En un extenso artículo publicado el 18 de abril por el reaccionario PanAm Post, el periodista Orlando Avendaño volvió a cargar contra las estrategias -fallidas- de la oposición venezolana. Como en otras oportunidades fue el entorno del autoproclamado Juan Guaidó el centro de las acusaciones de este periodista, quien actualmente recibe los aplausos y el apoyo público del sector más radical aglutinado alrededor de la figura de María Corina Machado.
Aludiendo a su presencia en el Puente Tienditas el 23 de febrero, Avendaño afirma que los dirigentes opositores que comandaban la entrada forzosa de "ayuda humanitaria", aseguraban que estaban en contacto con jefes militares venezolanos: "Estamos en contacto y te digo otra cosa: esto es cuestión de horas. Esto está listo. Viene el quiebre", precisó el periodista.
A partir de allí toma las defecciones de Rafael Ramírez, Hugo Carvajal, Cliver Alcalá Cordones -organizador de los militares desertores del 23 de febrero- y Luisa Ortega Díaz, para demostrar que la estrategia opositora de cambio de régimen tiene como aspecto central el quiebre de la FANB y del Gobierno venezolano, en menoscabo de la propuesta de intervención militar estadounidense propalada por sectores radicales.
Para soportar sus opiniones, Avendaño consultó al "estratega político" Pedro Luis Pedrosa.
"Yo creo que Estados Unidos se está metiendo en la cama con sus peores enemigos en América Latina. Algunos voceros de la oposición en Estados Unidos han engañado a la Casa Blanca descaradamente. Son los operadores del Gobierno de Juan Guaidó hoy en Washington. Engañaron a Estados Unidos y a sus aliados", afirmó Pedrosa.
El artículo de Avendaño continúa la misma línea de su publicación anterior, donde acusó a Carlos Vecchio (emisario de Guaidó en EEUU), Gustavo Tarre Briceño (emisario para la OEA) y Humberto Calderón Berti (emisario para Colombia), de conspirar contra la intervención militar. En esta oportunidad, Avendaño hace ver que la estrategia de "quiebre militar" ha fallado y que, en consecuencia, la administración Trump ha sido engañada.
Aunque es indiscutible la poca efectividad de esta estrategia, Avendaño acomoda el escenario arbitrariamente para proyectar a María Corina Machado como el único actor confiable del antichavismo, al cual EEUU debe dar su apoyo por encima de Guaidó para perfilar la urgente intervención militar.
Sin embargo, durante todo 2018, cuando todavía no se perfilaba la "operación Guaidó", el senador Marco Rubio, el ex embajador estadounidense en Caracas, Todd Robinson, y el ex secretario de Estado, Rex Tillerson, realizaron insistentes llamados para que la FANB dieran un golpe a Nicolás Maduro.
Siendo así, parece poco sólido el argumento del engaño, puesto que Washington pensaba que presionando al sector militar venezolano lograrían sus objetivos, desde principios de 2018.