La Nicaragua real ayer celebró el acto central de las conmemoraciones del 40 aniversario de la Policía Nacional al tiempo que se conocían las cifras de un nuevo estudio de opinión que confirman lo que se respira en las calles: el apoyo masivo del pueblo a una agenda de trabajo y paz.
Esta semana la Policía Nacional de Nicaragua celebra su 40 aniversario por todo lo alto, ya que no solamente se cumplen cuatro décadas de defensa de la tranquilidad, la paz y la libertad del pueblo, sino que además lo hace habiendo tenido que pasar la dura prueba del derrotado "golpe blando" del año pasado, en la que ofrendó las vidas de 22 oficiales y en la que otros 401 fueron heridos por los golpistas.
Anoche, en la Plaza de la Revolución, el comandante Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo presidieron el acto central en el que se reconoció el aporte de los jefes y jefas que han estado al frente de esta institución a lo largo de estos 40 servicio del pueblo.
El primer comisionado Francisco Díaz Madriz, director general de la Policía Nacional, aseguró que no se permitirá que se repitan los hechos de horror y la barbarie que vivió el pueblo durante el derrotado intento de golpe del año pasado. “Los y las policías continuamos firmes, más cohesionados, más fuertes, comprometidos con nuestra patria, nuestros héroes y mártires, nuestro pueblo y nuestra lealtad y obediencia a nuestra jefatura suprema”, aseguró.
En su discruso, el jefe policial destacó la estrategia del muro de contención contra el crimen organizado y el narcotráfico internacional implementada, que permite mayor coordinación interinstitucional para incautar la mayor cantidad de droga en el territorio nacional con el propósito de que la droga no circule en el país y no llegue a los mercados de consumo, evitando su impacto destructivo en la juventud.
Además, señaló que la Policía Nacional es parte del modelo de atención integral a las víctimas de violencia intrafamiliar y sexual, y desarrolla estrategias para la prevención e investigación de los delitos de trata de personas; impulsa el modelo de atención a la juventud, prevención de la violencia juvenil desde los barrios, la familia y los centros escolares, articulando esfuerzos con las instituciones de gobierno y las familias para prevenir el consumo de drogas.
El comisionado afirmó que el país ha recibido reconocimientos de organizaciones internacionales como las Naciones Unidas, el Foro Económico Mundial y la Corporación Latinobarómetro, que certifican que Nicaragua es un referente en materia de la seguridad, siendo el tercer país con menos violencia de América Latina, con la tasa de homicidios más baja de Centroamérica de 8 por cada 100 mil habitantes, y es clasificada como el país de la región con un mejor ambiente favorable para hacer negocios, con una puntuación de 5.7.
Entre los resultados de la efectividad policial el comisionado general destacó que por cada 100 hechos denunciados la policía esclareció 89 casos; del 100% de los delitos registrados, el 6.4 % son delitos de peligrosidad, mientras que el 84% son delitos menores y faltas penales. Informó que se han reducido los robos con intimidación en 1%; los delitos de violación registraron una disminución del 10% anual y se ha incrementado la respuesta. El secuestro extorsivo es casi nulo en el país; en los últimos 5 años se registraron 20 denuncias para un promedio anual de 4. En los últimos 5 años se han incautado 26 toneladas de cocaína, 13 toneladas de marihuana y se han desarticulado 67 células delincuenciales.
Actualmente la policía tiene 15 mil 755 miembros, 12% más que en el año 2014, su presupuesto ha aumentado considerablemente y se han construido 72 unidades policiales departamentales, distritales, municipales y puestos policiales en todo el país con decenas más que se construiránen los próximos meses. A pesar de todo eso, la de Nicaragua sigue siendo la Policía más pequeña del istmo pero gracias a su filosofía es la que alcanza los mejores resultados.
Por su parte, el presidente Daniel Ortega destacó que los gobiernos neoliberales del 25 de abril de 1990 hasta el 10 de enero del año 2007, que no fueron más que una reproducción de lo que fue el somocismo, hicieron lo posible por destruir a la institución policial. Esos gobiernos redujeron a la Policía de 20 mil a apenas unos 6 mil efectivos, con presupuestos míseros y condiciones de trabajo indignas.
Los gobiernos neoliberales, "se empeñaron en buscar como ahogar a la Policía Nacional y también al Ejército, reduciéndoles año con año el presupuesto, no haciendo mayores gestiones para que pudiesen fortalecerse con equipamiento técnico, modernizarse, apostando a la extensión de la Policía y el Ejército, sin darse cuenta o sin querer ver, que con eso ponían en riesgo la seguridad y la vida de todos los nicaragüenses, incluyendo la de los que estaban en ese momento gobernando”, dijo el presidente.
“Podríamos decir, más bien, que tuvimos gobiernos somocistas. Del 25 de abril de 1990 hasta el 10 de enero del año 2007 tuvimos gobiernos somocistas, porque mientras nosotros logramos sacar del analfabetismo a nuestro pueblo en los años 80, y el somocismo en mantener a nuestro pueblo con más del 60 por ciento de analfabetismo, y eso le llamaban, los ricos, decían los empresarios que crecían con el somocismo, decían estamos con crecimiento extraordinario, claro, crecimiento económico para ellos, pero para los campesinos, para los trabajadores, desempleo, hambre, subempleo y 60 por ciento de analfabetismo”, apuntó.
“Nosotros logramos reducirlo a 11 por ciento ese analfabetismo en solo el inicio de los años 80. Y de abril del 90 a enero de 2007, el analfabetismo había crecido nuevamente en nuestro país, ya andaba rondando el 40 por ciento. Ese es resultado de gobiernos somocistas que les importa muy poco el pueblo, los campesinos, los trabajadores”, reiteró.
Dijo que se privatizaron servicios vitales, esenciales, que se habían logrado rescatar para el pueblo desde el año 1979, “entonces, todo eso le fue arrebatado a nuestro pueblo por esa práctica somocista de gobiernos somocistas”.
Recordó que también se dieron a la tarea de buscar cómo quitarles la tierra a los campesinos, la tierra que les había entregado la reforma agraria y a buscar indemnizaciones donde ya habían recibido indemnizaciones. Es decir, las prácticas somocistas del saqueo y del robo con la máscara de que eran los gobiernos demócratas, igual que Somoza, era un gobierno demócrata reconocido por la comunidad internacional, reconocido por los Estados Unidos.
Al finalizar el acto, la compañera Rosario Murillo comentó, a propósito del derrotado golpe de Estado del año pasado: "Creyeron, en su delirio, como ilusos, como criminales, que el Pueblo se iba dejar desplazar del Poder y del Gobierno. ¿Y qué no hicieron? ¡Cuánto terror! ¡Cuánta destrucción! ¡Cuánto secuestro! ¡Cuántas violaciones a mujeres...! ¡Cínicos! Porque ahí, entre los terroristas, hay mujeres que dicen defender los derechos de las mujeres... ¡Cínicos! Cuántas mujeres fueron violadas, violentadas, agredidas, en esos 'tranques de la muerte'. Cuánto odio en corazones que desgraciadamente son nicaragüenses, pero no parecen ser nicaragüenses, porque no aman a Nicaragua, ni al pueblo nicaragüense", dijo.
Agregó que en Nicaragua "las Familias quieren retomar, como hemos venido retomando, el buen rumbo que traía Nicaragua" y llamó a "decir sí a la paz... Decir sí a la estabilidad... Decir sí al trabajo... Decir sí a los valores de familia... Decir sí a todo lo que nos haga mejores... ¡Decir sí a la vida! Y que la cultura de muerte desaparezca de la faz de la tierra, se borre, y afiancemos la cultura de paz y vida, de paz y bien, en todos los Países, y nosotros, que vivimos en esta Nicaragua sagrada, afianzar esa cultura, nos decimos a nosotros mismos. Afianzar todos los días, con nuestros mejores esfuerzos, esa cultura de vida y esperanza, como decía Darío".
La celebración coincidió con la publicación de la última edición de la encuesta Sistema de Monitoreo de la Opinión Pública (SISMO) de la encuestadora M&R, según la cual el 68.8% de los nicaragüenses opina que el gobierno actual trabaja para la población en general y el 60.1% apoya al Gobierno sandinista que encabeza el comandante Daniel Ortega.
Basta hablar con la gente en cualquier lugar para constatar que las cifras que arroja el estudio de M&R son reales. Una sólida mayoría de la población entiende qué fue lo que pasó en Nicaragua en el 2018 y culpa a los golpistas por las consecuencias de ello.
Casi 7 de cada 10 nicaragüenses ve como el problema principal la economía. Casi dos de cada 10 creen que el problema político y para 1 de cada 10 es "social".
Para 6 de cada 10 de los encuestados, los ingresos "cubren necesidades básicas y nada más", mientras que aproximadamente 1 de cada 4 (24.2%) dice que lo que gana no alcanza para cubrir las necesidades básicas, pero por eso no culpan al Gobierno, sino a los golpistas. Bienestar, paz, estabilidad y seguridad son objetivos que la inmensa mayoría de los encuestados (cerca del 98%) valoran altamente. Por otro lado, 9 de cada 10 rechazan los tranques y entre 7 y 8 de cada 10 rechazan los paros nacionales como medio para alcanzar esos objetivos.
Solo 4 de cada 10 (40.9%) se dice dispuesto a emigrar del país, una cifra menor que la del pasado mes de abril (45.2%). En comparación, en junio de 2015, 46.6% estaban dispuestos a hacerlo.
El Frente Sandinista continúa siendo el partido político con mayor cantidad de simpatizantes en Nicaragua, con un 53%, distribuido entre 38.9% de voto duro y 14.1% de voto suave, mientras que la oposición alcanza el 13.5% entre 5.9% de voto duro y 7.6% de voto suave.
Mientras tanto, en la Nicaragua de las mentiras de papel, la de los dos grandes diarios golpistas, para los que "nada está normal", basta con mirar los anuncios y los clasificados para descubrir la falacia:
El Nuevo Diario, que en cada nota busca darle vuelta a la verdad para decir algo que le de mala imagen al Gobierno, de cinco anuncios, uno (el más grande, por cierto) es de la empresa pública del agua, Enacal; otro es del Teatro Nacional Rubén Darío (también del sector público); otros dos son del proyecto OTOP de la cooperación Taiwanesa con el Estado de Nicaragua y el último es de la empresa Claro. Para La Prensa, que se la pasa repitiendo que en Nicaragua "nada está normal" en los anuncios clasificados hay varias ofertas de trabajo, entre ellas la de una empresa que busca 100 trabajadores.
El desfile en honor al 40 aniversario de la Policía esta tarde en la Avenida de Bolívar a Chávez estará lleno de gente.
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