Hoy es un joven graduado de ingeniería, pero hace 19 años estuvo a punto de morir ahogado con apenas cinco años…
Caso de Elián González: En noviembre de 1999, cuando apenas tenía seis años, Elián González Brotons fue sacado ilegalmente de Cuba por su madre en una embarcación con rumbo a Estados Unidos estimulada por la Ley de Ajuste Cubano. Durante la travesía solo el niño y otras tres personas sobrevivieron.
Elián fue rescatado por dos pescadores y entregado a unos familiares lejanos residentes en Miami.
Tras una mediática disputa legal de siete meses por su custodia, Elián regresó con su padre a Cuba.
Por el caso de Elián todo el pueblo cubano se movilizó en protesta para que devolvieran al niño a su país de origen.
Así surgió la Batalla de Ideas. Los actos organizados se convirtieron en la primera tribuna abierta de aquella etapa, caracterizada por el enfrentamiento ideológico entre Cuba y los Estados Unidos.
Elián fue rescatado por dos pescadores y entregado a unos familiares lejanos residentes en Miami.
Tras una mediática disputa legal de siete meses por su custodia, Elián regresó con su padre a Cuba.
Por el caso de Elián todo el pueblo cubano se movilizó en protesta para que devolvieran al niño a su país de origen.
Así surgió la Batalla de Ideas. Los actos organizados se convirtieron en la primera tribuna abierta de aquella etapa, caracterizada por el enfrentamiento ideológico entre Cuba y los Estados Unidos.
Hace 19 años, el 22 de noviembre de 1999, un niño estuvo a punto de ser una víctima más de la Ley de Ajuste Cubano y morir ahogado en las aguas del estrecho de la Florida: su nombre Elián González Brotons.
Tenía apenas 5 años de edad, y tuvo la suerte de sobrevivir al naufragio que les costó la vida a su madre Elizabeth y a la inmensa mayoría de los que iban en aquella precaria embarcación.
Su salvación por pescadores fue catalogada como un milagro, un nuevo Moisés rescatado de las aguas, no del río Nilo, sino del peligroso mar que separa a Cuba de los Estados Unidos.
Su salvación por pescadores fue catalogada como un milagro, un nuevo Moisés rescatado de las aguas, no del río Nilo, sino del peligroso mar que separa a Cuba de los Estados Unidos.
El niño fue encontrado desfallecido aferrado a una cámara de neumático, el 25 de noviembre de 1999, luego de dos días a la deriva y conducido a territorio norteamericano.
Este suceso marcaría el comienzo de la lucha tenaz de un padre por el regreso de un hijo y, junto a él, la de millones de cubanos encabezados por el Comandante en Jefe Fidel Castro.
Este suceso marcaría el comienzo de la lucha tenaz de un padre por el regreso de un hijo y, junto a él, la de millones de cubanos encabezados por el Comandante en Jefe Fidel Castro.
Juan Miguel González no olvidará nunca aquel primer encuentro con Fidel, quien para conocer qué terreno pisaría antes de dar la batalla que comandó por el retorno de Elián, le hizo prácticamente una radiografía:
“Se interesó por mi vida, por la familia. Quiso saber si lo que yo sentía hacia mi hijo era realmente un cariño de padre afectuoso. Me dijo que si quería dirigirme a EE.UU. a estar con mi hijo y quedarme allá, no había problema. Él planificaba todo, se arreglaba todo.
Le manifesté que no tenía interés en ir allá, lo que quería era que me regresaran a Elián. Y me respondió: ‘Tranquilo.
A partir de mañana mismo se vuelca el pueblo, el país completo a hacer el reclamo por el regreso de tu hijo’”.
Le manifesté que no tenía interés en ir allá, lo que quería era que me regresaran a Elián. Y me respondió: ‘Tranquilo.
A partir de mañana mismo se vuelca el pueblo, el país completo a hacer el reclamo por el regreso de tu hijo’”.
Una lucha que no concluiría hasta el retorno de Elián a suelo patrio, el 28 de junio del 2000, y que traspasaría las fronteras de lo individual para dar paso a otra superior: una ola de manifestaciones multitudinarias, entre marchas de cientos de miles de personas y combativas tribunas abiertas en distintas ciudades del país y el inicio de la Batalla de Ideas.
Recordar aquellos años es volver a revivir las angustias y la tenacidad de Juan Miguel González por hacer valer sus derechos de padre sobre el pequeño naúfrago, a quien habían sacado del país a sus espaldas y sin su consentimiento, y los desvelos de sus abuelos cardenenses porque el indefenso niño retornara al suelo que le había visto nacer.
También es rememorar de nuevo aquel show mediático de la mafia anticubana que tomó a Elián como bandera para enfrentar la Revolución y que hizo lo imposible porque el niño no regresara a Cuba, en un franco y abierto secuestro que violaba los más elementales derechos humanos.
Pero también es reverenciar con orgullo aquellas tribunas abiertas y multitudinarias manifestaciones de todo un pueblo que exigía el retorno de Elián González, convertido ya en un símbolo de resistencia en la defensa de los más sagrados derechos: los de un niño y su padre.
Marchas patrióticas iniciadas el 5 de diciembre de 1999, cuando un grupo de jóvenes de las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ) protestaron frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA) por la retención del niño y el silencio cómplice de las autoridades norteamericanas.
Marchas patrióticas iniciadas el 5 de diciembre de 1999, cuando un grupo de jóvenes de las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ) protestaron frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA) por la retención del niño y el silencio cómplice de las autoridades norteamericanas.
Y ahora, cercano el segundo aniversario de su desaparición física, sirve además reconocer y enaltecer al artífice genial de aquella batalla por el retorno del niño Elián: a Fidel, quien movilizó a millones de cubanos y a hombres y mujeres de todo el mundo en función de la noble causa.
Sin olvidar tampoco a personas, como la entonces fiscal general de Estados Unidos, Janet Reno, ya fallecida, quien firmó la orden para que la policía estadounidense penetrara en la casa en Miami donde se encontraba secuestrado el niño, de apenas 6 años, y luego le fuera entregado a su padre.
Elián González junto a su padre Juan Miguel en el momento de su llegada a Cuba (Foto: AFP).
La lucha no fue en vano, y toda Cuba disfrutó de aquel inolvidable descenso de Elián por las escalerillas del avión en brazos de su padre Juan Miguel; de aquel arribo a la Patria del llamado “niño balsero” que hizo llorar de alegría y felicidad a millones de compatriotas.
Hoy Elián es un joven de 25 años, graduado de ingeniería industrial, quien reconoce el apoyo que Fidel le brindara a su padre en lo que era justo y que vive feliz en la tierra de sus ancestros.
Mientras, Juan Miguel sigue siendo el mismo trabajador sencillo y jovial del turismo en el Retiro Josone de Varadero, a donde acude mucha gente a fotografiarse con él y a recordar aquella dura lucha por el regreso de un niño al lado de su padre.
Y Cárdenas, la ciudad natal de ambos, atesora desde hace algunos años un nuevo museo derivado de aquellos meses de intensas movilizaciones y del proceso transformador que le secundara después: el Museo de la Batalla de Ideas.
Los cubanos todavía no podemos olvidarnos de la historia de este niño (Fuente: Periódico Vanguardia)
http://www.cubahora.cu/historia/elian-el-nino-que-movilizo-a-millones?fbclid=IwAR3KcSAAlCWuChrdUOqN_k3n5Kmgy60Jzq9SXO72JuNg9p5Vcq5J6zBjHL4
http://www.cubahora.cu/historia/elian-el-nino-que-movilizo-a-millones?fbclid=IwAR3KcSAAlCWuChrdUOqN_k3n5Kmgy60Jzq9SXO72JuNg9p5Vcq5J6zBjHL4