Pablo Gonzalez

Astrónomos desconcertados ante una misteriosa y gigantesca onda en Venus

La nave espacial Akatsuki, lanzada por científicos japoneses, ha detectado una gran anomalía en forma de arco en la atmósfera superior de Venus.

Los astrónomos han estado especulando sobre esta protuberancia masiva en la atmósfera de nuestro vecino planeta, tal como informa National Geographic. 

Curiosamente, la estructura de 10.000 km de largo se quedaba inmóvil a pesar de los vientos de 360 km por hora que la rodeaban. 

Unos investigadores del Instituto de Ciencia Espacial y Astronáutica de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón creen que el fenómeno es la «onda de gravedad» más grande jamás registrada en el sistema solar. 

Emanando desde las montañas de abajo, el inusual fenómeno meteorológico es lo suficientemente fuerte como para soportar los feroces vientos. 

Una onda de gravedad ocurre cuando substancias como un líquido o un gas luchan por un estado de equilibrio bajo la fuerza de la gravedad. 

En la Tierra, este fenómeno se manifiesta en forma de olas en el océano y el flujo del aire sobre las montañas. 

Un equipo de investigación liderado por el astrónomo de la Universidad Rikkyo, Makoto Taguchi, detectó la anomalía al analizar las imágenes tomadas por Akatsuki en el espectro infrarrojo medio y ultravioleta. 


El satélite Akatsuki capturó esta imagen poco después de entrar en la órbita del planeta. 

Crédito: JAXA La región brillante, inusualmente cálida, se encuentra a una altura de unos 65 km por encima de la superficie de Venus. 

Se extiende por unos 10.000 km, casi todo el diámetro del planeta.

 La estructura no se movió a pesar de los vientos atmosféricos, permaneciendo estacionaria sobre una región montañosa de la superficie del planeta. 

No obstante, varias semanas después de las observaciones iniciales de los astrónomos, el arco había desaparecido, por lo que no es una característica permanente. Los investigadores esperan ansiosamente su posible retorno. 

Los investigadores de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) han analizado los datos dobtenidos por la sonda Akatsuki y han publicado su informe en la revista Nature Geoscience. 

Creen que el arco misterioso estaba formado por una enorme onda de gravedad atmosférica (que no debe confundirse con las ondas gravitacionales ). 

Las ondas de gravedad ocurran en cualquier planeta rocoso con una atmósfera, ya que los vientos que soplan sobre las características superficiales irregulares, como las montañas, precipitan las partículas de aire hacia arriba mientras que la gravedad tira de ellas hacia abajo, lo que resulta en olas.


 El gráfico muestra la temperatura de brillo y el brillo UV de Venus, capturado por la sonda Akatsuki. Crédito: JAXA Ondas de gravedad atmosféricas en una escala mucho más pequeña suceden en la Tierra todo el tiempo, y son una característica importante en la modelización del clima .

 Antes de que Venus mostrara su «sonrisa gigante», los científicos no creían que las ondas gravitatorias podrían llegar tan alto en la atmósfera. 

Asimismo, no se sabe muy bien por qué la capa superior gira tan rápido, lo que hace que sea difícil de observar las interacciones entre diversas capas de la atmósfera de Venus. 

El estudio de la onda recién descubierta podría ayudar a los científicos planetarios entender las cosas.

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