Un nuevo secreto del antiguo Egipto acaba de ser revelado por una misión arqueológica en la necrópolis real de Dahshur, al sur del Cairo.
Se trata de los vestigios de una pirámide de 3.700 años de antigüedad.
Los restos de la edificación fueron presentados por el Ministerio de Antigüedades egipcio.
El tamaño completo de la edificación no ha sido revelado, puesto que las excavaciones aún están en sus primeras etapas.
Según la prensa local, hasta ahora se ha desenterrado un pasillo interior y un bloque de alabastro blanco de 15 centímetros de ancho por 17 de alto en el que hay grabadas 10 líneas jeroglíficas verticales.
Las inscripciones están siendo estudiadas, aunque los especialistas ya estiman que el nuevo descubrimiento pertenece a los tiempos de la XIII dinastía, que reinó aproximadamente entre los siglos XVII y XVII a. C.
Los responsables de la excavación han explicado que aún deben excavar otras partes de la antigua estructura para identificar al propietario de la pirámide.
La necrópolis real de Dahshur está situada en una zona desértica de la ribera occidental del río Nilo, a 40 kilómetros al sur del Cairo.
Es conocida por ser el lugar donde hace unos 4.600 años el rey Seneferu, de la IV dinastía, mandó a construir la primera pirámide de paredes lisas, del tipo de que las que conocemos hoy. Se trata de la llamada Pirámide Roja, de 104 metros de alto.
Su sucesor, Keops, quedó en la historia por erigir la Gran Pirámide de Guiza, la más antigua de las siete maravillas del mundo antiguo y la única que aún perdura.