Pablo Gonzalez

El PKK-PYD quiere anexionar la ciudad árabe de Raqqa a Kurdistán


En unas declaraciones a la agencia Reuters, ayer el máximo dirigente del partido kurdo PKK-PYD, Saleh Muslim, confesó que la aspiración de sus milicias es apoderarse de la ciudad árabe de Raqqa con ayuda de las tropas del Pentágono para anexionarla a Kurdistán.

Actualmente Raqqa es uno de los bastiones más importantes que tiene el Califato Islámico en Siria, un lugar al que convergen dos ofensivas distintas, tanto del ejército regular como de la alianza formada por Estados Unidos y sus socios de las FDS-YPG con propósitos diametralmente opuestos.

En Siria los kurdos siguen el modelo impuesto por los imperialistas en Irak. Bajo calificativos tales como “descentralización”, “federalismo” e incluso “democracia” tratan de lograr varios objetivos simultáneamente:

- dividir a un país que no han logrado derrotar
- expandirse, apoderándose por la fuerza de ciudades y regiones que no son kurdas
- asegurar la presencia permanente de tropas del imperialismo en la región

Las milicias kurdas de PYG ya controlan importantes territorios adyacentes con la frontera turca, donde disfrutan de una autonomía de hecho que Estados Unidos se encarga de garantizar frente a los intereses opuestos de Turquía, que el verano pasado invadió Siria para tratar de impedirlo.

Rojava amenaza con ejercer de cuña entre Siria e Irak, por un lado, y Siria y Turquía, por el otro. Según Muslim, tras su liberación, los habitantes de Raqqa deberán pronunciarse sobre su futuro, aunque él está convencido de que elegirán el sistema “democrático federal” que les ofrecen los kurdos.

“Nosotros lo pensamos porque nuestro proyecto es para toda Siria y Raqqa puede formar parte de él”, añadió Muslim. Raqqa debe encontrarse entre “manos amigas”, sin las cuales la ciudad podría ser un peligro para toda Siria, sobre todo para el norte, el sistema federal y las regiones autónomas, explicó.

Muslim se expresaba en la alambicada verborrea inaugurada a principios de los noventa por el dirigente del PKK turco Abdullah Öçalan en su libro “Confederalismo democrático”. 

Tras la caída del Telón de Acero, en su VI Congreso celebrado en 1998 el PKK recorrió el camino que va de un “socialismo científico” impostado a las viejas recetas del socialismo utópico y la autogestión.

Tanto el PKK como el PYD también se olvidaron de la independencia de Kurdistán para poner la atención en los kurdos de la diáspora, lo cual refleja un cambio sociológico: las ciudades más importantes, tanto de Turquía como de Siria, tienen una enorme población kurda. 

Aunque los pies de esos emigrantes están en otro lugar, su cabeza sigue en Kurdistán y forman parte de organizaciones kurdas.

Publicado por Resistencia Popular

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