El presidente de Siria, Bashar Al Assad, consideró que la situación actual de Venezuela emula el plan de intervención que orquestó EE.UU. en contra del país árabe.
"Si el plan es uno y el ejecutor es uno, entonces es normal que los escenarios no sólo se parezcan sino que sean idénticos", estimó Al Assad, entrevistado por la cadena Telesur, a propósito del asedio que ha vivido el país suramericano en los últimos días.
El mandatario advirtió que el mayor enemigo para la resolución de un conflicto es la injerencia internacional, porque un actor externo sólo es capaz de atizar las diferencias, tal como ocurrió en su país: "No le crean a Occidente, ellos no velan por los derechos humanos ni por los intereses de los países, sino por los intereses de la élite gobernante de sus Estados, que no es sólo política sino también económica".
Parar financiamiento a bandas
En las últimas semanas, la arremetida mediática y diplomática en contra de Venezuela ha ido en escalada. La oposición política ha realizado marchas y manifestaciones, supuestamente de carácter pacífico, pero que han culminado en hechos violentos como asesinatos, obstaculización de vías, destrucción del patrimonio público y hasta ataque a hospitales infantiles.
Ante ello, el gobierno del presidente Nicolás Maduro ha denunciado que las intenciones de sus adversarios es derrocarlo antes de que culmine su mandato, mientras la derecha lo acusa de reprimir las manifestaciones "pacíficas". Para Al Assad, el panorama en Siria no fue muy distinto.
"Al principio decían que las marchas en Siria eran pacíficas, pero al ver que no se propagaron las marchas y las protestas, infiltraron en ellas a sujetos para disparar a ambas partes, lo que produjo muertos. Entonces empezaron a decir que el gobierno mataba al pueblo", rememoró Al Assad, tras hacer un paralelismo con la situación actual de Venezuela.
Por eso, el jefe de Estado sirio hizo una aclaratoria: "hay una diferencia entre ser opositor y estar en contra de la Patria". Lo último, para el mandatario, tiene que ver con que los adversarios políticos, en vez de buscar la resolución del conflicto puertas adentro, faciliten la vía para una intervención armada.
"Maduro es un blanco"
Tras recordar al fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez, como una figura "que cambió la cara de América Latina" y que "defendía los intereses comunes de los pueblos", Assad consideró normal que países hegemones como EE.UU. ataquen con la misma violencia a su sucesor político, Nicolás Maduro.
"Él (Maduro) es el primer blanco para EE.UU. Es algo tan obvio que no hay que pensar demasiado en ello", apuntó Al Assad, quien ponderó vital la búsqueda de una estrategia para frenar el financiamiento a las "bandas terroristas" que sólo pretenden generar caos en Venezuela, como sigue ocurriendo en Siria.
En ese sentido, acotó que el postergado fin de la guerra en Siria no ha tenido que ver con la falta de voluntad de los actores internos, sino por la injerencia de Occidente: "No hay barrera real, el problema actual surge cuando damos un paso adelante para la resolución política porque las bandas terroristas reciben más dinero y armas, y entorpecen la solución. Entonces, la solución es poner fin al apoyo a los terroristas desde el exterior".
Una vez concretado ese paso, apunta Al Assad, es que puede ser posible avanzar en un proceso de post-conflicto que incluya indultos, reconciliación y reparación de víctimas: "te garantizo que cuando esto ocurra, Siria será mucho más fuerte que antes de la guerra".
Preservar independencia
Para Al Assad, el mayor antídoto para evitar la injerencia -y, por ende, la guerra- es preservar la independencia: "América Latina fue un modelo de emanncipación, es decir, la salida del ocupante en caso de haber tropas extranjeras, pero al mismo tiempo la decisión nacional, la apertura y la democracia".
"Ustedes dieron al mundo un modelo importante, consérvenlo", exhortó el mandatario sirio. Las declaraciones de Al Assad se transmitieron un día después de que Venezuela tomara la decisión de salir de la Organización de Estados Americanos (OEA), por considerar que el ente hemisférico se ha convertido en una herramienta de EE.UU. para la injerencia.