Pablo Gonzalez

Ucrania: Maidan se queda en nada

Petro Poroshenko no acudirá a la tradicional “comida ucraniana” en Davos (Suiza) pese a que se trata del acto principal de Kiev en el Foro Económico Mundial, que se celebrará entre el 17 y el 20 de enero de este año.

La comida está patrocinada por la Fundación de Viktor Pinchuk y acuden a ella, cada invierno, algunas de las personas más importantes de Ucrania. ¿Por qué Poroshenko se borra ahora?

Según fuentes del ministerio de Asuntos Exteriores de Kiev, la decisión fue tomada tras la publicación de un artículo de Viktor Pinchuk sobre la necesidad de realizar “dolorosos compromisos” para solucionar el conflicto en Donbass en el Wall Street Jornal. 

“El presidente seguirá su agenda en Davos; sin embargo, después del artículo de Pinchuk, no acudirá a ese acto”, afirmó una fuente de la diplomacia.

Exactamente hace un año en Davos, Petro Poroshenko se enfrentó al viceprimer ministro ruso Yury Trutnev.

En el encuentro entre los jefes de las delegaciones se produjo un incidente sin precedentes. 

El debate se calentó y Trutnev y Poroshenko saltaron de sus asientos.

“Fue personal. Se agarraron por la chaqueta. Hubo que separarlos. 

Aparentemente, Poroshenko no se dio cuenta de que su séquito no estaba con él.

Era un acto cerrado, solo para los líderes de las delegaciones”, explicó a la prensa uno de los participantes en el desayuno VIP.

El viceprimer ministro Trutnev es experto en artes marciales.

 Es quinto Dan en karate Kyokushinkai y entrena a diario. 

Enfrentarse a él habría dado un resultado poco favorecedor para el actual líder ucraniano.

 Así que el “rey del chocolate” optó por abandonar la sala antes que el “colorado de Putin”.

De repente se supo que en Suiza se preparaba para 2017 una amenaza aún más peligrosa para Poroshenko, un golpe directo al estómago. 

Ucrania debe sacrificar Crimea [en teoría temporalmente según el artículo] a cambio de paz con Rusia y también debe acordar congelar el conflicto en Donbass. 

Eso escribió en el Wall Street Journal el oligarca ucraniano y yerno el expresidente Leonid Kuchma, Viktor Pinchuk.

“Crimea no debe ser un obstáculo para un acuerdo [con Rusia] que acabe con la guerra en el este”, afirma en el artículo el “traidor” Pinchuk. “Puede que tengamos que llegar a un compromiso para las elecciones locales en Donbass…

Si eso es lo que hace falta para demostrar el compromiso ucraniano para la reunificación pacífica, debemos llegar a un acuerdo para salvar miles de vidas”.

Según el autor, Ucrania debe centrarse en ayudar a todos esos que se han visto obligados a abandonar sus casas y “no pueden volver para vivir en peligro”. 

Es casi gracioso cómo Viktor Pinchuk trata de apaciguar a los patriotas de Maidan afirmando que tras 15-20 años de “crecimiento económico, modernización de infraestructuras y estabilización del sistema de protección social y el sistema financiero” en Ucrania, “todos en Crimea querrán vivir en esa futura Ucrania, igual que la población de la República Democrática Alemana quería formar parte de Alemania occidental”.

Quiénes son tus amigos

El poderoso oligarca muestra su escepticismo sobre el acceso de su país a la Unión Europea más allá de ser un “socio privilegiado”. 

También opina que sería prudente abandonar la idea de acceso a la OTAN. En su opinión, estos objetivos deberían quedar aparcados [temporalmente].

“Reconozcamos que Ucrania no va a acceder a la OTAN a corto o medio plazo.

No se ha producido tal oferta y si se produjera, podría llevar a una crisis internacional de una magnitud sin precedentes.

 En estos momentos tenemos que buscar una alternativa a ese sistema de seguridad y reconocer la neutralidad para el futuro inmediato”, resume Pinchuk.

Se cree que el actual plan de desarrollo económico y político para Ucrania ha sido desarrollado por el antiguo secretario de Estado y amigo personal de Pinchuk, Henry Kissinger. 

La idea principal del plan es que Rusia garantice la seguridad en el este de Ucrania y, a cambio, Occidente no interfiera en el “asunto de Crimea”.

Es decir, el artículo del Wall Street Journal está escrito, en realidad, por cuatro manos. 

El desesperado grito ucraniano ya ha aparecido en boca de la vicepresidenta del Parlamento, Irina Gerashenko, quien fuera secretaria de prensa de Yuschenko y hoy es representante de Kiev en las conversaciones de Minsk. 

“Con todo el respeto al excepcional diplomático Henry Kissinger, con todo el respeto a Pinchuk, no creo que sus ideas sean realistas. 

Han tenido en cuenta los intereses de Estados Unidos y la Federación Rusa, Trump y Putin, pero han olvidado un aspecto clave: la postura del pueblo ucraniano. 

El pueblo no va a capitular y abandonar la integración euro-atlántica solo para tranquilizar a Europa y Rusia”, escribió en Facebook la vicepresidenta del Parlamento.

Desde luego, quién rechazaría la “integración europea”, como si fuera una sabrosa tarta de navidad.

Wendy Sherman y la masacre en Donbass

¿Quién está detrás del deseo de destrozar el rebelde Donbass? Ucrania ha creado toda una clase de matones. 

El regimiento Azov recluta nuevos voluntarios para los batallones nazis. 

El presidente del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, Oleksandr Turchinov, ha anunciado que está dispuesto a liderar un nuevo partido radical cuyo propósito sería acabar con cualquier intento de llegar a una solución pacífica.

 Sí, para el “pastor sangriento” Turchinov y su equipo, el cese de hostilidades podría ser el final de su carrera. Puede que también de su vida.

Una “guerra real” requiere una gran cantidad de voluntarios cuyos negocios dependen directamente de la carnicería del sudeste.

 Estructuras cercanas a Poroshenko ganan grandes cantidades de dinero. 

Por ejemplo, el conglomerado estatal Ukroboronprom planea lanzar la producción de rifles estadounidenses 16 según los estándares de la OTAN. No tiene sentido, pero da dinero.

Pero hay que volver a hace tres años. Cuando nadie había muerto aún en Donbass. 

Sin embargo, el 21 de marzo de 2014, en Dnipropetrovsk tuvo lugar un gran acto: en privado se reunieron el [entonces] gobernador Ihor Kolomoisky y Wendy Sherman, subsecretaria de Estado de John Kerry.

Tras las secretas negociaciones, el dúo compareció ante la prensa. “El presidente y el secretario de Estado de Estados Unidos me han enviado para mostrar nuestra solidaridad y apoyo.

 Ucrania se enfrenta a duros retos, comenzando por los aspectos de seguridad”, afirmó Sherman. La invitada habló también de la solemne visita a la famosa sinagoga “Rosa Dorada” y el centro cultural más grande de Europa, Menorá. 

Descendiente de inmigrantes procedentes de Kiev, Sherman afirmó que comprendía a Ihor Kolomoisky, presidente del Consejo de Comunidades Judías de Europa y de la Unión de Judíos Europeos: “Mucha gente habla de las cosas terribles que pasan en Ucrania. Pero yo veo el deseo de un pueblo de unirse en busca de un futuro próspero y democrático”.

Ihor Kolomoisky no comentó el resultado de las negociaciones. 

En general es un hombre de acción. Wendy Sherman dio personalmente la autorización para barrer las regiones del sudeste. Inmediatamente después de la visita estadounidense, el batallón punitivo Dnepr comenzó a disparar contra civiles en Donbass.

 De forma prácticamente simultánea, el entonces presidente en funciones de Ucrania, y que en el pasado fuera el ideólogo del Comité Regional del Komsomol de Dnipropetrovsk, Olksandr Turchinov, dio la orden de comenzar los bombardeos aéreos y el uso de tanques y artillería pesada.

Y así comenzó la guerra. Y puede que sea la única forma de que acabe. Salvo que los intereses de Estados Unidos cambien.

Tavria-SKIF quiere que vuelva Putin

El llamado Centro de Estudios Políticos y Económicos A. Razumkov de Kiev, un potente centro sociológico, nunca ha escondido que vive de aportaciones estadounidenses. 

De repente, el centro decepcionó a los “héroes ucranianos” con impensables resultados en su encuesta de año nuevo. Resulta que el 55% de los ucranianos quieren que regrese la Unión Soviética y la amistad con Rusia.

Además, según la información publicada, el 87% del sudeste de Ucrania considera a los rusos un pueblo hermano. Incluso después de lo ocurrido en Crimea y los tres años de operación antiterrorista. 

Debió de ser un golpe para aquellos que aún no se han quitado la “cacerola de Maidan” de la cabeza. 

Y lo que es más importante, está claro que estos datos no podrían presentarse sin la aprobación de los principales patrocinadores de la sociología moderna de Kiev.

Durante la campaña electoral, altas figuras de las autoridades ucranianas dedicaron graves insultos contra Donald Trump. Habían apostado sin ninguna ambigüedad por la victoria de la “salvadora” Hillary Clinton. 

Finalmente comprendieron que este sinsentido no era útil y no debería haberse hecho.

Ahora los círculos de los negocios de Ucrania anuncian a los cuatro vientos que “la oferta de Pinchuk es algo que hace tiempo que se lleva debatiendo en los círculos empresariales”.

“En la actual situación, Ucrania seguirá siendo una zona a evitar para la inversión y el negocio. Cualquiera comprende que es el momento de acabar la guerra y restaurar las relaciones con Rusia. Pinchuk, una persona con importantes relaciones y apoyo en Occidente, solo ha dado voz a esos sentimientos y esas propuestas. 

Y los círculos empresariales están de acuerdo. 

Creo que la sociedad apoyará esas propuestas. Porque es imposible no comprender el sentir de la sociedad ucraniana. La mayor parte de los ucranianos quieren paz y normalidad. 

Y si algunos de los actuales representantes de las autoridades que quieren continuar la guerra no comprenden, me temo que tendrán que abandonar”, afirmó una fuente anónima al diario online de Kiev Strana.

La planta alimenticia de Cherkassy “Finval 2006” publicó un llamamiento al presidente Petro Poroshenko en el que los empleados de la compañía urgen a restaurar lazos económicos con Rusia.

 El llamamiento explica que la ruptura de relaciones con Rusia y CEI ha afectado negativamente a las perspectivas económicas de la empresa: si los ingresos siguen cayendo, la planta podría tener que cerrar.

Los chicos de Cherkassy admiten que las cuotas otorgadas por la Unión Europea han resultado ser miserables y no consiguen compensar a la compañía por la pérdida de sus mercados más importantes. 

“Así que apoyamos la postura de parte del Parlamento sobre la necesidad de reanudar las relaciones económicas y comerciales con Rusia y los países del CEI, ya que son los mercados principales para nuestros productos”.

El gran conglomerado agrario “Robusta Agro”, de Jerson, también ha acudido a Poroshenko con la exigencia de reanudar relaciones económicas con Rusia. 

La capacidad de la compañía agrícola asciende a 45.000 toneladas: “con la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, Ucrania no ha recibido el reconocimiento deseado, no importa cuánto intenten convencernos de ello los políticos.

 Esto es especialmente obvio para nosotros a la hora de exportar. Porque las cuotas de exportación a la Unión Europea son tan bajas que no se puede considerar una relación de socios.

 Y con ello el familiar y favorable mercado de Rusia y CEI de repente dejó de estar disponible”.

Más de una docena de grandes compañías de ocho regiones del país, incluyendo Zaporozhia, Járkov, Chernigov, Odessa y Poltava, han planteado a Kiev peticiones similares. 

En una petición formal al presidente, califican a Rusia de socio estratégico sin el que las compañías están en peligro.

A finales de año solicitó reanudar las relaciones con Rusia el equipo de una de las empresas agrícolas más importantes de la región de Zaporozhia: Tavria-SKIF. 

En una carta, 250 empleados advierten de que si la cooperación con los socios rusos no se reanuda pronto, la compañía quebrará. 

El presidente de la fábrica, Oleg Kaliman, afirmó que los productos de Tavria-SKIF se pudren en almacenes porque no tienen salida ni en Ucrania ni en Europa.

Otros problemas

Y ahora a lo más importante. Aparentemente, todos estos llamamientos han sido escritos solo por colorados y agentes de Putin. 

Y deben ser castigados. Si no, no será posible construir la Ucrania europea. Parece que hasta en la misma Cherkassy, será necesario que los patriotas de Maidan apliquen su ley y acaben con esos separatistas e impongan el nuevo orden ucraniano.

En realidad, hay ciertos signos de aprobación de los banderistas. 

El silencio es una forma de aceptación. Está claro que la “acción patriótica ucraniana” no da beneficios. Y sin dinero no hay acción.

En la nueva Ucrania ha aparecido una nueva subclase de oligarcas: el lobby agrícola. 

En el actual Parlamento están presentes las principales empresas:”Productos de panadería Myronivsky,” “Kernel”, “Nibulon,” “UKRLandFarming”. Hermanos, hijos y jefes de prensa de esas empresas son ahora diputados.

Cuando el Bloque Poroshenko comenzó a repartir a los diputados por las comisiones, la mayoría optaban por la de agricultura. 

Siete de ellos mostraron además su disposición a presidir dicho comité.

Es especialmente sorprendente que los principales beneficiarios de la industria agrícola estén rodeados de lujo. Yuriy Kosyuk, uno de los lobistas clave y magnate de la agricultura, ha construido el imperio MHP, cuyos productos se venden bajo la marca Nasha Ryaba.

Tras la “revolución de la dignidad”, Kosyuk fue nombrado subdirector de la administración presidencial de Poroshenko. Kosyuk es dueño de dos de los yates más caros de Europa. 

En el verano de 2015, junto a Turchinov se paseó por Dubrovnik, Croacia. 

Construyó una gran mansión en Kiev que sería la envidia incluso de Yanukovich. Podría parecer que todo iba bien. Pero no.

“Es como si tú me pudieras visitar a mí en cualquier momento que te parezca bien, pero yo solo puedo verte a ciertas horas. 

Y solo durante media hora. 

Y con consentimiento previo”, afirmó el empresario sobre la Unión Europea.

 “No se han abierto los mercados. Sabe, las ruedas tienen un mecanismo de freno. 

Circulan en una dirección, pero en la otra no. 

Europa habla de una zona de libre comercio con Ucrania y al mismo tiempo firma una pila de excepciones y limitaciones a las exportaciones ucranianas

Creo que nos han engañado. 

Han marcado límites catastróficos y cuotas para exportaciones de Ucrania. 

Por ejemplo, Ucrania produce 1,2 millones de toneladas de carne de pollo al año. 

Para el mismo tiempo, Europa dio a Ucrania una cuota sin aranceles de 16.000 toneladas.

 Bueno, además de 20.000 toneladas de pollo entero congelado, lo que no es suficiente para nadie. 

Todo lo que supere esa cuota tiene aranceles de 1.000 euros por tonelada”, se lamentó el billonario ucraniano, que añadió que la cuestión del aumento de las cuotas no se tratará en los próximos cinco años.

 “Creo que han engañado a Ucrania.

 Por ejemplo, la empresa agrícola MHP produce 700.000 toneladas de carne al año; exporta 250.000 toneladas.

 Europa ha dado a Ucrania una cuota libre de impuestos de 16.000 toneladas.

 ¿Este es el libre comercio del que estábamos hablando?”

Saber qué hacer

¿Entonces qué quieren? El dueño de la planta siderúrgica Dnieper y corresponsal freelance para el Wall Street Journal, Viktor Pinchuk, quiere desesperadamente vender a los malditos moskalis sus tuberías de gas.

 Porque nadie más, solo Rusia, sigue comprando tuberías.

 Y el rey de Nasha Ryaba, Yuriy Kosyuk, quiere volver a vender pollo en el lucrativo mercado ruso.

Para conseguir este “sueño” es necesario retorcer el brazo de todo el que se muestre en contra.

 El embajador del Vaticano, el arzobispo Claudio Gugerotti, dio su bendición al cambio.

 A finales de año, llegó a la República Popular de Lugansk pronunció un sermón en la principal iglesia católica en Lugansk. 

El nuncio apuntó a la buena cooperación con las Repúblicas Populares de Donbass y sus autoridades.

 “El principal objetivo de la visita era trasladar el afecto del Papa al pueblo y a quienes viven aquí en vísperas de la Navidad”, apuntó ante los periodistas en Lugansk. 

El día anterior había visitado Donetsk. “La mayor alegría que puede traer es el abrazo y la bendición del santo padre, el Papa Francisco. 

Sepan que ahora hay un representante del Papa con ustedes solo porque el Papa no ha podido venir en persona, aunque desearía estar entre ustedes”, afirmó Gugerotti durante su sermón.

En Kiev, por supuesto, cundió el pánico y la histeria. Sin embargo, Roma está muy lejos y la Iglesia Ortodoxa Ucraniana es cercana al patriarcado de Moscú.

 El 4 de enero, su líder recibió como obsequio una bandera de los ciborgs.

 Los veteranos de la operación antiterrorista se presentaron en Pecherskaya Lavra en Kiev y agradecieron al Metropolitano la puesta en libertad de Taras Kolodiy, el último de los miembros de las fuerzas especiales ucranianas que luchó en el aeropuerto de Donetsk. 

El prisionero de guerra Koldiy fue liberado en Donetsk gracias al trabajo conjunto del patriarca ruso Kiril y el metropolitano de Kiev, Onuphrius. 

El teniente Sergey Biloshitsky, de la 90ª Brigada Aeromóvil, también luchó en la batalla por el aeropuerto de Donetsk. Le entregó al Metropolitano una bandera firmada por los exploradores del batallón. 

“De parte de la hermandad de Zhitomir, quiero entregarle nuestra bandera.

 Está firmada por los chicos que sirvieron en las Fuerzas Especiales…

 Muchos de los participaron en la procesión religiosa nacional ucraniana del verano pasado.

 Los chicos envían sus mejores deseos y le desean larga vida”, afirmó el ciborg ante la prensa.

Un momento: la procesión religiosa ucraniana de 2016, “por la paz, el amor y para rezar por Ucrania” provocó el odio de los nacionalistas.

 La boicotearon, intentaron evitar que entrara en las ciudades y prometieron aplastarla y hacerla arder. El Praviy Sektor se infiltró en los piquetes en las carreteras. Pero ninguno se atrevió a atacar la procesión.

 ¿Es porque, al parecer, los exploradores de la 90ª Brigada portaban banderas ortodoxas ucranianas?

https://slavyangrad.es/2017/01/14/maidan-se-queda-en-nada/#more-9666

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