Pablo Gonzalez

No, la circuncisión no proviene de los judíos

En los próximos dos artículos me gustaría acercaros un tema de gran trascendencia histórica: la circuncisión.

Puede que alguno de vosotros os sintáis más identificados que otros, pero, para los que no, también intentaré acercaros su origen, el porqué de su realización, quiénes la practicaban y otros aspectos sorprendentes no tan lejanos a nuestros tiempos.

Su origen

Como la trepanación, es una práctica muy antigua, remontándose al neolítico, y en la actualidad, aunque existe mucha variabilidad según el país al que nos refiramos, representa el quinto procedimiento quirúrgico más utilizado en los Estados Unidos, con una tasa que llega al 60% de la población.

El nombre procede del latín “circumcidere”, que viene a significar algo así como cortar o cercenar circularmente algo, en este caso, una porción del prepucio, y encontramos figuras con penes que parecen circuncidados, en asentamientos mesopotámicos del Creciente Fértil correspondientes al 9500 a. C.

En Egipto

Encontramos pruebas de su realización desde el año 4000 a. C. en momias egipcias y en jeroglíficos donde pueden verse sacerdotes y miembros de la nobleza egipcia circuncidados. 

Existe una anécdota acerca del viaje que hizo Pitágoras a Egipto que relata que el sabio fue obligado a someterse a esta intervención para poder ser admitido en los misterios, era pues, condición imprescindible para ser sacerdote o acceder a la Biblioteca de Alejandría y así adquirir conocimientos.

El historiador griego Herodoto describe su realización vinculada con la limpieza, aunque los más frecuentes serían los motivos religiosos y de pureza, además, se consideraba un requisito para contraer matrimonio.

Se realizaba en la pubertad-adolescencia, y con el tiempo, la operación se extendería a todos los varones. 

En un principio, el sacerdote lo realizaba con sus uñas, a veces impregnadas de oro, durante el Imperio Antiguo usaban hojas de obsidiana o pedernal, y durante el Imperio Nuevo, bisturís de metal, aplicando miel con aceite para ayudar en la cicatrización y evitar su infección.


Grabado de la tumba de Ankhmahor, capataz-Visir del Rey Teti en la ciudad de Sakkara, se puede ver cómo la practicaban los sacerdotes. 

El operador se llama “padre circuncisor” y al procedicimiento en sí Tahara (purificación).

El pueblo judío

Muchos asocian la circuncisión a un rito religioso judío, pero como ya apunté antes, su origen es mucho más antiguo.

 Lo más probable es que los judíos cautivos en Egipto -y antes los fenicios-, adoptaran la circuncisión que ya practicaban los egipcios, pasando a ser un símbolo de compromiso de pacto ancestral, de origen bíblico tras la circuncisión ritual de Abraham.

Abraham fue circuncidado a los 99 años junto a su hijo Ismael y 318 hombres de su clan, ese día se conoce como Día del Perdón. 

Para los judíos la circuncisión es el único medio para conseguir la perfección espiritual y material, así como para poder estudiar y comprender la Torá.

Se conoce como “Berith Milah” y se realiza el octavo día del nacimiento, en la sinagoga o en casa. Originalmente la efectuaba la madre, y posteriormente, los hombres con conocimientos quirúrgicos y religiosos, para después practicarla el Mohel.

La técnica utilizada se describe en el Talmud, modificada después por Maimónides en el siglo XII y por Joseph Caro en el siglo XVI.

…y la Alemania Nazi

Durante la Segunda Guerra Mundial, en los ghettos, el hecho de haberse realizado una circuncisión podía representar la diferencia entre seguir vivo o morir. Puede que no fueras judío y que, por un motivo médico, no religioso, te vieras en la circunstancia de haberte realizado una circuncisión, pero en esos tiempos no se paraban mucho en preguntar y la simple sospecha podía ser suficiente como para considerarte judío y condenarte.
En el pueblo árabe

Su práctica es anterior al Islam, comprobamos que se menciona en la poesía preislámica, no siendo ordenada por el Corán sino que es parte del código de conducta establecido por Mahoma

No obstante, tampoco se sabe con certeza si el propio Mahoma fue circuncidado…

Recomiendan realizar al séptimo día de vida, aunque puede permitirse antes o después de ese día, pero siempre antes de llegar a la pubertad.

En el pueblo griego y romano

Tener el glande sin recubrir por el prepucio era considerado grosero y descortés, así, durante los Juegos o cualquier evento deportivo, era inconcebible que el atleta desnudo mostrara su glande, para evitarlo se ataban lazos o tiras de cuero alrededor del prepucio colocándolo hacia arriba bien amarrado a la cintura (Kynodesme).

Los romanos adoptaron este concepto e incluso fueron un poco más allá intentando prohibir la circuncisión. 

Ejemplo de ello lo encontramos cuando el emperador Adriano (s. II d. C.) dictó pena de muerte a los que la practicaran, y siglos después con el emperador Justiniano (s. VI d. C.), todos ellos sin éxito.

La circuncisión en el pueblo cristiano

En el calendario gregoriano, el 1 de Enero se conmemora el día de la circuncisión de Cristo (octavo día de su nacimiento). De los cuatro Evangelios solo el de San Lucas menciona que Jesús y Juan el Bautista se sometieron a esta práctica.

 Es en el Evangelio de Santo Tomás donde encontramos el motivo espiritual de la misma cuando los discípulos de Jesús le preguntan si es útil o no:

Si la circuncisión fuera útil entonces el Padre pudiera haber creado a los hombres circuncisos desde el vientre de la madre.

 La circuncisión que de verdad es útil es la circuncisión del alma.

Entendemos entonces que los cristianos sustituyeron esta costumbre judía por el bautismo, a modo de “circuncisión espiritual”.

De momento lo dejo aquí, en el próximo artículo seguiremos descubriendo algunas otras cosas sorprendentes sobre la circuncisión.

Durante el Renacimiento

La nueva manera de entender el arte en el Renacimiento hizo ver la figura humana de forma natural, así, encontramos muchos ejemplos en los que se muestran penes con su prepucio, no circuncidados: El hombre de Vitruvio de Da Vinci, la Expulsión de Adán y Eva del Paraíso, de Masaccio, y cómo no, el David y la Creación del hombre, de Miguel Ángel.

En pueblos de África

Aunque depende de la tribu que estemos hablando, podríamos decir de manera general que en el continente africano se consideraría un rito que manifestaría el paso del varón a la madurez de la vida. 

Una excepción a esto lo encontramos entre los etíopes Konso, que la realizan a los 60 años, momento considerado como el final de la vida sexual. En Madagascar, encontramos una curiosidad que no deja de ser sorprendente: durante el ritual de la circuncisión, el prepucio se fríe para después comérselo un miembro anciano de la comunidad o un tío paterno, así el niño puede vivir tanto como él.

A partir del siglo XVIII

Comenzaría a indicarse la circuncisión por razones médicas, al atribuírsele beneficios en el asma, las hernias, la epilepsia, la enuresis e incluso para curar el alcoholismo (no me preguntéis el porqué) y hasta para curar el homosexualismo. 

Además, comenzaría a cuestionarse la masturbación…

Hace ya un tiempo publiqué en el blog el post “La masturbación… una historia de pecado” en el que hacía referencia al libro publicado por el médico Samuel Tissot en 1774 “El onanismo”.

 Ciertamente este médico suizo tenía gran credibilidad y describió el “mal de la masturbación”, un acto que podría ocasionar enfermedades físicas. Entre otras cosas se llegaría a declarar que…

(…) la masturbación era más perniciosa que los excesos cometidos con las mujeres, inclusive con prostitutas.

Fue tanta su influencia que sus ideas persistirían hasta el siglo XX, así como también fue uno de los motivos que se incrementaran el número de burdeles y enfermedades de transmisión sexual como la sífilis.

Otro “protagonista” en este tema lo encontramos en el siglo XIX, concretamente en los Estados Unidos de Norteamérica, donde el Dr. John Harvey Kellogs, sí, el inventor de los cereales del mismo nombre a quien también dediqué un artículo en el blog, enumeró hasta casi 40 signos de degeneración ocasionadas por la masturbación.

 Hasta recomendaba a los padres que espiaran a sus hijos (también a las niñas) para evitar que recurrieran a ella.

Durante el siglo XX

La casi ausencia de cáncer de pene entre los hombres judíos y la poca incidencia de cáncer de cuello uterino en las mujeres judías, hizo pensar que la circuncisión jugaba un papel importante en ello. También se llegaría a proponer a todo aquél que se alistara en la Segunda Guerra Mundial al asociar la disminución en la incidencia de enfermedades de transmisión sexual entre los soldados circuncidados.

Recientemente, la OMS refiere algún artículo en el que apuntaba a la circuncisión como una práctica que disminuiría del contagio del VIH (Circumcision reduces risk of HIV infection in men. Bull World Health Organ, 82(5):394-395, Mayo 2004). 

Según otros estudios, los hombres circuncidados tienen un riesgo 70% más bajo de contraer el virus del sida en una relación sexual con una mujer infectada.

Para explicarlo se encuentran distintas teorías: unas, dicen que el tipo de células consideradas puerta de entrada del VIH se encuentran en el prepucio; otras, lo explican al decir que en lugar de actuar contra el VIH directamente, la circuncisión ayuda a prevenir otras enfermedades de transmisión sexual que facilitan la infección por el virus.

En la Conferencia Internacional de Sida del año 2012 se propuso la circuncisión como una de las formas más efectivas para combatir la epidemia de VIH, pero los expertos también recomiendan su práctica con cautela, ya que su realización no protege del virus del sida y hay que seguir usando el preservativo en las relaciones. 

Así mismo, muchos de los contagios se producen entre los consumidores de drogas intravenosas, y los estudios se realizaron básicamente en heterosexuales.

En una investigación realizada por varios grupos científicos internacionales sobre dos estudios clínicos con más de 3.000 hombres sanos de edades comprendidas entre los 15 y los 49 años, y publicada en la revista “New England Journal of Medicine” se afirma que la circuncisión reduce de manera significativa el riesgo de los hombres de padecer VIH, herpes genital y virus del papiloma humano, aunque no protege contra la sífilis. 

Así pues, la circuncisión podría considerarse como una técnica muy útil en áreas como África donde estas enfermedades de transmisión sexual presentan una elevada prevalencia.

Complicaciones de la circuncisión

Aunque no es una cirugía compleja, no está exenta de riesgos y entre el 1,5 y el 5% pueden presentar complicaciones como sangrados, infecciones, meatitis, quistes de inclusión en la línea de la incisión, linfedema, fístulas, hipospadias y epispadias…

Comprobamos cómo la circuncisión tuvo y sigue teniendo gran importancia en las distintas culturas. 

Ya fuera como parte de ritual de sacrificio, como ofrecimiento de fertilidad, como signo de madurez de un varón, como marca de humillación a un enemigo, como estrategia antimasturbatoria, o incluso, como higiene y profilaxis de enfermedades, su aplicación sigue tan vigente como hace miles de años atrás, y no, la circuncisión no proviene de los judíos, sino de mucho tiempo atrás.

https://franciscojaviertostado.com/2017/06/05/no-la-circuncision-no-proviene-de-los-judios-i/

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