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Clima. Quién lo hubiera pensado. Las mismas megacorporaciones y multimillonarios detrás de la globalización de la economía mundial en las últimas décadas, cuya búsqueda de beneficio para sus accionistas y la reducción de costos han causado tanto daño a nuestro medio ambiente, tanto en el mundo industrializado como en las economías subdesarrolladas de África, Asia o América Latina, son los principales patrocinadores del movimiento de base de descarbonización, desde Suecia a Alemania, pasando por los Estados Unidos y más allá. ¿Son las punzadas de una conciencia culpable, o podría ser una Agenda más profunda con el fin de financierizar hasta el aire que respiramos?

Independientemente de lo que uno pueda creer sobre los peligros del CO2 y los riesgos de que el calentamiento global cree una catástrofe global por un aumento de la temperatura promedio en los próximos 12 años de 1.5 a 2ºC, vale la pena señalar quién está promoviendo la inundación actual de propaganda y activismo climático.

Finanzas verdes

Varios años antes de que Al Gore y otros muchos decidieran utilizar a una joven colegiala sueca para ser la musa del movimiento por la urgencia climática, o el llamamiento de Alexandria Ocasio-Cortez en los Estados Unidos para la reorganización completa de la economía en torno a un Green New Deal, los gigantes de las finanzas comenzaron a diseñar esquemas para dirigir cientos de miles de millones de futuros fondos hacia inversiones en compañías "climáticas" a menudo inútiles.

En 2013, después de años de cuidadosa preparación, una compañía de bienes raíces sueca, Vasakronan, emitió el primer "Bono Verde" corporativo. 

A estos les siguieron los de Apple, SNCF y el importante banco francés Credit Agricole. En noviembre de 2013, la problemática Tesla Energy de Elon Musk emitió la primera fianza respaldada por activos solares. 

Ahora en 2019, según algo llamado Iniciativa de Bonos Climáticos, están disponibles más de 500 mil millones de dólares en dichos Bonos Verdes.

 Los creadores de la idea del bono afirman que su objetivo es conseguir una parte importante de los 45 billones (10^12) de activos administrados a nivel mundial que se han comprometido nominalmente a invertir en proyectos "respetuosos con el clima".

Bonnie Prince Charles, futuro Monarca del Reino Unido, junto con el Banco de Inglaterra y la City de Londres, han promovido "instrumentos financieros verdes", liderados por los Bonos Verdes para redirigir los planes de pensiones y fondos mutuos hacia proyectos verdes.

Un jugador clave en la vinculación de las instituciones financieras mundiales con la Agenda Verde era el ex-director del Banco de Inglaterra, Mark Carney. En diciembre de 2015, la Junta de Estabilidad Financiera del Banco de Pagos Internacionales (FSB) [el círculo interno de banqueros centrales que controla el propio BIS], presidida por Carney, creó el Grupo de Trabajo sobre Divulgación Financiera Relacionada con el Clima (TCFD), para asesorar a "inversores, prestamistas y seguros sobre los riesgos relacionados con el clima". Ese fue ciertamente un enfoque bizarro para los banqueros centrales del mundo.

En 2016, el TCFD junto con la Corporación de la City de Londres [gobierno de la City] y el Gobierno del Reino Unido lanzaron la "Iniciativa de Finanzas Verdes", con el objetivo de canalizar billones de dólares a inversiones "verdes". 

Los banqueros centrales del FSB nominaron a 31 personas para formar el TCFD Presidido por el multimillonario Michael Bloomberg de la onda financiera, incluye personas clave de:

- JP MorganChase;
- BlackRock, uno de los mayores gestores de activos del mundo con casi 7 billones de dólares;
- Banco Barclays;
- HSBC, el banco Londrinense de Hong Kong multado repetidamente por lavado de dinero negro de drogas y otros fondos turbios;
- Swiss Re, el segundo reaseguro más grande del mundo (asegurador de aseguradoras);
- El banco ICBC de China;
- Tata Steel,
- ENI Oil,
- Dow Chemical,
- el gigante minero BHP Billington y David Blood de Al Gore's Generation Investment LLC.

En efecto, parece que los zorros están escribiendo las reglas para el nuevo Gallinero Verde.

Carney, Gobernador del Banco de Inglaterra, también fue un actor clave en los esfuerzos por convertir a la ciudad de Londres en el centro financiero de las Finanzas Verdes global.

El saliente ministro de Hacienda del Reino Unido, Philip Hammond, publicó en julio de 2019 un Libro Blanco, "Estrategia de Finanzas Verdes: Transformando las Finanzas para un Futuro más Verde". 

En el documento se declara "una de las iniciativas más influyentes que debe emerger es el Grupo de Trabajo para el Sector Privado sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD), con el apoyo de Mark Carney y presidido por Michael Bloomberg. Esto ha sido suscrito por instituciones que representan un capital de 118 trillones de activos a nivel mundial ".

Parece que hay un plan aquí. El plan es la financierización de toda la economía mundial utilizando el miedo a un escenario del fin del mundo para alcanzar objetivos arbitrarios como "emisiones netas de gases de efecto invernadero cero".

Goldman Sachs como Actor clave

El omnipresente banco de Wall Street, Goldman Sachs, que nombró, entre otros, al presidente saliente del BCE Mario Draghi y al presidente del Banco de Inglaterra Carney, acaba de presentar el primer índice global de acciones ambientales de alto nivel, realizado junto con el CDP, con sede en Londres, anteriormente conocido como el Proyecto de Divulgación sobre el Carbono. El CDP, en particular, está financiado por inversores como HSBC, JPMorgan Chase, Bank of America, Merrill Lynch, Goldman Sachs, American International Group y State Street Corp.

El nuevo índice, llamado CDP Environment EW y CDP Eurozone EW, tiene como objetivo atraer fondos de inversión, sistemas de pensiones estatales como CalPERS (Sistema de Pensiones de Empleados Públicos de California) y CalSTRS (Sistema de Pensiones de Maestros del Estado de California) con un total combinado de +600.000 millones de dólares en activos, para invertir en sus blancos cuidadosamente elegidos. Las compañías mejor calificadas en el índice incluyen como no a Alphabet, propietaria de Google, Microsoft, ING Group, Diageo, Philips, Danone y, convenientemente, Goldman Sachs.

Hacen su entrada Greta, AOC y Co.

En este punto los eventos toman un giro cínico cuando nos enfrentamos a activistas climáticos muy populares y altamente promocionados, como la sueca Greta Thunberg o la congresista por Nueva York de 29 años Alexandria Ocasio-Cortez, y el New Deal verde. Por sinceros que sean estos activistas, existe una maquinaria financiera bien engrasada persiguiendo promoverlos para obtener ganancias.

Greta Thunberg es parte de una red bien conectada vinculada a la organización de Al Gore, que está siendo comercializada y utilizada cínica y profesionalmente por agencias como la ONU, la Comisión de la UE y los intereses financieros detrás de la agenda climática actual. 

Como la investigadora y activista climático canadiense, Cory Morningstar, documenta en una excelente serie de publicaciones, Greta trabaja en/para una bien tejida red que está enlazada al inversor y enormemente rico lucrador climático estadounidense Al Gore, presidente del grupo Generation Investment.

El socio de Gore, el exdirectivo de Goldman Sachs, David Blood, como se señaló anteriormente, es miembro del TCFD creado por el BIS. Greta Thunberg, junto con su 'amiga climática' estadounidense de 17 años, Jamie Margolin, figuraban como "asesores y fideicomisarios especiales para los jóvenes" de la ONG sueca We Don't Have Time, fundada por su CEO Ingmar Rentzhog. Rentzhog es miembro de los 'Líderes de la Organización de Realidad Climática' de Al Gore y parte del 'Grupo de Trabajo de Política Climática Europea'. 

Fue entrenado en marzo de 2017 por Al Gore en Denver, y nuevamente en junio de 2018, en Berlín. El 'Proyecto de Realidad Climática' de Al Gore es socio del 'We Don't Have Time'.

La congresista Alexandria Ocasio-Cortez (AOC), que causó un gran revuelo en sus primeros días en el Congreso de los EEUU por presentar un "Green New Deal" para reorganizar completamente la economía de los EEUU a un coste de unos 100 billones de dólares, tampoco está falta de clases. 

AOC ha admitido abiertamente que se postuló para el Congreso a instancias de un grupo llamado 'Justice Democrats'. En declaraciones a un entrevistador: "No me postularía si no fuera por el apoyo de Justice Democrats y Brand New Congress. Umm, de hecho, fueron estas organizaciones, fue JD tanto como Brand New Congress, que ambas me pidieron que me presentase en el primer lugar. 

Ellos son los que me llamaron hace un año y medio..." Ahora, como congresista, los asesores de AOC incluyen al cofundador de Justice Democrats, Zack Exley. Exley fue miembro de Open Society Fellow y obtuvo fondos de, entre otros, Open Society Foundations y Ford Foundation para crear un predecesor de Justice Democrats para reclutar a los candidatos seleccionados para el cargo.

La 'Agenda Real' es económica

Los vínculos entre los grupos financieros más grandes del mundo, los bancos centrales y las corporaciones globales con el impulso actual de una estrategia climática radical para abandonar la economía de los combustibles fósiles en favor de una economía verde, vaga e inexplicable, al parecer, tiene poco que ver con una verdadera preocupación por hacer de nuestro planeta un lugar limpio y saludable para vivir. 

Más bien es una agenda, íntimamente ligada a la Agenda 2030 de la ONU para desarrollar una economía "sostenible", y para generar literalmente billones de dólares en nuevos beneficios para los bancos globales y los gigantes financieros que constituyen los poderes reales.

En febrero de 2019, después de un discurso ante la Comisión de la UE en Bruselas de Greta Thunberg, el entonces presidente de la Comisión de la UE, Jean-Claude Juncker, después de besar galantemente la mano de Greta, pareció encaminarse a la acción real. 

Le dijo a Greta y a la prensa que la UE debería gastar cientos de miles de millones de euros en combatir el cambio climático durante los próximos 10 años. 

Juncker propuso que entre 2021 y 2027, "cada cuarto euro gastado dentro del presupuesto de la UE se dirija a la acción para mitigar el cambio climático".

 Lo que el astuto Juncker no dijo fue que la decisión no tuvo nada que ver con la petición de la joven activista sueca. 

Esta se había tomado junto con el Banco Mundial justo un año antes del 26 de septiembre de 2018 en el One Planet Summit, junto con el Banco Mundial, las Fundaciones Bloomberg, el Foro Económico Mundial y otras tantas instituciones. Juncker había usado hábilmente la atención de los medios de comunicación dada a la joven sueca para promover su agenda climática.

El 17 de octubre de 2018, días después del acuerdo tomado por la UE en la Cumbre One Planet, la UE de Juncker firmó el 'Memorando de Entendimiento con la Breakthrough Energy-Europe' en el que las corporaciones miembros de Breakthrough Energy-Europe tendrían acceso preferencial a cualquier tipo de financiacion. 

Los miembros de Breakthrough Energy incluyen a Richard Branson de Virgin Air, Bill Gates de Microsoft, Jack Ma de Alibaba, Mark Zuckerberg de Facebook, SAR el príncipe Al-waleed bin Talal de los Saud, Ray Dalio de Bridgewater Associates; Julian Robertson del gigante de fondos de cobertura Tiger Management; David Rubenstein, fundador de Carlyle Group; George Soros, presidente de Soros Fund Management LLC; Masayoshi Son, fundador de Softbank, Japón.

No cometas errores. Cuando las corporaciones multinacionales más influyentes, los mayores inversores institucionales del mundo, incluidos BlackRock y Goldman Sachs, la ONU, el Banco Mundial, el Banco de Inglaterra y otros bancos centrales del BPI, se alinean tras del financiamiento de una llamada Agenda verde, llamese Green New Deal o lo que sea, es hora de mirar más allá de la superficie de las campañas de activistas climáticos públicos y ver la agenda real.

 La imagen que surge es el intento de reorganización financiera de la economía mundial utilizando el clima como escusa, algo en lo que el sol y su energía tiene más órdenes de magnitud que ver que la humanidad: tratan de convencernos de que la gente común tiene que hacer sacrificios descomunales para "salvar nuestro planeta".

Allá por 2010, el jefe del Grupo de Trabajo 3 del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU, el Dr. Otmar Edenhofer, dijo a un periodista: "... uno debe decir claramente que nosotros redistribuimos de facto la riqueza del mundo por medio de la política climática". 

Uno tiene que liberarse de la ilusión de que la política climática internacional es política ambiental. 

Esto ya no tiene casi nada que ver con la política ambiental, con problemas como la deforestación o el agujero de ozono ". 

Desde entonces, la estrategia de la política económica se ha desarrollado mucho más allá.

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