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| Orlando Figuera |
El 30 de marzo de 2017 la ex fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, anunció casi en cadena de televisión, lo que después se constituyó en el detonante de las cruentas "guarimbas" que luego fueron calificadas (y con razón) de actos terroristas por su carácter violento y criminal.
Los partidos de la llamada MUD (que hoy mutó en el "Frente Amplio") Primero Justicia y Avanzada Popular, dirigieron las acciones alentadas también y básicamente desde Estados Unidos y otros países que vienen apostando a la salida del gobierno de Nicolás Maduro.
"Considero un deber histórico e ineludible (…) referirme a las recientes decisiones, signadas con los números 155 y 156 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia.
En dichas sentencias se evidencian varias violaciones del orden constitucional y desconocimiento del modelo de Estado consagrado en nuestra Constitución (…) lo que constituye una ruptura del orden constitucional (…)" Dijo Ortega, rodeada de empleados de la Fiscalía General de la República y animada por su esposo, el diputado del Psuv y periodista Germán Febres.
Hoy ambos prófugos. Ortega montó una Fiscalía "Itinerante".
Al día siguiente el presidente Maduro convocó al Consejo de Defensa de la Nación, reunión a la cual no asistió Ortega porque según algunos medios le dio una angina de pecho.
La Asamblea Nacional, bajo el mandato de Henry Ramos Allup, juramentó a los tres indígenas cuya elección había sido cuestionada en diciembre de 2016.
La oposición envalentonada por el triunfo en las legislativas transitó el camino de la confrontación al gobierno de Maduro ocasionando un conflicto de poderes que aún, un año después, no se resuelve.
Los anuncios de Luisa Ortega desencadenaron las protestas de la oposición y un número que oscila entre los 130 y 167 muertos.
Todos los días trancaban calles, anunciaban "plantones", la gente no podía asistir a su trabajo, ni salir a comprar comida. Todo lo quemaban.
Hasta gente. También hubo excesos policiales y de la Guardia Nacional Bolivariana.
Se usaron armas de fabricación casera.
La oposición utilizó menores de edad y los colocó en la primera fila de aquellas refriegas.
Se habló de cuantiosos recursos para financiar las protestas.
De aquellas muertes recordamos de manera especial la de Almelina Carrillo y también la de Orlando Figuera o la de Gruseny Canelón
Nunca olvidaré el día que mataron a Orlando Figuera porque yo estaba muy cerca del sitio donde lo atacaron, en Altamira.
De pronto vimos una humareda negra que nos arropó.
Olía a carne quemada, a caucho quemado, a aceite quemado, pero jamás me imaginé algo tan espantoso.
Ese día tuvimos que caminar desde Altamira hasta nuestra casa, en Colinas de Bello Monte porque, como ya era usual, no había transporte público.
Episodios como ese vivimos todos los días desde el 30 de marzo hasta el 30 de julio de 2017…
Muchos jóvenes murieron en confusos eventos que aún no se han esclarecido. Otras personas que ni siquiera protestaban sino que simplemente corrieron con la mala suerte de estar en el sitio y hora equivocados.
Un país incendiado por los cuatro costados ante la nula actuación de la Fiscalía de entonces.
Por parte de la oposición han desaparecido sus más conspicuos dirigentes: Freddy Guevara, por ejemplo, se encuentra aún en calidad de "huésped" en la residencia del embajador chileno en Caracas.
Guevara llegó a desarrollar toda una metodología con los trancones y plantones que a diario sufríamos en Venezuela.
Otros personajes como el violinista Wuilly Arteaga, ahora nada en dólares en Nueva York donde vive y tiene éxito como "cantante".
Hans Wuerich el actor que se desnudó frente a las tanquetas de la Guardia Nacional Bolivariana es otro que también se fue de Venezuela.
Los desnudos se pusieron de moda en esos días. Las chicas opositoras imitaron al Movimiento Femen aunque sin comprender mucho su filosofía.
La nota era pantis y sostenes al aire con tal de ganar notoriedad frente al enjambre de periodistas y fotógrafos que, cual mariposas amarillas, acompañaban religiosamente las acciones.
Lilian Tintori, la intocable, dio la vuelta al mundo pidiendo intervención contra Venezuela y haciendo propaganda a su marido, Leopoldo López. María Corina Machado, Henry Ramos Allup, Diana D’Agostino, Julio Borges, Henrique Capriles.
Todos apoyados por Luis Almagro, Mariano Rajoy y otros…Protagonistas de una triste historia que concluyó con la elección de la Asamblea Nacional Constituyente el 30 de julio de 2017.
Una decisión del presidente Maduro para poder lograr gobernabilidad ante un Legislativo que impedía la convivencia pacífica de dos Poderes.
La consecuencia de eso es un cambio en las relaciones del Estado y una ANC cuya actuación aún evaluamos.
Hoy rendimos honor a quienes perdieron la vida en aquellos sucesos. Hombres y mujeres, jóvenes y niños, cada quien con una historia truncada.
No nos alcanzará la vida para llorar su muerte y desde este espacio nos solidarizamos con sus madres, padres, familiares y amigos…Solo pedimos una cosa: justicia
Varias instituciones y medios de comunicación llevaron cronologías de tan lamentables pérdidas: aquí les presentamos algunas:
https://www.aporrea.org/actualidad/n322968.html
