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La derecha venezulana intenta revivir “marcha de las antorchas” de Hitler y Mussolini

La derecha busca revivir sus raíces fascistas a través de la convocatoria para este miércoles denominada “concentración de las luces”, que forma parte de la agenda desestabilizadora que viene desarrollando desde hace más de 40 días.

En un primer momento el llamado era a una marcha y luego fue rebajada a una concentración que se realizará en horas de la noche. Incluso algunos opinadores de la oposición han criticado esta actividad.

Un evento similar desarrolló la derecha en la fallida campaña presidencial de 2013, en la que Capriles Radonski fue derrotado.

En aquella oportunidad, iban por el poder a través de elecciones. Ahora, juran no cesar en sus acciones violentas hasta llegar al poder como sea, llamando a acciones fascistas que traen al presente tristemente célebres sucesos que marcaron la historia del mundo, como fue el uso del fuego por parte de régimenes fascistas.

Esta nueva convocatoria se trata de un evento mediático, manipulador de masas y cargado de una simbología fascista que llama a la desunión y violencia en el país.

Aunque el fuego es considerado, desde la antigua Grecia, como una sustancia “purificadora” y como una energía mágica de renovación en distintas civilizaciones y culturas, los rituales con antorchas han sido utilizados por grupos que se atribuyen ser herederos de civilizaciones superiores en el caso del nazi-fascismo o como símbolo se segregación ante el miedo a la diferencia, como en el Ku Klux Klan.

Es que el fuego es un elemento tanto originador de vidas como causante de muertes.

Fue una marcha de antorchas la antesala para que Adolfo Hitler fuese el nuevo canciller del Reich, porque contenía implícita la amenaza de incendiar Alemania si el Führer no era reconocido como el líder. Ya le había servido a Benito Mussolini para afianzarse en el poder por la vía fáctica.

En 1934, durante el congreso del partido nazi en Nüremberg, se llevaba a cabo por la noche para aumentar el efecto del fuego en la oscuridad, con grandes formaciones de personas portando antorchas, para celebrar uno de sus aniversarios preferidos: el de la marcha sobre Munich de 1923.

Hitler recurría a estas marchas de las antorchas para lograr un efecto casi religioso sobre una masa de hombres que desfilaban en perfecto orden, con música de fondo, generando una atmosfera de superioridad entre estandartes y de consignas racistas y clasistas.

Por su parte, en octubre de 1922, Mussolini, encabezando su movimiento fascista, llevó a cabo una movilización sobre Roma, a la que llamó “la marcha con antorchas”, y que terminó siendo un golpe de Estado contra el sistema parlamentario vigente. 

Esa acción da inicio al régimen fascista que luego prohibiría los partidos de izquierda, cerraría periódicos y perseguiría a los militantes comunistas.

A partir de la manipulación emocional, el fascismo suele producir ambientes litúrgicos que puedan asumirse como ceremonias religiosas colectivas; el objetivo es acceder al inconsciente y despertar los rasgos emocionales más primitivos, en favor de la conducción de esa masa hacia objetivos propios de las clases dominantes.

Con esta acción buscan que la voluntad individual y la capacidad de raciocinio deben ser disueltas, vencidas y listas para acatar las órdenes emanadas por los medios de propaganda fascista.

Acá en Venezuela, igual sucedió cuando el inefable Carlos Ortega, líder de aquella oposición criolla, representada por la Coordinadora Democrática en 2002, echó leña, literalmente, a aquella marcha de las antorchas que convocaron en todo el país, y que fue desencadenante del golpe de Estado contra el Comandante Hugo Chávez.

Con este llamado la MUD busca agregar un componente de oxigenación ante el cansancio y la división de muchos de sus seguidores. 

Esta concentración de las antorchas no tiene un sentido lumínico, sino intimidante y destructivo.

Basta con preguntarle a Leonardo Liconte, a quien en una “manifestación pacífica y no violenta” le quemaron la camioneta el pasado sábado en Altamira, o preguntarle a las madres del Materno Infantil de El Valle, o a los niños del preescolar de Chacao, o al pirómano autoincendiado, que llegó enguacalado desde el estado Bolívar, acerca del fuego utilizado por las hordas de la MUD y sus devastadores efectos.

La historia política mundial, sugiere que esta actividad de la derecha no es más que una manera de “remedar la marcha de las antorchas utilizadas por los nazis para acompañar las camionetas repletas de libros hasta las pilas, donde serían quemados la noche del 10 de mayo de 1933; cuando el régimen hitleriano -ese sí- acabó con más de 25 mil libros de 94 autores de la época, entre otros, Karl Marx, Sigmund Freud, Heinrich Heine y Kurt Tucholski, por nombrar solo algunos”.

CIUDAD CCS
http://periodicodigitalwebguerrillero.blogspot.com/2017/05/la-derecha-venezulana-intenta-revivir.html

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