VATICANO: El más siniestro puntal imperialista

VATICANO: El más siniestro puntal imperialista

Se hunde la “TUMBA RADIACTIVA” de EE.UU. En el pacífico


El mayor peligro de la producción de energía mediante la explotación de fuentes nucleares lo constituyen -sin lugar a dudas- los residuos radiactivos (...).

El mayor peligro de la producción de energía mediante la explotación de fuentes nucleares lo constituyen -sin lugar a dudas- los residuos radiactivos. El problema del almacenamiento seguro de los residuos no parece tener solución segura de manera previsible. Mientras tanto el riesgo de accidente crece exponencialmente en la medida en que aumenta su volumen y se arruinan los arsenales existentes.

Es justamente lo que sucede con la “tumba” radiactiva de hormigón que Estados Unidos construyó en 1980 para estos fines en la Isla Runit del archipiélago de las Islas Marshall en Océano Pacífico.

De acuerdo con varias agencias de prensa internacionales el enorme “ataúd” de cemento que guarda los restos radioactivos de las pruebas de armas atómicas estadounidenses amenaza con quebrarse en cualquier momento y dejar escapar su letal carga.

Las fuentes señalan que “no se trata de ninguna leyenda apocalíptica o del final de una serie de guerras y dragones, sino el legado radioactivo de las numerosas y terribles pruebas de armas atómicas que Estados Unidos realizó durante décadas en remotos atolones en el Océano Pacífico.

Las notas recuerda que las Islas Marshall, fueron ocupadas por Estados Unidos en 1944 durante la Segunda Guerra Mundial y donde las fuerzas armadas estadounidenses realizaron 67 pruebas de armas atómicas en varios de los atolones coralinos que componen esa nación insular entre los años 1946 y 1958 dejando en la región una enorme cantidad de residuos radioactivos que afectaron zonas habitadas aledañas a las despobladas donde se efectuaron las pruebas militares.

No fue hasta el año 1977 -según el diario estadounidense The Washington Post- que Estados Unidos se abocó a la limpieza cuando unos 4,000 militares vertieron 73,000 metros cúbicos de tierra contaminada en un gran cráter en la isla Runit -producto precisamente de una prueba nuclear de 1958. 

Allí construyeron una gran cúpula de concreto de casi 46 centímetros de espesor para confinar los residuos radioactivos allí acumulados.

Desde entonces nada más se ha hecho para asegurar la obra dada la toxicidad del contenido y su durabilidad. En este sentido se conoce que la estructura ya tiene cuarteaduras y que el suelo sobre el que fueron colocados los materiales radiactivos no fue previamente preparado para ese fin, por lo que también se teme que allí podrían desatarse filtraciones. 

Según técnicos citados por el Post, dado que ese suelo es permeable, el agua de mar penetra al interior del domo y, por ende, las filtraciones de radioactividad podrían ya estar sucediendo, aunque al parecer en un nivel reducido.

Ante tan urgente amenaza, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, declaró a la Agencia AFP que existe una grave preocupación ante la posibilidad de que ese domo de concreto ceda. En su opinión, si eso sucediese, la radioactividad que contiene podría esparcirse en el Pacífico con severas consecuencias.

No hay que olvidar que los residuos radiactivos, son extremadamente peligroso para la vida de las personas y el medio ambiente. Por ello para evitar el riesgo de contaminación y las desastrosas consecuencias para los seres vivos, los residuos radiactivos deben aislarse con métodos adecuados hasta que la radiación haya descendido su nivel de radiación.

 Generalmente, los residuos radiactivos de este tipo se eliminan en las profundidades de formaciones geológicas estables de roca o arcilla, después que previamente hayan sido cerrados en contenedores metálicos resistentes a la corrosión.

Sin embargo, todavía se están buscando métodos más eficaces para estabilizar los residuos radiactivos sin que se haya encontrado una solución segura y definitiva. 

A lo que hay que añadir que en todo el mundo los residuos radiactivos siguen acumulándose cada año que pasa. Solo Estados Unidos producen anualmente unas 2300 toneladas de residuos radiactivos.

A día de hoy, numerosos especialistas ponen en duda el método de enterrar residuos nucleares de forma definitiva e irreversible respaldados basados en una tecnología obsoleta y susceptible a la ocurrencia de accidente y errores humanos. Asimismo, cuestionan igualmente materiales empleados y los procesos tecnológicos que se adoptan.

http://canarias-semanal.org/art/25283/se-hunde-la-tumba-radiactiva-de-eeuu-en-el-pacifico

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