Charchaleaban de felicidad La Prensa, El Nuevo Diario, Canal 10, el 12, el 14, el 23, La Corporación, Confidencial, y todo ese espectro mediático de maldad que hace daño a Nicaragua, que tiene solo por fuente a los que hacen daño a Nicaragua, que si se les sintoniza lo primero que uno oye o ve es que le están hundiendo el cuchillo a Nicaragua, porque su negocio dejó de ser la información, sino que ahora lo es la difamación y para hacerlo, a cual más odio destile mejor, sobre todo ahora que se conocieron cuatro nuevos nombres agregados a la lista de los agredidos por el policía del mundo, Estados Unidos.
En esa danza de felicidad de los anti-nicaragüenses que se gozan porque una potencia extranjera agrede a verdaderos nicaragüenses también se sumaron los lacayos nacionales ya conocidos que por hablar y pensar en inglés se les olvido su origen de patas chorreadas y chinelas de gancho que siendo no más que “gringos caitudos” creen que ese es mérito suficiente para la toma final del poder.
El Departamento del Tesoro del Imperio agregó cuatro nuevos nombres a su lista de agredidos siendo ellos el Doctor Gustavo Eduardo Porras, Presidente de la Asamblea Nacional de Nicaragua, Sonia Castro González, Ministra de Salud de Nicaragua; El general Oscar Salvador Mojica Obregón, Ministro de Transporte e Infraestructura y el Licenciado Orlando José Castillo, Director de TELCOR.
Llamé a uno de los supuestos afectados y me dijo que la “sanción” lo había metido en problemas porque otros funcionarios sandinistas lo habían llamado para reclamarme porque ellos también querían ser sancionados pues viniendo de donde vienen las cosas eso más bien representa una medalla en el pecho den quien es agredido.
El emperador de Estados Unidos está desesperado, Donald Trump ya se lanzó para un segundo mandato y cuando faltan ya 17 meses para las elecciones, habiendo consumado más del 50% por ciento de su ejercicio presidencial no ha conseguido una sola victoria internacional, sino que por el contrario su país hoy tiene más enemigos que nunca en el mundo.
Qué de extraordinario tiene que Estados Unidos agreda a Gustavo Porras por aprobar leyes junto a la bancada sandinista por el desarrollo del país; Qué daño le causan a la Ministra Sonia Castro, una extraordinaria mujer y funcionaria que llena de fe tiene la privilegiada misión de velar por la salud de todo un pueblo y levantar enormes hospitales por toda nuestra geografía; Que daño le hacen al general Omar Mojica del MTI, si este anda en la onda de hacer carreteras, puentes y trochas por toda Nicaragua; Qué daño le hacen a Orlando Castillo que seguramente paga porque alguien lo mal informó cuando anunció que la frecuencia de canal 15 nunca fue adjudicada a ninguna persona.
Hasta donde yo sé, por lo que he logrado averiguar, ninguno de estos cuatro funcionarios, últimamente agredidos por Estados Unidos, tiene ni cuentas, ni propiedades, ni frecuentemente viajan al imperio o simplemente no lo hacen y no tienen visas para ingresar a ese país y si las tuvieran no les quita el sueño que se las retiren por lo que estas sanciones son solo atol para el dedo de cada uno de los puchos que celebran el falso.
¿Qué pasa realmente? Es simple la administración norteamericana responde de esta forma a sus tontos útiles, los que apostaron qué, a los 15 días posteriores al 18 de abril del año pasado, el gobierno constitucional de Nicaragua caía y como ahora pasó el año y Daniel Ortega y el Frente Sandinista se enrumban a celebrar el 40 aniversario de la revolución por la cual el pueblo de Nicaragua se libró de la dictadura de Anastasio Somoza Debayle, entonces viene Donald Trump y le soba el lomo a sus los fracasados lacayos nacionales con los que cuenta, pero en la práctica no pasa nada en Nicaragua donde los problemas que sí existen, están siendo tratados a la nicaragüense, entre nosotros, sin dictados externos, sin fórmulas impuestas y con un alto espíritu de responsabilidad.
Mientras eso pasa la O.E.A, la CIDH, que no son otra cosa que marionetas de trapo entre los dedos del titiritero a regañadientes sí, pero sin otra alternativa, han tenido más que reconocer la voluntad del gobierno de Nicaragua por honrar su palabra en todo lo que se comprometió y eso es otro chorro de limón que cae sobre la pus del odio en la herida de tanta miseria humana.
Estados Unidos quiere mostrarse como el dómino del mundo, quiere proyectarse, aunque genere profundas antipatías, como el amo y dueño de la hacienda de la humanidad y por eso la agarra contra Corea del Norte a la que le habla golpeado y después suavecito cuando esta le responde con pruebas balísticas; Se mete con china que es el verdadero poder comercial y económico del mundo y no tiene más que retroceder cuando Pekín le dice a Trump, vía Twitter, que por andar de igualado y solo para empezar le clavaran aranceles de hasta 230 billones de dólares si insiste en seguir tocando a Huawey, por ahora su marca símbolo; se mete con los iranies y entonces el Ayatola de un misilaso le baja una nave no tripulada y después de hablar tonterías el inquilino de la Casa Blanca echa pie atrás en una respuesta Teheran porque dice que es mejor no “elevar las tensiones” cuando fue ella quien las provocó; Trump vive hablando de Rusia pero cuando desde el Kremlin Putin dice algo Washington enmudece porque sabe que ninguna de esas naciones es México, Venezuela, Bolivia, Cuba o Nicaragua, países que luchan contra la pobreza que nos dejó el saqueo del imperio en cada uno de nuestros países.
Así las cosas, Nicaragua, señalada por pecadora, solo porque su progreso histórico llegó de las manos de un gobierno de izquierda, tendrá que saber y escuchar con bastante frecuencia, por mucho que aquí existan libertades y nuestra democracia tenga un sello muy nicaragüense, de las agresiones del imperio que en nuestro caso se siente frustrado no porque tengamos la capacidad de hacerle frente militarmente o menos que seamos una potencia económica por muchos recursos naturales que nos hacen grande, sino porque sabe que no ha podido contra la dignidad con la que cada nicaragüense, que conoce la relación fatal de Estados Unidos contra nosotros, ha construido el escudo de su nacionalismo para decirle al imperio en su propia cara, que podemos ser amigos, pero jamás una de sus colonias.
Los anti nicaragüenses, que son pocos, que son puchos, no entran en la dimensión de los mejores hijos de este país. Estos que se alegran por las agresiones del imperio son incapaces de portar el escudo de la dignidad porque nunca serán capaces de conocerla y eso los nicaragüenses lo sabemos muy bien por el dolor que nos han causado.
Al final del camino la victoria será del nacionalismo y nuestro gran mérito será haber vencido a las armas del odio y la maldad con las armas de la paz y la hermandad.
Ya lo estamos haciendo mostrando una tolerancia a prueba de toda comparación con cualquier otro país en el mundo.
Ya un extranjero me decía este fin de semana que este oposicionismo que tenemos en Nicaragua, en cualquier otra parte del mundo estaría merecidamente bien guardado en el mismo lugar donde muchos amnistiados estuvieron presos por delitos de terrorismo y no hablo me dijo de las sardinas que salieron, sino de los tiburones que abierta y vulgarmente conspiran todos los días contra la integridad de toda una nación.
Por: Moisés Absalón Pastora.
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