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Descubierta en Perú cabeza momificada de un recién nacido con una asombrosa elongación craneal.

La cabeza momificada de un recién nacido de la antigua cultura Paracas, ha sido descubierta en Perú.

El hallazgo parece sugerir una elongación craneal de origen genético, ya que la deformación craneal provocada artificialmente tarda al menos seis meses en producir los efectos deseados.



Al haberse encontrado hasta ahora más de 300 cráneos alargados a lo largo de muchos años en Paracas, es posible que la raza que vivía en esta región ya naciera con este curioso rasgo morfológico.

El descubrimiento ha sido anunciado por el investigador Brian Foerster de Hidden Inca Tours, quien informa de que el bebé habría muerto hace aproximadamente entre 2.000 y 2.800 años, y que tendría como máximo tres meses de edad.

Los cabellos del niño se han conservado, y al igual que en muchos otros cráneos Paracas recuperados, son de color castaño rojizo, un hecho que contrasta con el habitual pelo negro de los pueblos andinos.

La columna vertebral del bebé se encuentra adosada al cráneo en una posición más retrasada de lo normal, lo que según Foerster «podría sin duda apuntar a una adaptación evolutiva para compensar la elongación craneal».

Cráneos de Paracas

Paracas es una península desértica situada en la provincia de Pisco, en la costa meridional de Perú.

Es aquí donde el arqueólogo peruano Julio C. Tello realizó un sorprendente descubrimiento en 1928: un extenso y elaborado cementerio que albergaba tumbas con los restos de individuos que presentaban los cráneos alargados de mayor tamaño hallados jamás en todo el mundo.

Acabaron siendo conocidos como los «cráneos de Paracas».

En total, Tello encontró más de 300 de estos cráneos con estas extrañas deformaciones, algunos de los cuales datan de hace unos 3.000 años.

Poco trabajo han hecho los arqueólogos desde los tiempos de Tello, pero las excavaciones de las tumbas de la nobleza han continuado.

Un aspecto intrigante de esta cultura que ha sido pasada por alto por la mayoría de los investigadores es el hecho de que la nobleza practicaba el vendado de la cabeza para provocar deformación craneal.


Cráneos de la cultura Paracas.

Sin embargo, pruebas sobre estos cráneos han revelado que, en promedio, la capacidad craneal es de 1,5 litros, aproximadamente un 25 % más que los cráneos contemporáneos y pesan un 60 % más.

También las cavidades orbitales son significativamente mayores que las de cráneos contemporáneos y la mandíbula más grande y gruesa.

Más aún, la presencia de dos pequeños huecos —llamados foramen— en la parte posterior de cráneos encontrados en Chongos (al norte de Paracas), indican que el flujo sanguíneo y quizás los nervios, excitaban el cráneo en la parte posterior para alimentar el tejido dérmico.

 Esto pareciera indicar que la naturaleza hizo esto y no una deformación craneal.

Análisis de ADN

Los cráneos alargados de Paracas provocaron una gran controversia cuando un genetista realizó un análisis inicial de ADN e informó de que presentaban un ADN mitocondrial «con mutaciones desconocidas hasta ahora en humano, primate o animal alguno».

Una segunda serie de análisis de ADN de la que informó L.A. Marzulli y que finalizó en el pasado año 2016, reveló un dato igualmente impactante: el origen de los cráneos analizados apuntaba a Europa y el Próximo Oriente.

Estos sorprendentes resultados cambiarían por completo la historia conocida del continente americano y de cómo se pobló.

fuente/MysteryPlanet.com.ar

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