Todo empezó hace 25 años.
Un grupo criminal que actuaba con la precisión y la frialdad de un comando militar protagonizó una ola de asaltos violentos en los comercios y supermercados de la región belga del Brabante valón durante tres años.
Esos asaltos, en los que siempre se utilizaron las mismas armas, reportaron un botín relativamente escaso, pero dejaron una estela de 28 muertos y decenas de heridos.
Los investigadores aún no han podido identificar ni detener a los autores de esos crímenes.
Las matanzas de Brabante, como se denomina este oscuro episodio de la historia reciente de Bélgica, siguen atormentando la memoria de la población.
En especial, porque se sospecha que esos crímenes estuvieron motivados por razones políticas, para desestabilizar al Estado belga, y que estaban implicados exmiembros de los servicios secretos al servicio de intereses geoestratégicos norteamericanos.
Fuerzas ocultas
Las dos comisiones especiales parlamentarias que analizaron estos hechos en 1990 y en 1996-1997 recomendaron investigar las pistas políticas y se mostraron convencidos de que, detrás de esos crímenes, actuaron fuerzas ocultas entre bastidores, incluidos posiblemente antiguos miembros de los servicios secretos y de la gendarmería.
Las matanzas de Brabante se produjeron en los años de las protestas masivas de la población contra la instalación de los euromisiles nucleares norteamericanos, en los últimos episodios de la guerra fría.
La violencia gratuita de los asaltos, el escaso botín y la actuación fría del grupo han apoyado la tesis de un complot para desestabilizar el Estado y forzar un endurecimiento del Gobierno, como ocurrió con un reforzamiento de los poderes de la gendarmería.
Los investigadores René Haquin (belga) y Daniele Ganser (suizo) argumentaron en diferentes libros la implicación de la red secreta norteamericana Gladio y la OTAN en estos episodios.
Los abogados de las familias de las víctimas también acusaron a la cúpula de la gendarmería belga de la época de estar implicada en los hechos y asociada a la extrema derecha para forzar un golpe de timón en el Estado.
La patética nota de respuesta facilitada por la gendarmería confirió credibilidad a las acusaciones.
El caso de los “Asesinos de Brabante” salió de nuevo a relucir esta semana a través de artículos de Het Laatste Nieuws [1] y de un programa de la televisión flamenca.
El hermano de un gendarme de élite, Christian Bonkoffsky, declaró que este último le reveló en su lecho de muerte que él fue uno de los misteriosos asesinos.
Por su parte, un abogado de las víctimas denunció las incoherencias de la investigación judicial sobre los crímenes.
Entre 1982 y 1985, individuos cuya identidad aún se desconoce actualmente perpetraron una serie de asaltos en Bélgica y en el norte de Francia, donde asesinaron un total de 28 personas, y aún se les designa como los «Asesinos de Brabante» o «la Banda de Nivelles» (Bende van Nijvel).
Pero los magistrados a cargo de la instrucción, el ministro de Defensa de Bélgica y una comisión parlamentaria que debía investigar los crímenes se estrellaron contra… las disposiciones que protegen los secretos militares de la OTAN [2].
En los años 1980, la OTAN organizó en Europa una serie de atentados que prefiguraban el modelo que aplicó durante estos últimos años, recurriendo ahora al uso de yihadistas.
Las autoridades belgas, que toman muy en serio estas nuevas revelaciones, consideran que las fotos del ex gendarme miembro de la unidad de élite Diane, coinciden con los retratos hablados realizados en la época de los hechos.
Las verificaciones realizadas demuestran que el sospechoso nunca estuvo físicamente presente en su puesto durante los numerosos asaltos.
La justicia belga está interrogando a todos los ex colegas del sospechoso ya fallecido y el testigo reveló también que otros 2 ex miembros de la unidad Diane visitaron al sospechoso en su domicilio.
[1] «Vermassen denkt te weten wie achter Bende van Nijvel zit: “We moeten naar Staatsveiligheid van die tijd kijken”», «Onderzoek Bende van Nijvel in stroomversnelling: “Vaak uitgelachen, maar nu krijgen we toch gelijk”», Het Laatste Nieuws, 15 y 21 de octubre de 2017.
[2] «Los ejércitos secretos de la OTAN (X). La guerra secreta en Bélgica», por Daniele Ganser, Red Voltaire, 19 de julio de 2011.
http://www.voltairenet.org/article198477.html
http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/internacional/brabante-no-olvida_366469.html
