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Bolivia: EVO: UN LÍDER A PALOS


El 8 de abril de 1997, en pleno gobierno de Goni, Evo Morales estuvo a punto de ser asesinado.
Si no era un sargento que detuvo a quienes le daban con la parte mota de los machetes, Evo moría en sus manos.

 Los campesinos cocaleros lo metieron al monte y buscaron al Dr. Godolfredo Reinicke, para que le hiciera un examen. El informe es concluyente: 

Evo tenía 37 años y tanto los Leopardos de entonces como los soldados de la UPE, le provocaron hematomas en la región molar, en los ojos, en el tórax, sobre todo en la base pulmonar izquierda, todas dolorosas a la palpación; en el hombro derecho, el muslo izquierdo y orificio de un balín, que le penetró 3 centímetros.

Los cocaleros lo llevaron al monte, sin auxilio médico, y allí Evo tuvo tiempo de pensar en su vida. El gobierno de Goni había ofrecido no sólo erradicar la hoja de coca sino a los cocaleros y cocaleras para crear un parque nacional y entregarlo a 8 inversores. 

El resto sería una colonia de vacaciones para la clase media cochabambina con hoteles de lujo rodeados por campos de soya transgénica de Monsanto y otras transnacionales.

Pero Evo se repuso, retomó la dirigencia sindical, tuvo a los primeros diputados, entre ellos él, fue desaforado y vio la necesidad de crear el instrumento político de los campesinos y movimiento popular, para ya no seguir prestándose siglas de la democracia pactada, y así avanzó al triunfo electoral del 2005.

Allí no terminaba su lucha, porque se planteó diez medidas para los primeros 100 días y las cumplió, entre ellas fijarse un límite de ingresos para él y para toda la administración pública, que dura hasta hoy, la convocatoria a la Asamblea Constituyente y una medida que potenció la inversión pública y fortaleció el Estado: la nacionalización de los hidrocarburos en mayo de 2006. Con eso la exportación de gas subió en tal forma que fortaleció nuestras reservas internacionales y permitió subir la inversión pública a niveles inauditos.

Pero estaba pendiente el enfrentamiento del 11 de enero de 2007. 

El 2008 fue un año decisivo, porque los cívicos cruceños cerraron las válvulas de gas y había que reiniciar la exportación a Brasil. 

Pando estaba en manos del prefecto Leopoldo Fernández. Ambos operativos fueron militares: el 11 de septiembre fue la masacre de Porvenir, en Pando, y el 16 de septiembre un avión Hércules aterrizó en Cobija y llevaba, como el caballo de Tropya, tropas que retomaron el departamento y detuvieron al prefecto. Del mismo modo, la conjura separatista húngara fue desbaratada y hoy no se habla más de la media luna.

Aprobada la nueva Constitución con más del 60 por ciento, fue promulgada en 2009. Pero no hay que olvidar que más de un 30 por ciento de la clase media urbana letrada se opuso a la nueva Constitución. 

Hoy dicen defenderla y que no se toca, pero solo la aceptan en lo que les conviene, no en forma íntegra, porque tiene instituciones nuevas como la fundación del Estado Plurinacional, la wiphala como símbolo patrio, la defensa de la hoja de coca, el agua como derecho humano y no como mercancía, la propiedad de todas y todos sobre las riquezas del subsuelo y su administración por el Estado Plurinacional, que es la viva negación del neoliberalismo, que en Bolivia se llama gonismo.

Nadie negaría el liderazgo de Evo Morales en el proceso de cambio; por eso Evo dice que los paros y bloqueos de la clase media no son contra el Código Penal sino contra él, contra su repostulación.

A ello se suma una denuncia grave del Ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Eugenio Rojas: que se estaría gestando el magnicidio contra el Presidente Evo, si vamos a interpretar las amenazas y graffiti pintados en los paros cívicos: “Espero que un día te disparen así, cholo; raza maldita, pronto morirás. 

¡Evo cholo!. ¿Muerte? Seguramente quieren asesinar a Evo Morales".

Evo dirige e inspira el proceso de cambio. Se nos acostumbra a verlo como “el indio que inaugura proyectos diseñados por los blancos”, pero no es así. 

La nacionalización de las concesiones petrolíferas, que hoy es la raíz de la inversión pública y las reservas internacionales nunca antes vistas en toda la vida republicana, es obra de Evo.

Asesores suyos trataron de disuadirlo de enero a mayo de 2006, pero el 1º de mayo Evo sorprendió al tomar las concesiones petrolíferas “capitalizadas” y al refundar YPFB, que se había convertido en una penosa empresa residual.

Viendo por Bolivia TV el informe de labores de Evo a la Asamblea Legislativa, vemos una enorme cantidad de éxitos económicos, que significan una excelente ejecución. 

Pero no sólo vemos ideas económicas sino ideas políticas y el seguimiento de las relaciones internacionales, que son obra de Evo. 

No reconocerlo es suicida, pero eliminarlo es una denuncia muy grave, y todas y todos los bolivianos deberíamos sopesar este magnicidio, para ver qué nos depararía el futuro si él no existiera.

La clase media urbana letrada actúa repitiendo consignas heredadas de la izquierda. No han sido capaces de inventar nuevas, como no sea compararnos con Cuba o Venezuela, realidades que no se parecen en absoluto con la realidad boliviana, tan compleja pero tan propia. 

Para empezar, es posible que luchemos por el socialismo del siglo 21, pero hoy tenemos un plurinacionalismo revolucionario, nada más y nada menos, porque es un aporte boliviano a la ciencia política universal.

Los clasemedieros dicen que hay tropas cubanas y venezolanas que están dispuestas a una guerra civil; con la misma lógica, yo diría que hay agentes chilenos incrustados en las marchas de los clasemedieros, para comprometer el fallo de la Corte de la Haya este mes de junio.

Pero el argumento central es otro: no podemos darnos el lujo de formar políticos de primera en cada partido, cuánto menos si forjar un Evo significa tanto sacrificio sindical, político y personal

UN COMPAÑERO DEL PROCESO
(Anónimo)

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