La prensa entre servilismo e ignorancia supina
Todos los comentaristas de los atuendos letizianos comparten el mismo servilismo y la misma ignorancia de la historia del traje.
Sólo conocen el baboseo genuflexo y el halago.
Semejante ceguera me obliga a escribir este otro artículo sobre el look de esta advenediza mujer menuda que no sabe que el respeto no se impone, se merece.
Desubicación reiterada
Ya comentamos hace un tiempo la dificultad de la Sra. Ortiz para ubicarse con decoro en su cargo de jefa del Estado consorte.
Durante su visita oficial a México no pudo contener su pataleta tras la discreta reprimenda de su marido y tampoco acertó con su atuendo cuando escogió un pantalón de cuero y unas sandalias sadomaso paravisitar un monasterio, el de San Millán para ser más precisos.
Tras salir de un concierto en el Auditorio Nacional, según numerosos testigos, Letizia setenció "Hay que modernizar la música clásica" y tan fresca que se quedó la niña de Moratalaz.
Parecía una frase de Gila. Si uno desconove la música clásica, el silencio es la mejor opción. La ignorancia suele ser atrevida pero en un cargo de Jefe de Estado, sumada a la soberbia, es, además, peligrosa.
Visita oficial del presidente Macri
La prensa lobotomizada y sensacionalista anunció el evento como un "duelo de estilismos".
Durante la reciente visita del presidente Macri a Madrid, la Sra. Ortiz de Bobón ha vuelto a meter la pata por ignorar totalmente el histórico significado de las prendas de rayas - el significado que tienen las rayas al menos en Occidente, que es donde estamos-.
No era la primera vez que vestía rayas, ya las lució en un certamen de moda, pero ahora ha sido ¡en una cena de gala en el Palacio del Pardo donde pretendía competir con la primera dama de una república!
El lector comprenderá mi asombro al terminar de leer este artículo.
Sugiero que una alma caritativa le regale sin más dilación el excelente ensayo de Michel Pastoureau titulado "Las vestiduras del diablo: breve historia de las rayas en la indumentaria",Océano, 2015, una lectura indispensable para toda persona que quiera saber cuál es el código oculto del traje rayado y sus mecanismos inconscientes.
Y es sobretodo una lectura imprescindible para una persona como Letizia que dedica tantísima energía a su look, olvidándose casi siempre que no es Salomé ni Mata Hari sino la reina de España, y que se espera lógicamente que dé la mejor imagen posible de nuestro esperpéntico país. Así nos va.
Sandalias de ama que calzó la Reina en su visita al Monasterio de San Millán.
Breve apunte sobre las rayas en la vestimenta
Aunque hoy sea información que sólo manejan los especialistas, desde SIEMPRE las prendas de rayas han sido un signo oprobioso que toda la población entendía: así vestían los presos, los condenados a galeras, los locos, los parias, las brujas, los judíos, los saltimbanquis y los revolucionarios.
Una reina JAMÁS puede vestir de rayas, pues se está ridiculizando a ella misma, está tirando por tierra la institución que representa.
(A veces me pregunto si no lo hace a propósito, si no quiere ella o algún Rasputín de su entorno acabar con la monarquía... Si lo consigue, le estaré eternamente agradecida).
Pondré algunos ejemplos históricos para ilustrar el significado de las rayas en la vestimenta:
En esta ilustración de las Cantigas de Alfonso X el Sabio, siglo XIII, vemos dos músicos. El de la derecha es un monje, tonsurado, con su hábito rojo y su manto verde.
El de la izquierda, tocado con una cofia que era moda masculina medieval, es un juglar con su traje partido y sus rayas horizontales.
En esta otra obra de una iglesia medieval, los que no oyen la Palabra de Dios, porque se tapan los oídos, visten rayas como locos, paganos o judíos que son.
El sabio judío, sentado a la derecha del Rey Alfonso X, en otra ilustración de las Cantigas, también viste saya de rayas.
Sólo será con la Revolución francesa que algunos elegantes de ideas revolucionarias, como Robespierre, vestirán las vergonzantes rayas en el Parlamento, pero durante un tiempo muy breve puesto que Napoleón no tardo en recobrar la tradición secular de las telas lisas.
(Sans-Culotte, Retrato de Robespierre, levita de rayas 1793).
Rayas también han llevado históricamente los presos por ser la prenda de los parias y, por el mismo motivo, los condenados a galeras.
La raya nos señala como alguien indeseable, enemigo del orden y la corrección, luego, rechazado y marginado por la sociedad.
Por todo esto, una reina jamás vestirá un traje de rayas porque se está señalando como una persona de baja calaña, enemiga del establishment y que dice abiertamente que infringe el orden y la moral social.
Lo que denominamos "rayas marineras" son en realidad las rayas que vestían los condenados a galeras, porque también eran presos.
Y así se podía distinguir fácilmente entre la tripulación quiénes eran los parias que hacían los trabajos más duros, y quiénes los marineros.
El traje de marinero nunca tuvo rayas.
Analicemos el vestido
Krait rayada (bulgarus multicinctus), una de las serpientes mas venenosas del mundo. Provoca la muerte en 20 horas y causa daños neurológicos irreversibles. Hasta la Naturaleza nos informa que conviene alejarse de los seres que visten rayas.
Observemos ahora el vestido de lentejuelas con rayas verticales como las del uniforme de campo de concentración.
Es un vestido tubo con escamas, como una funda de serpiente venenosa. No es éste calificativo calumniante sino descriptivo ya que las serpientes más venenosas suelen ser rayadas en blanco y negro, azul y negro, rojo y negro o amarillo y negro.
En la Naturaleza, los animales rayados o bícromos suelen ser peligrosos como las avispas.
Y la cebra viste un traje venenoso para protegerse, para despistar a sus depredadores, porque a diferencia del caballo que no tiene apenas depredadores en América y Asia, la cebra tiene múltiples enemigos en África, más veloces que ella y excelentes cazadores.
Como vemos, la raya es oprobiosa y eso no es una idea irracional, una opinión o una moda sino ley natural.
Y para rematar, los tirantes, en opinión de mi madre, recuerdan los de un delantal de pescadero. Con cierto toque sadomaso, todo hay que decirlo.
Entonces, ahora que ya tenemos la información ¿qué debemos entender?:
¿Que se siente estar en un campo de concentración?
¿Que es revolucionaria y antimonárquica y prepara la revolución?
¿Que quiere infringir las normas sociales?
¿Que es judía?
¿Que es una paria?
¿Que es una saltimbanqui?
¿Que es letalmente venenosa?
¿Que es frágil como una cebra y por eso se disfraza de serpiente mortal?
¿Que quiere introducir la moda del delantal en el Palacio Real porque así se siente "como en casa"?
A lo mejor es todo eso lo que nos quiere decir.
Y esto no es ninguna broma. Puede entenderse que la jefa del Estado tenga total desconocimiento del lenguaje del traje, aunque no debería, pero no así sus diseñadores y consejeros de imagen. ¿Cómo puede un diseñador de prestigio ignorar el significado histórico de una prenda que se estudia en primero de Historia del Traje? ¿Cómo puede proponerle a una reina un traje de rayas? Todo esto me hace pensar que Letizia tiene un Rasputín que le están serrando la rama donde está sentada. Según nos comunican desde Zarzuela, con la visita de Macri se ha querido iniciar una nueva etapa con mayor protocolo y solemnidad. ¿?¿?¿?¿?¿?
¿Será este vestido un sabotage a la Corona? ¿Será Letizia una infiltrada de Podemos en la Zarzuela?
Ya en 2010, el diario la Repubblica anunciaba: "Letizia podría hacer caer la monarquía"....
Vestir libremente
Algunos incautos pensarán tal vez que "somos libres de vestir como queramos", porque "vivimos en democracia", que Letizia "quiere modernizar la institución", que es una "reina moderna" y que "puede hacer lo que le dé la gana", blablabla...
Estas personas probablemente no se han dado cuenta de que no vestimos sino como nos dice la moda, los medios, las películas, los famosos, la sociedad, la costumbre, nuestra familia, nuestra pareja, el grupo social o la tribu urbana a la que pertenecemos.
Nadie viste libremente.
Y todas las prendas tienen un significado.
El vestir no es moda caprichosa, es un lenguaje con sus códigos, cuya gramática, ortografía y sintaxis conviene conocer si uno no quiere equivocarse.
Ignorar una ley natural no la hace desaparecer, de ahí hemos tomado la frase "el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento".
Por el contrario, puede volverse contra nosotros, como en el caso que nos ocupa.
Ignorar el significado simbólico y de empoderamiento fálico de una sandalia de ama no hace que esa sandalia deje de tener ese mensaje. Ignorar el significado de las rayas siendo reina es tirarse un tiro en un pie.
La ignorancia es ciega.
Atrevida.
Peligrosa.
Letizia, hazme el favor.
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