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Qué revela el informe de la inteligencia de EEUU sobre supuestos hackeos rusos?

El informe de los servicios de Inteligencia de EEUU sobre la supuesta intervención rusa en el proceso electoral estadounidense, hecho público el 6 de enero, se ha convertido en tema candente en los medios de comunicación.


El informe era muy esperado por la comunidad que ansiaba poder ver pruebas contundentes del supuesto hackeo, pero esto fue lo que encontraron: 

"Nosotros creemos que el presidente ruso Vladímir Putin ordenó realizar una campaña para influir en las elecciones de 2016".

 "Nosotros consideramos que Vladímir Putin y el gobierno ruso le dieron su preferencia al recién electo presidente Trump. Estamos totalmente seguros de esas sentencias".

"Tenemos la seguridad de que el gobierno ruso y Vladímir Putin intentaron incrementar las posibilidades de victoria de Donald Trump mediante la desacreditación de Hillary Clinton exponiéndola de manera desfavorable en comparación con Trump. (…) 

La CIA y el FBI concuerdan absolutamente con esa conclusión. 

La NSA concuerda parcialmente".

 Además de los "creemos", "consideramos" y "tenemos la seguridad", el informe no presenta o cita ningún documento o prueba sólida de supuesta injerencia en el proceso electoral estadounidense. 

"Ellos [los rusos] no cambiaron los votos ni nada por el estilo.
 No tenemos ningún medidor, así que la comunidad de inteligencia no tiene manera de calcular el efecto que ellos han tenido en la elección de los votantes (…)
 ¿Ha sido una acción de agresión? 
Pues esa es una pregunta muy grave a la que la comunidad de inteligencia no puede responder", decía el director de Inteligencia Nacional, James Clapper, en una audiencia ante el Senado. ​

De hecho, casi la mitad del informe, está dedicado a los medios internacionales rusos, acusados de influir en la opinión pública de Estados Unidos durante la carrera presidencial de 2016. 

El informe aporta un 'sinfín de pruebas' realmente contundentes, como que "RT anunció que ha sido el único medio que colabora con WikiLeaks", o que "RT y Sputnik calificaban a Trump como una víctima del sistema político estadounidense corrupto", o incluso que "el político ruso Vladímir Zhirinovski anunció públicamente que beberá champagne si Trump vence en las elecciones".


Este informe parece haber decepcionado bastante al público occidental.

 Sobre todo si lo comparan con las pruebas verdaderamente contundentes expuestas por WikiLeaks y Edward Snowden, de cómo las agencias de inteligencia estadounidense irrumpieron en el sistema de telecomunicaciones de la ONU o cómo escuchaban a los líderes de la Unión Europea. 

Así reaccionaban los expertos en el tema, difíciles de acusar de simpatías hacia Rusia:

"Altamente desilusionante, de veras", John Schindler, ex agente de la NSA y consistente crítico de Rusia. 

​"Más bien decepcionante", Bradley Moss, experto en seguridad nacional.

 ​"Este es un informe muy escaso. 

Y viendo la cantidad de personas que me retweetean diciéndome 'evidencias o vete a la m***a", no concluye en nada", Eric Geller, reportero en temas de ciberseguridad de 'Politico'.

 ​"El informe de inteligencia de EEUU sobre la piratería de las elecciones tiene muchos 'juicios', pero poca evidencia. 

Casi la mitad está dedicada a la función propagandista de RT", Ian Katz, editor de BBC Newsnight. ​

El propio WikiLeaks ridiculizó el informe en un tweet, alegando que el documento "se basa en ver televisión y leer tweets". 

Sputnik obtuvo comentarios al respecto de boca de Don DeBar, analista político y anfitrión del programa de noticias "CPR news".

"Lo interesante de este reporte es que contiene sólo deducciones, nada de evidencia o alguna explicación de un caso", nos contaba Don DeBar, recordando que el documento comienza diciendo "lo sentimos, no podemos mostrarle evidencia alguna". 

Las conclusiones a las que llega son que Sputnik y RT proporcionan un espacio para voces diferentes a las que salen en los medios de comunicación, que consideran muy parcial la manera en la que los medios mainstream trataron a Trump y que se atrevieron a publicar materiales que crean sentimientos muy desfavorables hacia Clinton, como los comunicados de WikiLeaks.

"De lo que Sputnik y RT están siendo acusados, es de hacer periodismo, de sacar los trapos sucios al aire, llevando al público materiales para que saquen sus propias conclusiones". 

Según Don DeBar, la atención del público se desvía ahora intencionalmente de las revelaciones de los correos filtrados.

 Ya no existe tal cosa como la libertad de prensa. 

De hecho, durante la administración de Obama se ha enjuiciado a más personas por la conocida como Ley de Espionaje que con cualquiera de los presidentes anteriores en los últimos 100 años.

 "Pero aquellos de nosotros que fueron criados aquí [en EEUU], con la creencia de que una prensa libre es esencial para el funcionamiento de la democracia, ven favorablemente cuando alguien dice lo que no sabíamos acerca de las personas que se postulan para cargos públicos".

Algunos de los correos electrónicos de Podesta arrojan luz sobre el inadecuado uso por parte de Hillary Clinton de los fondos destinados a la caridad de la Fundación Clinton o de sus discursos pagados en Goldman Sachs donde fue menos crítica hacia los bancos de Wall Street de lo que había sido durante su campaña electoral.

Otros correos, por ejemplo, revelaron las críticas de Clinton a los activistas medioambientales apoyando la fracturación hidráulica, un método de extracción de gas con múltiples consecuencias probadas para el medio ambiente y la salud humana. 

"Hay una posibilidad real de que ellos [el Comité Nacional Demócrata] no hayan tenido absolutamente ninguna seguridad, por lo que creo que [todo el debate sobre la supuesta intromisión rusa en las elecciones de EEUU] es sólo una distracción del hecho de que estos son correos electrónicos auténticos que muestran actividad criminal en la campaña de uno de los candidatos a la presidencia, por parte del Comité Nacional Demócrata y por toda una serie de figuras que son o funcionarios públicos o aspirantes a funcionarios del gobierno". 

Don DeBar recordó que la contraseña utilizada por John Podesta —'p@ssw0rd'— era tan simple que "incluso un niño de mamá podía haberlo hackeado".

 La mayoría de los demócratas se han pronunciado a favor de las conclusiones del informe. Sin embargo, estos no otorgaron a los agentes del FBI acceso a sus servidores supuestamente hackeados, tan necesario para la investigación.

Para eso contrataron a especialistas de CrowdStrike, una empresa privada cuyo cofundador, Dmitri Alperovitch, es además miembro del Atlantic Council, un órgano conocido por su política antirrusa y patrocinado por el Departamento de Estado de EEUU, estructuras de la OTAN y otros gobiernos críticos hacia Rusia. 

El informe presentado por las agencias de inteligencia repite en mucho lo expuesto con anterioridad por CrowdStrike, por lo que muchos ven en el documento una visión muy politizada.

El partido republicano, por su parte, se ha visto fracturado. 

Los partidarios de la continuación de la política de confrontación con Rusia se han congregado alrededor de la figura de John McCain, presidente del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, quien sugiere la necesidad de crear un comité especial para investigar el informe.

 Pero aparecieron también aquellos que se pronuncian a favor del diálogo y lo importante es que estos se reúnen alrededor de la figura de Trump, que pronto entrará en la Casa Blanca.

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