La quejumbrosa administración de Obama todavía no ha terminado. Hay que esperar proezas más sensacionales de la CIA; más demonización de Rusia; más armamento a los "rebeldes moderados" sirios; y hasta la ocasional bandera falsa.
Por Pepe Escobar
Esta es la forma como termina la administración Obama; no de manera espectacular, sino con un patético gemido
La campaña de la “Reina de la Guerra”, Hillary Clinton, “venimos, vimos y el murió” -contando con todo el apoyo del presidente Obama- gastó la escandalosa suma de 1,200 millones de dólares y fracasó ignominiosamente en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos
Por lo tanto Obama ha decidido que el "premio" de consuelo sea ordenar a la "comunidad de inteligencia" -una contradicción en términos- llevar a cabo una "revisión completa" de cómo los malvados rusos entregaron el Gran Premio a Donald Trump.
La Reina de la Guerra, como todo mundo sabe, insistió durante toda la campaña que "17 agencias de inteligencia estadounidenses" confirmaron la piratería rusa de los correos electrónicos de Podesta, que luego como lento goteo -estilo tortura china- día tras día fueron filtrados por WikiLeaks, revelando el sucio funcionamiento interno del DNC.
De hecho, no hubo ningún veredicto incriminatorio de las 17 agencias de inteligencia, solo un comentario sospechoso por el desacreditado Director de Inteligencia Nacional (DNI), James Clapper, que no ofrecía evidencia alguna.
Ahora, el periodicucho de poca monta, The Washington Post de Jeff Bezos, infestado de neoconservadores, -alguna vez un periódico decente- se suma a la jauría, divulgando la propaganda sensacionalista de la CIA, según la cual, Langley posee pruebas de que los rusos maniobraron para instalar a su candidato Manchuriano, Trumpiano.
Y esto justamente después que el mismo periodicucho se completamente se transformó en McCarthy, promoviendo una larga lista negra, mezcla de sitios web / agencias de noticias, Sputnik incluido, denunciándolos como quinta columnistas y / o, operaciones de propaganda. Reforzando aún más su ya negativa credibilidad -estimulada constantemente por los delirios neoconservadores de sus páginas editoriales.
El Post hasta hoy no ha retractado su infantil y falso "informe".
La intersección del Nuevo Macartismo y la CIA en el Post no podría ser más predecible; después de todo el Amazonas de Bezos es un contratista importante de la CIA, configurando así al Post como un importante activo del estado profundo.
Así que bienvenidos al presunto periódico de referencia de Washington que regurgita una lista negra del gobierno estadounidense (USG) de periodistas estadounidenses y extranjeros.
Una bandera falsa de más
En cuanto a la revelación por parte de la inteligencia de la CIA, esta equivale al proverbial "alto funcionario estadounidense" asegurando a la opinión pública estadounidense que la "opinión generalizada" de la "comunidad de inteligencia" es que "individuos con conexiones con el gobierno ruso" proporcionaron a WikiLeaks los correos electrónicos de Podesta . WikiLeaks ya había desacreditado esta narrativa en octubre.
Ahora imagínense a los hacks en Langley "secretamente" informando a los senadores en el Capitolio la semana pasada, de modo persuasivo tranquilizándolos, los rusos lo hicieron.
Sin embargo, incluso el falso informe del periódico tuvo que reconocer al proverbial "alto funcionario estadounidense" diciendo "hubo pequeños desacuerdos... sobre la evaluación de la agencia" -como diciendo que no hay pruebas sólidas de que el Kremlin dirigiera a los individuos identificados para pasar los correos electrónicos Demócratas A WikiLeaks".
Por lo tanto, estas son esencialmente viejas y desacreditadas noticias reempaquetadas -sin hechos que las respalden- como una poderosa acusación, plantada por la CIA en el supuesto periódico de referencia de Washington.
No es de extrañar que el equipo de transición de Trump -bajo el estratega en jefe de la Casa Blanca, Steve Bannon- debidamente perforara el globo estratégico de la CIA; "estas son las mismas personas que dijeron que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva". Caso cerrado. Regrésense a jugar con sus juguetes de plástico.
Incluso los estudiantes parvularios saben, basándose en el registro histórico, que tanto el gobierno de los EE.UU, al igual que la CIA, son especializados en mentir sin parar.
A veces las mentiras son acumulativas, a veces se contradicen entre sí. Por ejemplo, el ataque de gas sarín en Ghouta en agosto de 2013 -que puso al gobierno de los EE.UU al borde de un renovado Shock y Awe sobre Siria.
En ese momento, la inteligencia estadounidense estaba segura de que Jabhat al-Nusra -alias al-Qaeda en Siria (o "rebeldes moderados", según el "consenso" de Beltway)- era capaz de producir gas sarín. Y, sin embargo, Obama insistió en que Bashar al-Assad lo había hecho, violando así la tonta línea roja de Obama.
Directamente del manual neoconservador en Iraq, Obama eligió inteligencia para justificar lo que habría sido una guerra contra Siria.
El hecho era que el gas sarín fue trasnferido a al-Nusra bajo la influencia del notorio Bandar Bush, en ese entonces el encargado por la Casa de Saud para provocar el cambio de régimen en Damasco por todos los medios necesarios. Bandar era incluso más influyente que la CIA; él estaba coordinando directamente el envío de toneladas de dinero y armamento a los yihadistas en Siria, como también inventando banderas falsas como en Ghouta.
Y todo esto después de que el mismo Obama ordenara, a principios de 2012, la línea de la rata de la CIA, a través de la frontera turco-siria, de las armas libias destinadas a abastecer a los "rebeldes moderados".
La conclusión es que el Premio Nobel de la Paz, Obama, mintiendo descaradamente como un humilde neoconservador, había estado al borde de lanzar una guerra contra Siria por un "crimen" sobre el cual no había pruebas.
Y las mentiras se acumulan cuando los elaborados planes sirios de la administración Obama trastabillan en el caldero de Aleppo del Este. Esto (en árabe) es la forma en que los "rebeldes moderados" fueron expulsados -revelando, en paralelo, cómo Damasco se benefició de la inteligencia interior mientras una miríada de grupos "rebeldes" estaba luchando entre sí.
Esto se trata de hechos reales sobre el terreno - no de la incesante campaña de propaganda/ operaciones psicológicas del gobierno de los EE.UU sobre los malvados rusos que bombardean hospitales.
La quejumbrosa administración de Obama todavía no ha terminado. Hay que esperar proezas más sensacionales de la CIA; más demonización de Rusia; más armamento a los "rebeldes moderados" sirios; y hasta la ocasional bandera falsa.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.