1. Es lamentable que la CEN envió al pueblo un mensaje eminentemente político (02–12–2019), que sólo expresa sus intereses y de las organizaciones y personas que pretendieron derrocar al Gobierno Constitucional de Nicaragua, por medio del fallido golpe de Estado que causó luto y desolación al pueblo, especialmente al pueblo pobre que ellos afirman defender, olvidándose por completo que el Adviento es el tiempo con el cual se inicia el año litúrgico cristiano. Consiste en un período de preparación espiritual para la solemnidad de la Natividad, nombre litúrgico de la Navidad, en la cual se celebra el nacimiento de Jesús. Debe ser un período de reflexión y amor por la venida del hijo de Dios: Jesús a derramar su sangre para salvar a la humanidad.
2. Inicia la CEN su mensaje con la carta 2 Corintios 1:3–4: "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios". Es contradictorio que inicien su mensaje con ese pasaje que refleja las aflicciones del apóstol Pablo no para consolar al pueblo que sufrió la muerte, las heridas, la destrucción y los vejámenes a su dignidad humana, y que actualmente sufre los daños que esos grupos vandálicos causaron a la economía nacional, sino que lo usan para complacer los intereses de los golpistas derrotados y de los gobiernos injerencistas que los apoyan.
3. Dicen que su mensaje está dirigido a los "comprometidos en el servicio al bien común" pero ellos abiertamente participaron, apoyaron y siguen apoyando a los que quieren derrocar a un gobierno –ahora por medio de las duras sanciones que ellos han solicitado con vehemencia al imperio yanqui– cuyas políticas, proyectos y resultados han sido los mejores en la historia de Nicaragua para redimir el bien común que los gobiernos de esos grupos golpistas habían desposeídos. Se olvidan que Jesús vino por los pobres no por los ricos.
4. De forma sibilina, oculta, manipulan escrituras de los libros del Éxodo y Deuteronomio para decir que "Dios se solidariza con nuestro dolor y sufrimiento" –el de ellos–, pero sin una palabra para el sufrimiento de la inmensa mayoría que sufrió las muertes y daños. En esta parte de su mensaje se quejan de la muerte, el exilio forzado, las detenciones, los que están la cárcel que llaman injusta; pero no dicen nada de la justicia que se debe aplicar a los culpables de esas muertes y daños. Se quejan de "manipulación de la conciencia" y son ellos los principales manipuladores de la conciencia de los humildes; se quejan de los índices de violencia que según ellos actualmente existen, pero no dicen una sola palabra de los grupos vandálicos que fueron los causantes. Les recuerdo que seguimos siendo unos de los países más seguros y que se trabaja para volver a los índices de antes de la nefasta fecha del 18 de abril de 2018.
5. Es inaceptable que nos hablen de grupos de lucha cívica, de protesta pacífica, para enfrentar lo que ellos alegremente llaman círculos de muerte, cuando fueron esos golpistas vandálicos los que causaron terror, muerte, destrucción y caos al pueblo por 90 días, y quieren causar muerte, hambre y desolación –es decir círculos de muerte–, por medio de las sanciones económicas que los obispos apoyan y que solicitan sus allegados golpistas.
6. Cuando invocan por líderes no violentos que conquisten de la mano de Dios metas de libertad y justicia, deberían de empezar por ellos y los grupos golpistas que le quieren negar al pueblo pobre, por el cual vino Jesús a redimir, sus anhelos de una vida mejor, por la cual ellos mismos son protagonistas para lograrlo.
7. Manipulando conciencias, afirman que no se puede servir a dos señores pero ellos nunca dijeron una palabra cuando la iglesia siempre estuvo al servicio de los gobernantes capitalistas de derecha y volvían a ver a otro lado ante los sufrimientos de miseria e injusticas que le impusieron al pueblo.
8. Imploran por obras de misericordia, cuando el gobierno del Comandante Daniel y la compañera Rosario, durante doce años –reconocidos por el pueblo y la comunidad internacional– ha sido el más solidario ante los embates de la naturaleza, reduciendo significativamente los índice de pobreza extrema y general, logrando una vida con mayor dignidad para el pueblo.
9. Nos pretenden recordar que estamos ante una crisis que tiene profunda raíces de pecado estructural y social. Pero qué contradictorio: buscan que se vuelva a esas raíces de miseria que implantaron los gobiernos del capitalismo salvaje.
10. En sus siete puntos principales claman por el diálogo, respondiendo a los intereses de los grupos golpistas y del imperio yanqui de turno. En su oportunidad, en mayo, fueron ellos quienes mataron el diálogo con su parcialidad y cerrar sus ojos ante las atrocidades que se cometían en los tranques, mismos que el obispo Báez le ha llamado "extraordinarios".
11. No podemos creer que algunos de los obispos de la CEN sean los profetas no armados que dicen en el punto cinco de su mensaje, que nada tiene de adviento. Tres de ellos han propugnado por la lucha violenta y armada.
12. En su punto siete, insistiendo en el diálogo, exigen audacia, coraje y respeto al otro, pero ¿qué pasó en el fallido diálogo que ellos mataron? El Comandante Daniel, la compañera Rosario, en su calidad de presidente y vicepresidente, y los funcionarios del Estado mostraron audacia, valor y coraje, convocando y asistiendo al diálogo, pero los obispos mediadores permitieron un total irrespeto a la dignidad del mandatario y a los funcionarios, a los que públicamente los pretendidos grupos golpistas, con voces rimbombantes ante las cámaras de televisión que exigieron los obispos, se burlaron de ellos con epítetos vulgares, exigiendo su renuncia inmediata.
13. Los obispos de la CEN nuevamente se ofrecen para "acompañar" al diálogo, ya no exigen ser testigos mediadores, ¿mea culpa de sus infortunios y fracaso? Cuando se lanzaron como los únicos que podían hacerlo, el tiempo les demostró que sus propios intereses, por apoyar a los golpistas, arruinaron el pretendido diálogo, mismo que hoy pretenden levantar como del cadáver que ellos enterraron.
Pero de algo estoy absolutamente seguro: ¡no son Dios!
Por lo tanto no Podrán hacerlo con ellos como mediadores y testigos, ni con grupos que pretendan ellos imponer.
Por Tomás Valdez Rodríguez