El jueves 13 de junio fue particularmente deprimente para el balance mensual que en Miami se hace de las actividades a nivel mundial, sobre los esfuerzos por “…Restaurar la democracia en Venezuela” o por el “Cese de la usurpación en Venezuela”.
Todos los informes indican que “el presidente interino” no pudo imponer ni formalizar su mando tal como se tenía previsto que lo lograría para este mes de junio, como tampoco hacer trascendentes los valores políticos de la democracia representativa, “… pese al inmenso poder manifestado por cincuenta países, treinta de los cuales son de lo más poderosos y emblemáticos en la defensa de la democracia en el orden internacional…”.
Todo esto lo decía Marco Rubio rodeado de una selecta delegación de la oposición venezolana, de varios de sus seguidores de la Cámara de Representantes, ante cuatro funcionarios de la CIA, dos de la USAID, dos del Departamento de Estado; ante dos comisionados del gobierno colombiano, ante tres miembros de partido Republicano y ante cinco financistas asociados a las compañías petroleras y a la banca internacional.
A decir de algunos testigos de este acto que no dejó de sentirse luctuoso para muchos de ellos, Marco Rubio se mostró incómodo, preocupado, en ocasiones con la mirada ausente y con expresiones vacilantes, aunque en todo momento no dejó de insistir en que el gobierno de “Maduro está seriamente afectado por los ataques, sanciones y bloqueos, y queda poco tiempo para lograr la liberación de Venezuela…”.
En lo que más insistía Marco Rubio era en la necesidad de no perder el ánimo, “aunque tenemos un marcado déficit de liderazgo que ni aún con todo el decidido apoyo de la administración del Presidente Trump se ha podido apuntalar. Lo hemos discutido largamente con Mike Pompeo, porque hay presiones sobre una inversión que si no da resultado afectará directamente a Colombia, a Perú y a Chile…”.
Se le preguntó si todavía estaba sobre la mesa lo de la invasión, y contestó que esa era una medida de alto gobierno que implica niveles de complejidad global que él no puede dilucidar en este momento: “…movilizar toda una maquinaria militar es algo que requiere la participación de países aliados, lo cual aún no hemos estructura, la participación de algunas multinacionales que tendrían que revisar los montos de sus inversiones en esta empresa…”.
Pero dejó claro que vendría nuevos tipos de sanciones que golpearían de manera muy efectiva a los altos mandos del gobierno de Maduro. “- No puedo dar más detalles, pero lo que no sucederá es que dejemos respirar con holgura como lo desea la dictadura de Maduro…” – agregó, siempre con una sombra de preocupación en sus palabras.
En cuanto al “presidente interino” aseveró que no había cumplido su trabajo tal cual como lo había aspirado lo presidente Trump. Que hubo fallas en relación con la ayuda humanitaria que se llevó a Cúcuta.
Que su amigo Álvaro Uribe Velez y el presidente Iván Duque había hecho esfuerzos denodados para una exitosa acción en la frontera, pero que lo esperado por parte de la oposición nunca se materializó. Que se invirtieron 117 millones de dólares y no se vieron resultados tangibles, sino más bien pérdidas muy lamentables.
“- Él (Guaidó) –recalcó el senador Marco Rubio-: nunca ha contado con un equipo de trabajo eficiente, y ahora como resultado de una serie de fracasos palpables, se avecina una tormenta en su contra… no sólo desde su propio sector en Caracas, sino también desde el ámbito internacional que han visto una fractura, un desaliento y una falta de cohesión en los planes y en proyectos anunciados…
Nosotros hemos estado trabajando para que esto no se desboque, pero ya a estas alturas lo vemos como irremediable… El Grupo de Lima exige explicaciones de la falta de seriedad en muchos programas, nosotros mismos lo estamos pidiendo.
Ahora, aspiraciones del presidente Luis Almagro en su grupo reclama aspectos nuevos que no se habían contemplado…”.
En estos últimos aspectos, las revelaciones de Marco Rubio fueron tan tétricas y escabrosas que al parecer quedó en el aire la posible salida de Guaidó como presidente interino, porque hasta la OEA está de manera tajante objetando su presidencia, incluso a pedido de Mike Pompeo.
¿Entonces existe una ruptura, una desintegración en el actual gobierno interino?, fue la pregunta que más se planteó.
Finalizado el encuentro, Marco Rubio dejó entrever que efectivamente existe una fractura “reparable”, en relación con el gobierno interino, pro que esto no sería de mucha gravedad si no fuese que las fuerzas políticas que lo sostienen desde la Casa Blanca no mostrasen una estrategia unificada al respecto… los propios altos ejecutivos de la Casa Blanca, incluyendo John Bolton, Mike Pence y Elliot Abrams.
Según Rubio, el presidente Trump han recibido tan enrevesadas y confusas informaciones por parte de la CIA, que están tratando de no seguir dando más órdenes para resolver de un modo bélico, lo más deseable en esta hora,.. con una intervención militar de gran envergadura…
Se ve que de momento hay divergencias muy complejas porque cada uno de ellos representan inversionistas distintos, y ahora algunos quieren escabullir el bulto haciendo que ver que el presidente Trump ha llegado a un acuerdo con Rusia para que Putin expulse de este país sudamericano a sus asesores militares.
Al finalizar el encuentro Marco Rubio dio una rueda de prensa en la que fue muy palco y en la que su único objetivo era tratar de aliento a los que enfrentan “con mucho coraje a la dictadura de Maduro…”.
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