1994-1996) se remonta a la disolución de la Unión Soviética, cuando el proceso de desintegración alcanzó a la Federación de Rusia.
En algunas regiones surgieron movimientos separatistas que tenían como objetivo alcanzar la independencia. El más activo era el movimiento independentista checheno, cuyo auge se fija en 1991.
La República Chechena de Ichkeria —el nombre oficial de la entidad que los independentistas deseaban formar— fue encabezada por el exgeneral de la Fuerza Aérea de la URSS Dzhojar Dudáyev. Durante su Presidencia, el territorio checheno no fue controlado por las autoridades federales.
La existencia de una región separatista ponía en peligro la integridad territorial de Rusia, pero las autoridades de la Federación de aquella época no se apresuraron a resolver el problema. Como consecuencia, el proceso se alargó en el tiempo, pues durante casi tres años la Administración Yeltsin hizo bien poco para atajar la cuestión de la Chechenia independiente.
A lo largo de este período —entre 1991 y 1994— se mantuvieron varias rondas de negociaciones entre los representantes de Dudáyev y los delegados de Moscú —incluidos los militares—. Ninguna de ellas dio sus frutos.
Ambas partes querían evitar la guerra, pero fracasaron. Quizás el mayor error que cometió Moscú fue dejar el arsenal y el material de guerra en el territorio checheno después de la disolución de la Unión Soviética.
El resultado de aquello fue la creación de una fuerza armada hasta los dientes con sus propios tanques e incluso con su propia aviación.
El hecho de que Chechenia dispusiera de un ejército listo para el combate a largo plazo dificultó mucho el avance de los militares rusos durante el conflicto armado.
La batalla que dio inicio a la guerra
El intento de tomar la capital de la República de Chechenia, Grozni, jugó un papel decisivo por ser uno de los desencadenantes de la guerra. Fue una operación organizada en la clandestinidad desde Moscú. No todos en Chechenia querían independizarse de Rusia, y Moscú se sintió obligado a ayudar a esta parte de la población chechena.
A mediados de 1993 en Chechenia Dudáyev y el Parlamento checheno protagonizaron un conflicto.
El presidente checheno trató de disolver la legislatura, lo que ocasionó batallas sangrientas entre los partidarios de los dos bandos.
En el verano de 1994 el Servicio Federal de Contrainteligencia ruso empezó a cooperar con la oposición chechena proveyéndola de financiación, armamento y entrenamiento.
Diferentes grupos de la oposición chechena se unieron para crear el Consejo Provisional, organismo que reconocía el control de Rusia sobre la República.
Dicho consejo envió fuerzas a mediados de octubre de 1994 para tomar el control sobre Grozni, pero las unidades leales a Dudáyev repelieron la ofensiva. Al ver que la oposición chechena no era capaz de luchar por sí sola, en Moscú decidieron que era necesaria una participación más directa de los militares rusos.
El siguiente intento de establecer el control sobre la capital chechena llegó el 26 de noviembre del mismo año. Las fuerzas del Consejo Provisional entraron en Grozni con el apoyo de los tanques de Moscú sin topar con la resistencia de las fuerzas leales a Dudáyev.
Sin embargo, una vez se acercaron al Palacio Presidencial en el centro de la urbe, los tanques fueron atacados con lanzacohetes.
Las fuerzas chechenas leales al presidente Dudáyev tomaron a 21 soldados rusos como rehenes. No obstante y como la operación era clandestina, Moscú se negó a reconocer que sus militares habían tomado parte en el asalto.
Después de todo, durante las siguientes dos semanas los chechenos liberaron a los prisioneros tras negociar.
Así fue cómo el intento de ganar la guerra sin empezarla fracasó.
Desenlace trágico
El 30 de noviembre de 1994 el entonces presidente ruso, Borís Yeltsin, firmó un decreto secreto sobre la restauración del orden constitucional en el territorio de la República de Chechenia.
A partir del 1 de diciembre la aviación rusa empezó bombardear la República. Durante uno de los ataques la aviación chechena fue destruida por completo.
El 11 de diciembre las fuerzas rusas entraron en Chechenia por tierra.
El Kremlin entendió que la situación había llegado a un callejón sin salida. De ahí que no pudiese tolerar la existencia de un movimiento separatista armado en su territorio. Además, para 1994 Chechenia se había convertido en campo de cultivo para el crimen y en una región donde los rusos eslavos eran sistemáticamente asesinados y, cuando no, víctimas de la represión.
La injerencia extranjera en el territorio de Chechenia también hacía imposible evitar el conflicto armado.
Durante la primera guerra chechena la República atrajo numerosos mercenarios y miembros de grupos radicales de otros países, como por ejemplo los nacionalistas ucranianos y turcos, así como los extremistas y terroristas de origen árabe.
Asimismo, los separatistas y terroristas chechenos contaron con el apoyo de otros países.
En particular, el presidente ruso, Vladímir Putin, reveló en 2017 que los servicios especiales de Estados Unidos les prestaban ayuda con tal de desestabilizar la situación interna en la Federación de Rusia.
Los terroristas chechenos también recibían el apoyo de Turquía, según afirmó en 2015 el líder actual de Chechenia, Ramzán Kadírov.
La primera guerra de chechena destacó por su inmensa brutalidad, y se convirtió en una verdadera tragedia para el pueblo de Rusia, incluidos los chechenos.
Los terroristas chechenos perpetraron numerosos atentados en diferentes ciudades rusas y en la capital chechena los combates no dejaron piedra sobre piedra.
Años después, las autoridades rusas reconstruirían la ciudad desde cero.
La primera guerra chechena concluyó en agosto de 1996 con la victoria de los separatistas.
Sin embargo, no duró mucho. En 1999 los terroristas chechenos intervinieron en la república rusa de Daguestán, dando inicio a la segunda guerra de Chechenia, que duraría diez años y terminaría con el restablecimiento del orden constitucional en el territorio de Chechenia en su totalidad.
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