Pablo Gonzalez

Médico palestino demanda a Israel por matar a sus tres hijas


En enero de 2009, un proyectil de tanque israelí reventó su vivienda en Gaza durante la devastadora Operación Plomo Fundido, cambiando su vida para siempre.

El médico palestino Izzeldin Abuelaish ha demandado al Gobierno israelí en busca de justicia: le reclama que ofrezca una disculpa oficial y que asuma su responsabilidad por el ataque que le costó la vida a sus tres hijas y a una sobrina en el marco de la Operación Plomo Fundido, que a principios de 2009 golpeó con extrema dureza la Franja de Gaza, informa 'The Times of Israel'.

La tragedia llamó a la puerta de Abuelaish el 16 de enero de ese año, dos días antes de que se declarara un alto el fuego tras tres semanas de intensos bombardeos en Gaza por parte del Ejército israelí. 

Ese fatídico día, un proyectil de tanque impactó de lleno en su vivienda, acabando con la vida de cuatro de sus familiares.


"Vine aquí para decirles a mis hijas que no las olvidé”.
El médico palestino Izzeldin Abuelaish.


Este suceso sobrecogió al mundo, ya que fue retransmitido en vivo por la televisión israelí: el doctor estaba hablando por teléfono con el entonces reportero de Channel 10 Shlomi Eldar cuando le comunicaron la terrible tragedia que acaba de suceder.

Versiones contradictorias

Su demanda, presentada ante un tribunal del distrito israelí de Beersheba, alega que no había ninguna razón militar para que un tanque apuntara su cañón hacia su casa, lo que, de confirmarse, convertiría el ataque en un crimen de guerra. 

El informe destaca que no se estaba desarrollando ningún enfrentamiento armado en su vecindad y que no había ningún combatiente de la organización Hamás en las cercanías.

Sin embargo, los abogados estatales han respondido que no fueron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) las autoras del ataque, lo cual contradice las conclusiones de la investigación militar interna del suceso. 

En su informe, las FID aseguraron que estaban "apenadas por el daño causado" a la familia, pero sostuvieron que "la acción de las fuerzas y la decisión de disparar hacia el edificio fue razonable".



"Juré que nunca me rendiría"

"Vine aquí para decirles a mis hijas que no las olvidé y que estoy siguiendo el mismo camino en el que creían", declaró Abuelaish en una entrevista en hebreo ante las cámaras de la misma Channel 10. 

Para que su caso fuera escuchado y poder iniciar su demanda, el doctor tuvo que pagar una fianza de apelación de 20.000 shekels israelíes (5.300 dólares) por cada una de sus hijas y su sobrina.

"Cuando las mataron, le juré a Dios y a mis hijas que nunca me rendiría", ha declarado el doctor, quien actualmente reside en Canadá y trabaja como profesor de Medicina en la Universidad de Toronto.

De ganar el juicio, cualquier indenmnización que consiga irá destinada a la fundación Daughters for Life, que apoya la educación de las niñas de Oriente Medio.

rt

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