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Nicaragua: La Vieja Gorda y la narco fotografía del aeropuerto Los Brasiles

Adler Barryman Seal, alias Barry Seal


Cuando Ronald Reagan mostró la noche del 16 de Marzo de 1986, desde la oficina oval, una fotografía que probaba según él, la supuesta participación de los sandinistas en el narcotráfico, estaba manipulando miserablemente al pueblo norteamericano.

El presidente jamás le dijo al público norteamericano que se trataba de un montaje orquestado desde los sótanos de la Casa Blanca para incriminar falsamente al gobierno Sandinista en el tráfico de drogas y justificar así más ayuda para los Contras que luchaban por derrocar al FSLN.

Aprovechando las sensacionalistas revelaciones de una dama huérfana de toda autoridad moral, un diario local volvió a publicar la fotografía en donde aparece un hombre, descargando de un avión, un saco de cocaína que según el pie de foto es Federico Vaughn, supuesto asistente del comandante Tomás Borge. ("Sandinistas pidieron US 50 millones a Capo", LA PRENSA, 18 de Mayo de 2008). 

La "noticia" reciclada por dos décadas, como parte de la permanente y diaria campaña de desprestigio de este medio oligárquico que ha venido a llenar el vacío político dejado por NOVEDADES, el diario de la tiranía somocista, apareció un par de semanas antes en otro medio de la burguesía, pero no causó ningún impacto en la opinión pública nicaragüense, distraída por el histórico vuelco del discurso de la derecha que consideraba diabólico aplicar en Nicaragua una "economía centralmente planificada". 

Ni Ronald Reagan ni La Prensa, pese a que tienen rayado el disco, jamás se tomaron la molestia de dar la información completa. 

Nadie sabía que el avión fotografiado en el aeropuerto Los Brasiles, un C-123 K, sería el mismo que posteriormente fuera derribado por flecheros del Ejército Popular Sandinista sobre Zelaya Central el 5 de Octubre de 1986.

Tampoco nadie reveló la identidad del piloto del avión que transportaba la droga con destino a Estados Unidos. 

Se trataba nada menos que de Adler Barryman Seal, alias "Barry Seal", el más grande narcopiloto de la historia moderna, al servicio del cartel de Medellin, soplón de la CIA y agente encubierto de la DEA.

Aunque la fotografía del aeropuerto Los Brasiles fue tomado el 25 de Junio de 1984, no fue sino hasta casi dos años después que el mundo supo de su existencia, cuando el septuagenario presidente yanqui, la mostró ante los periodistas, la noche anterior a un crucial voto sobre la Contra en el congreso. 

El avión derribado sobre Zelaya Central, había sido especialmente equipado con cámaras secretas de la CIA en la base Rickenbacker de la fuerza aerea en Ohio. Barry Seal, piloteó el avión apodado "The Fat Lady" (La vieja gorda), hasta Los Brasiles en donde le esperaba Federico Vaughn.

Lejos de ser asistente del comandante Borge como falsa y calumniosamente asegura La Prensa, Vaughn era sub-director de una corporación comercial de Héroes y Mártires, dedicada a importaciones y exportaciones del gobierno Sandinista. 

La corporación, supuestamente "La Diplotienda" que administraba Herty Lewites, le proveía a Vaughn la cobertura ideal para justificar cualquier desembarco de mercaderías en Los Brasiles, que por el embargo se "triangulaban" desde Panamá. 

Documentos oficiales del congreso estadounidense, vinculan a Vaughn con la embajada Americana en Managua. 

El congresista William Huges de Nueva Jersey, del Comite Judicial de la Cámara de Representantes, declaró a los periodistas que "personal congresional de su comité llamó por teléfono al número de Federico Vaughn en Managua, Nicaragua y hablaron con una 'empleada doméstica' la cual dijo que esa casa pertenecía a un funcionario de la embajada Americana."

El diario de la infamia y la felonía, que furiosamente sabijondéa cada paso del presidente Ortega, minuto a minuto, llamando con una patológica obsesión de querida despechada a todo hotel donde pudiera estar el mandatario, jamás ha revelado ninguna información sobre la misteriosa desaparición de Vaughn o su paradero. 

Ni siquiera se han atrevido a acusar al gobierno Sandinista de desaparecerlo criminalmente. Inmediatamente después que Reagan reveló la narcofotografía, a Federico Vaughn "se lo tragó la tierra." 

Ningún investigador ni analista que ha seguido de cerca el narco montaje de la CIA contra el gobierno Sandinista ha dado con su paradero, pero fuentes consultadas aseguran que vive tranquilamente en Nicaragua.

Cuando el avión apodado "La Vieja Gorda" fue derribado por el ejército Sandinista, altos funcionarios de la administración Reagan, negaron toda vinculación de la Casa Blanca con el avión de la CIA. 

Sin embargo el gobierno Sandinista tenía abundantes y altamente incriminatorias pruebas tomadas de los restos humeantes de la nave, además de una prueba viviente en la persona del lanza bultos llamado Eugene Hasenfus.

Hasenfus declaró a una cadena norteamericana de televisión: "me llamo Eugene Hasenfus y trabajo para la Agencia Central de Inteligencia". 

Hasenfus reveló que el avión había partido del aeropuerto militar de Ilopango en El Salvador y que su responsable era nada menos que el terrorista anticastrista cubano batistiano Luis Posada Carriles.

Las mentirosas y calumniosas revelaciones de un medio de la Oligarquía, recicladas como "sobras recalentadas" disfrazadas de noticias, no mencionan para nada estos hechos delictivos que constituyen las bases fundamentales de la "democracia" inaugurada en 1990.

POR: CARLOS ALBERTO ESCORCIA POLANCO

#SomocismoNuncaMas 

#NoPudieronNiPodran 

#PLOMO19 

#RedFSLN

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