Israel Lewites Rodríguez nace un 28 de diciembre de 1948 en la ciudad de Jinotepe, departamento de Carazo.
Estudia primaria y bachillerato en el Colegio Pedagógico de Diriamba. Desde niño muestra sensibilidad ante la pobreza y la injusticia.
Su hermano Saúl recuerda que Israel tenía siete años cuando llega una anciana al negocio de su familia a comprar algunas cosas, y al notar Israel que ella no podía pagar lo que quería, opta por regalarle todo lo que la viejecita necesitaba.
Para la a toma de los Cuarteles GN de Jinotepe y Diriamba el 11 de noviembre de 1960, Israel cuenta con doce años de edad. En esa acción participan su padre y su hermano Herty, quienes al fracasar la acción, se asilan en la Embajada de Brasil.
La represión se ensaña con su familia. La GN allana la residencia de sus padres, tomándosela durante varios días. Saúl, su hermano de apenas catorce años de edad, es capturado y sometido a interrogatorios y torturas. Sufrió quemaduras de cigarro en todo el cuerpo.
Al salir al exilio su padre, el régimen también le quita la nacionalidad, y empieza el calvario del destierro. Don Israel, junto a Herty Lewites, viaja a Brasil y luego a El Salvador, y pueden regresar poco tiempo después por una amnistía que decreta en 1963 el Presidente René Schick para todos los perseguidos. Pero muy pronto tendrán que salir nuevamente exiliados a El Salvador, México y Estados Unidos.
Estas experiencias que le llegan bien temprano, logran hacer mella en la vida de Israel y en su formación político-ideológica.
Mientras estudia en el Colegio Pedagógico, Israel destaca por su liderazgo y se gana el respeto y confianza de sus compañeros de clase, quienes lo elegían cada año como responsable de su grupo.
En 1966, cuando cursa el cuarto año, participa en huelgas, paros y manifestaciones, lo que le valió una expulsión temporal del Colegio. Luego sufre su primera, aunque corta detención, cuanto se enfrentó a unos guardias, junto a un amigo. A partir de entonces quedó fichado como subversivo en la Oficina de Seguridad Nacional (OSN).
En estos años de juventud su carácter se iba definiendo como intransigente frente a las injusticias; era marcadamente solitario, sencillo y buen compañero, radical en cada momento de su vida. Mostraba su consecuencia repartiendo entre los más necesitados la ropa que le daban sus padres.
A finales de 1967, a la edad de diecinueve años, parte hacia México, matriculándose en la Universidad de Guadalajara. Ahí se reúne con su hermano Saúl, pero el pensamiento y el sentir de la Universidad choca con el de los hermanos Lewites, quienes se resisten a participar en los movimientos de corte fascista que ahí había. Pasan por un período de hostigamiento y finalmente reciben una nota en la que se les comunica su expulsión. Israel se traslada a la Universidad de Puebla, donde comparte con estudiantes de pensamiento más amplio y de posiciones políticas más afines.
En esos años, por medio de sus lecturas llega a interesarse por la trayectoria revolucionaria del Comandante Ernesto “Che” Guevara. Por el contacto con compañeros mexicanos, e influido por el pensamiento internacionalista del “Che”, en ciertas ocasiones manifiesta su interés por luchar en el movimiento revolucionario mexicano.
Entre sus lecturas predilectas estaban los libros relacionados con la situación social y política de América Latina: Materialismo Histórico, Experiencias del Movimiento Revolucionario Mexicano, Filosofía y Psicología. Además, mantenía una estrecha relación con la Escuela de Filosofía, y en sus tiempos libres solía platicar con los profesores de dicha Escuela con el interés de adquirir conocimientos en la materia.
A mediados de 1973, por medio de su hermano Herty, hace contacto con el compañero Eduardo Contreras, para entonces Responsable FSLN del Regional Distrito Federal (D.F.) en México, e inicia así su carrera revolucionaria con el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Al año siguiente, en 1974, ingresa al país graduado de Ingeniero Químico. El FSLN lo ubica en el Ingenio San Antonio, en Chinandega donde trabaja inicialmente bajo la responsabilidad de Róger Deshón, quién años más tarde cae en la Masacre de Veracruz, en León. Después trabaja con Juan José Úbeda, quien estuvo varios meses como Responsable del Regional Chinandega, antes de ser capturado.
En el Ingenio fue querido y respetado particularmente por los obreros, a quienes visitaba con frecuencia en sus covachas y algunas veces comía con ellos, cosa poco usual entre el resto de técnicos y profesionales del Ingenio. Eso le permitió realizar trabajo de concientización, reclutando a técnicos y a obreros y organizándolos más tarde en células. Además, colaboraba económicamente entregando al FSLN casi la totalidad de su salario, y transportaba en su vehículo a cuadros clandestinos del Frente.
Entre los técnicos que organiza estaban Dionisio Marenco y Ricardo y Manuel Coronel Kautz.2 Con algunos de estos compañeros hizo un traslado de armas procedentes del exterior, y en febrero de 1975 trasladaron a dieciséis compañeros que subieron a la montaña3. En innumerables ocasiones transportaron a dirigentes clandestinos como Tomás Borge y Eduardo Contreras. Otra tarea suya fue la de localizar lugares para entrenamiento político-militar y apoyo para la realización de los mismos.
Por esas mismas fechas le comunican que será trasladado a la montaña, lo cual él acepta con alegría y disciplina. Entre marzo y abril de 1975, pasa a la clandestinidad, y en Managua trabaja varios meses con Pedro Arauz y Carlos Roberto Huembes, hasta que en el mes de noviembre sube a la montaña.
Su estadía de seis meses en la montaña es difícil. Su salud se quebranta día a día debido a que padecía de asma, por lo que es devuelto al trabajo urbano y luego se le orienta trasladarse al Regional de Costa Rica, donde se pone en contacto con Humberto Ortega en los primeros meses del año 1976.
Sus primeras actividades en Costa Rica son buscar casas de seguridad, ayuda económica para el desarrollo del trabajo de apoyo logístico, así como crear buzones y atender a compañeros que laboraban en dicho Regional. En el transcurso de todo ese año, se dio un salto cualitativo y cuantitativo en el desarrollo del trabajo.
El 17 de octubre de 1976 muere Israel Lewites padre, en California, “añorando el paisaje de su patria…”, como dice el poema de Edwin Castro. Justamente un año después, caería Israel.
En el mes de noviembre de 1976, la organización realiza un curso de cinco días, en el que se analiza la Historia de Nicaragua y se amplían e intercambian conocimientos sobre aspectos fundamentales del marxismo, en el que participa Israel junto a Silvio Casco y otros compañeros. En la evaluación, Israel obtuvo calificación de excelente, por lo cual lo designan como instructor político-militar.
En el mes de abril de 1977 se hacen preparativos para el montaje de la primera escuela político-militar en Costa Rica. En ella participan doce compañeros, entre otros, el Comandante Carlos Brenes “Joaquín”. Duró entre doce y quince días. Hubo problemas pues los detecta la Guardia Civil tica, por lo que tienen que concluir la escuela en otro lugar. En este curso, obtienen conocimientos de tácticas de combate, arme y desarme.
Mientras fungía como instructor militar, Israel mantenía un buzón de armas: una Browning, un Garand, un M-16, algunas carabinas 30, una Thompson, pistolas 35-38, dos granadas de fragmentación y un fusil AR-15.
Después de concluir esta escuela, Israel se encargó de dirigir el regreso de todos los participantes hacia las estructuras a las que pertenecían dentro del país. Entre los meses de mayo y septiembre, se montaron cuatro escuelas más con el rigor y la exigencia que Israel le imprimía. Por esas escuelas pasaron grupos cada vez más numerosos de combatientes.
A la par de estas tareas, Israel atendía múltiples actividades, sobre todo, las de logística, atención a compañeros, casas de seguridad, compra de equipos militares que posteriormente se utilizaron en los ataques a San Carlos y Masaya el 13 y el 17 de octubre de 1977, respectivamente, lo mismo que para abastecer a la escuadra que atacaría la ciudad de Rivas.
Se especializó en “embutidos”,4 para la correspondencia del Regional hacia los otros puntos de lucha y, sobre todo, en el embutido de armas. Él se encargaba de todos los pormenores del traslado. Siempre mostró seriedad, honestidad y audacia.
La escuela que se da en el mes de septiembre, fue la última en que participa Israel, y tiene una significación especial, pues a ella asisten la mayoría de los compañeros que participarán en el asalto de los Cuarteles de la GN en Masaya y San Carlos.
Participa en la discusión de los planes y preparativos de octubre junto a la Dirección Nacional FSLN Tercerista integrada por los hermanos Humberto y Daniel Ortega, y Víctor Tirado López. Ahí organizan la distribución del armamento que se utilizaría en ésta jornada combativa.
A partir de la clausura de esta escuela, empiezan los preparativos para el ingreso al país de Israel, lo que le llenó de alegría y optimismo. Fue en los primeros días de octubre por rutas clandestinas, en compañía de Carlos Brenes.
Se le manda a dirigir militarmente el ataque al Cuartel de la GN en Masaya, inicialmente planificado para el 13 de octubre de 1977 en conjunto con los ataques del Frente Norte al Cuartel de la Guardia en Ocotal y del Frente Sur al Cuartel GN de San Carlos. El de Masaya se realiza hasta el 17 de octubre.
Cuando Israel llega a Masaya, usa el seudónimo de “Gastón”. De inmediato se pone en contacto con Álvaro Baltodano, responsable político de la acción y segundo al mando, y con Juan Carlos Herrera, tercero al mando.
Una vez terminada la planificación de la acción, se pasa a la estructuración de las tres escuadras de combate. Eran veintiún combatientes que el 15 de octubre se empezaron a reconcentrar en la casa del compañero Sebastián Escobar. Por la deserción de uno de los miembros, deben trasladarse a la finca de los compañeros Rodríguez, colaboradores del FSLN, ubicada en la Comarca Los Cocos, departamento de Masaya.
El día del operativo las escuadras se movilizaron en tres vehículos: un jeep, un Volkswagen y un camión en el que se instaló una barricada de piedra cantera. Carlos Belli conducía el camión, a su lado iba Israel con un fusil AR-15, y en la parte de atrás, Juan Carlos Herrera, Francisco Castellón, Maximiliano Somarriba, Manuel Marcia y otros compañeros.
Quienes viajaban en el camión al mando de Israel, y que llevan el mayor peso y responsabilidad en la acción, salen de la casa de los Rodríguez a las 8:00 am. en punto, y media hora después, llegando por la calle de La Azucarera, inician el sorpresivo y heroico ataque al Cuartel GN de Masaya.
Al llegar a la esquina del Cuartel, los compañeros se dan cuenta que, contra lo habitual, a esa hora un grupo de soldados se encuentra en la acera del edificio, y se dispone a abordar unos vehículos. Israel lanza una granada que no explota.
La Guardia abre un nutrido fuego contra los combatientes. El compañero Belli dobla hacia la izquierda y choca contra la acera del Parque. “Gastón” salta inmediatamente y se parapeta detrás de una palmera, desde donde combate la mayor parte del tiempo.
El fuego de la Guardia se concentra prácticamente en el camión, los compañeros gritan optimistas vivas al Frente Sandinista de Liberación Nacional y conminan a los guardias a que se rindan. Juan Carlos fue el primero en caer, luego Francisco Castellón y Maximiliano Somarriba.
El compañero Manuel Marcia, uno de los sobrevivientes, nos narra: ”Cuando los disparos se hacen menos frecuentes, logro ir retirándome, paso adelante del camión y me parapeto detrás de un asiento del Parque, aún logro ver a Israel que dispara dos veces con gran serenidad, al rato, ya no oigo más disparos...” Israel Lewites había caído en el Parque frente al Cuartel de Masaya5.
“…Y sabe nuestro pueblo que las acciones de octubre que encendieron a Nicaragua por distintos puntos de su geografía, nos enseñaron la probabilidad del triunfo, y nos enseñaron la probabilidad de que los fusiles sandinistas podían derrotar al ejército del tirano…”. Sergio Ramírez Mercado, miembro de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional (JGRN).
Notas
1 Biografía resumida de texto que nos envió Saúl Lewites Rodríguez.
2 Dionisio Marenco fue uno de los cuadros de apoyo fundamentales en la organización de la operación de toma del Palacio Nacional, el 22 de Agosto de 1978. luego participó en otras operaciones. Durante el gobierno sandinista de los años ochenta, fue Ministro de Comercio Interior y luego de Planificación. Fue Alcalde de Managua electo en la casilla del FSLN en el período 2005-2009. Los hermanos Coronel Kautz tuvieron cargo de Vice – Ministro de Reforma Agraria en el gobierno sandinista de los año ochenta. Manuel Coronel es el actual Vice – Ministro de Relaciones Exteriores, cargo que ha ejercido en los últimos dos períodos de Daniel Ortega, que comenzaron en 2007 y 2012.
3 En una entrevista que me brindo José Valdivia, el 21 de septiembre del 2009, me relata que Saúl Lewites y otro campañero de apellido Belli lo trasladaron a la montaña por la ruta Telica, Sébaco, San Benito, Muy Muy, Matiguás, La Patriota. Una parte de los guerrilleros trasladados habían recibido una Escuela Guerrillera en una finquita de los Carreros, en San Jacinto, cerca de Tizate. Otros iban de regreso, como Juan de Dios Muñoz, José Valdivia y Leonardo Real Espinales (había bajado porque tenía la espalda llegada de Leishmaniasis). Me correspondió participar en esta Escuela, y entre los después partieron a la montaña estaban, Ana Julia Guido, Julio Avendaño y un obrero de León al que le decíamos “Rojito”.
4 En el argot guerrillero los “embutidos” eran alijos para esconder correspondencia, equipos de comunicación, armas y municiones. Era toda una especialidad que requería creatividad y cuidado. Embutir correspondencia en un paquete de cigarros sellado, o en una pasta de diente, era más sencillo, pero para esconder armas era más complicado. En una ocasión un grupo embutió radios de comunicaciones en bidones de pintura, para mandárselos a los guerrilleros que estaban en los alrededores de Siuna, y llegaron totalmente inservibles.
5 Más detalles de este ataque se pueden leer en la entrevista a Alfredo Sánchez Alegría, en Memorias de la Lucha Sandinista, Volumen III Capítulo XIV Masaya, en el relato, Un largo y doloroso día.
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