Rosa María Payá ha negado la autenticidad de la carta que le escribió al Secretario General de la OEA Luis Almagro, pero su historial plagado de mentiras, incoherencias, y falsas acusaciones no la defiende. Era de esperar que actuara de ese modo.
Según el destacado psiquiatra peruano Dr. Carlos Bromley, “las personas que sufren trastorno psicopático de la personalidad, mienten con mucha facilidad y son muy hábiles para hacer de sus mentiras algo coherente”.
Para Bromley, “mentir puede ser producto de un contagio psicológico de comportamientos en un determinado entorno social, donde todo el mundo miente, más aún cuando la personalidad no está bien estructurada o cuando se tienen determinadas debilidades morales, de principios o de valores”.
Llevando estos conceptos del especialista al caso de Rosa Maria Payá, pareciese que los hubiera concebido estudiando el comportamiento y ambiente socio familiar de esta nueva “chica maravilla” del imperio.
Para no extenderme demasiado solo referenciaré algunos aspectos que sustentan mi afirmación:
Su padre Oswaldo José Payá Sardiñas fallecido en un accidente de tránsito el 22 de julio de 2012, fue un conocido cabecilla contrarrevolucionario, que en 2002 aseguró haber reunido 11.200 firmas, para su engendro político Proyecto Varela, sin embargo, no pudo presentar la acreditación de los firmantes como electores con declaración jurada ante notario, ¿por qué?, sencillamente porque la mayoría eran falsas. Cínicamente en el 2004 volvió a insistir presentando 14.000 firmas adicionales, que junto a las demandas realizadas volvieron a carecer de carácter legal.
Lo anterior sugiere que podría existir un componente hereditario en la patológica manía de Rosa María Payá de mentir.
No voy a hablar de la negativa influencia de los amigos terroristas y mentirosos de su padre porque son los mismos de ella ahora, solo faltan los fallecidos y los que han dejado sus cargos en el gobierno de los EE.UU. También hay nuevos.
Algunos que se destacan: Donald Trump, Carlos Alberto Montaner, José María Aznar, Luis Almagro, Marcos Rubio, Andrés Pastrana, Jorge Quiroga, Santiago Álvarez Fernández Magriñá etc, con semejante entorno de mentirosos, tergiversadores, inmorales y faltos de principios, sus trastornos de personalidad se han exacerbado.
Rosa María tiene su propio acervo de embustes. Uno que repite sin ningún pudor, “mi padre fue asesinado por el régimen cubano, el carro en que viajaba fue embestido por la parte trasera por otro vehículo con distintivos del gobierno.
Es inmoral afirmar tal cosa contra todas la evidencias existentes, que demuestran que se trató de un accidente de tránsito, común y corriente. Incluso el PSOE, rechazó reunirse con ella acusándola de estar manipulando la muerte de su padre con fines políticos.
Es tal su enfermiza tendencia a la mentira que existiendo fotos del auto accidentado que demuestran que no existió tal golpe por la parte trasera, ella insiste en afirmar lo contrario. Igual hace ahora con la carta.
Otra más de la “chica maravilla”, “soy una refugiada política, temo por mi seguridad”, esta es otra descarada falacia, entra y sale de Cuba libremente sin ser molestada.
Una para el cierre, “vivo modestamente”. Tiene una casa de más de 300 mil dólares en Miami.
Existe algo muy importante que también la impulsa a mentir y es su ambición por el dinero y ella sabe dónde está, por eso algunas preguntas para Rosa María Payá.
¿Te has reunido o no con Marcos Rubio?
¿Te pusiste o no de acuerdo con él en las acciones a realizar contra Cuba y Venezuela en el marco de la VIII Cumbre?
¿Te prometió apoyo, sí o no?
¿Qué te dijo de los presidentes latinoamericanos?
¿Cuál fue el principal dividendo que sacaste de ese amigable contacto?
El historial de mentiras, vasallaje, subordinación a los intereses de los enemigos de la Revolución y una conducta alejada de cualquier principio ético de Rosa María Payá, desacredita cualquier planteamiento suyo.
Por eso pruebas no palabras Rosa María.
https://lasantamambisa.wordpress.com/2018/04/12/rosa-maria-paya-vs-cuba-pruebas-no-palabras/