Hemos sido históricamente intervenidos. Primeramente nuestros pueblos fueron “descubierto” por aventureros que sirviendo a la corona española sometieron a nuestros ancestros bajo el signo de la cruz para saquear nuestras riquezas. Los detalles de esta historia está demás decírselos. Como está demás decir que el proceso independentista de nuestros pueblos no alcanzó aniquilar esta historia de intervenciones. Solamente pasamos de manos de uno a otro imperio.
Desde 1849, la probabilidad de hacer una conexión interoceánica a través de nuestro territorio, hiso que los gringos pusieran el ojo sobre nuestras tierras. Luego Walker a su llegada a Nicaragua, en 1856, retomó esa ruta de “descubrimiento”, ocupación, sometimiento, saqueo y exterminio de nuestra sangre, que siguieron los españoles. Desde entonces hemos sido reiteradamente intervenidos por ellos.
Pero está históricamente demostrado que la intervención origina también resistencia. La resistencia de Diriangén, por ejemplo, la del pueblo que defendió San Jacinto, la lucha de Sandino, la lucha del pueblo en contra de la dictadura somocista y después la defensa de la revolución. Así también está demostrado que la intervención siempre se sirvió de traidores y vende patrias que han servido al imperio para alcanzar su propósito. El poder.
El ejemplo más moderno de estos traidores: Maradiaga, Mora, Báez, Aguerri, por mencionar algunos de los que han confesado prácticamente querer acabar con esta revolución y aspiran asumir el poder mediante un gobierno títere de EEUU. Como dicen popularmente ese cuento ya lo sabemos. Luego usted podrá libremente completar el listado de “Judas” que tenemos, por supuesto pasando por la CEN, el MRS, los supuestos organismos de “derechos humanos”, medios “independientes” y más.
La antítesis de estos: cada uno de los hombres y mujeres que desafiaron el golpe de abril pasado y siguen fiel en las filas del FSLN. Cada uno de ellos, los que empuñando la bandera roja y negra defendieron el pabellón azul y blanco, son los verdaderos hijos de Sandino y de esta patria soberana.
Como ya sabemos nuestra bandera patria, la azul y blanco, fue empañada por la servidumbre del imperio yankee. Ellos, una vez más la macharon de sangre. En una cruzada de odio y manipulación la empuñaron para delinquir, intimidar, secuestrar, torturar, violar y asesinar a nuestro pueblo. Pero lo más perverso es que la hayan tomado como símbolo de su barbarie.
Nosotros, los sandinistas, en nuestra lucha anti intervencionista la honramos. Ellos, los otros, la empañan y es por ello que debemos arrebatarla de sus manos. No permitamos que la sigan ocupando. Fundamos color con color. Azul, blanco y rojo y negro. Pongamos el tinte rojinegro, retomemos el tinte azul y blanco.
No permitamos más manipulaciones. En donde tiren globos (dicen ellos), azul y blanco tiñámoselos con rojinegros. En donde se pique papel azul y blanco piquémosle rojinegro. Donde hagan pintas azul y blanco, pintemos de rojinegro. Tiñamos las redes de rojinegro y azul y blanco. Coloquemos en nuestras casas la bandera rojinegra y coloquemos a la par la bandera patria.
Desmontémosle el teatro que hacen en sus medios para “conmover” a una comunidad internacional desinformada (léase desinformada por ellos). La mayor carencia de ellos es autenticidad. Se tomaron nuestra bandera, se tomaron nuestro canto, se tomaron nuestras consignas en servicio al imperio para articular un golpe a nuestro gobierno.
En este momento no tienen más que apostar a estos juegos psicológicos, y aunque parezcan pendejadas, siguen tratando de jugar con nuestro sentido común, con el sentimiento de nuestro pueblo. Siguen tratando de confundir a nuestro pueblo con causas prefabricas de piezas montadas sobre mentiras.
Sus intentos no paran. Esto es cíclico, recurrente. Y a los sandinistas nos toca continuar defendiendo nuestra patria azul y blanco empuñando la bandera rojinegra del FSLN. Nos quisieron joder con sus “revoluciones de colores”, pero aquí los rojinegros, somos los verdaderos azul y blanco y al igual que Sandino, vamos a defender el decoro nacional que representa la nuestra bandera.
¡Que viva Sandino!
¡Que viva la Revolución!
¡Que viva Daniel!