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¿Impedirán que Trump llegue a ser presidente?


Desde hace unas semanas y de forma creciente, las redes vienen llenándose de noticias y rumores sobre la posibilidad de que Donald Trump, a pesar de haber ganado las elecciones presidenciales, no llegue a ser presidente de los EEUU.

Los argumentos para apoyar esta teoría se expresan de muchas formas diferentes: desde la posibilidad de que Trump sea asesinado antes de la toma de posesión por “las élites” que se oponen a él, estableciendo un paralelismo con JF Kennedy, hasta cualquier tipo de maniobra de carácter político-legal que le impida tomar posesión de su cargo, obligando a su sustitución, en unos movimientos también promulgados por estas élites asustadas ante su llegada.

En este artículo, queremos plantearnos si realmente estos temores tienen base o no.

Queremos hacernos preguntas y plantear teorías, a favor y en contra, antes de que el tiempo nos empiece a dar las respuestas.

Después iremos viendo cuál de las dos posiciones se acercaba más a la realidad y por qué.

POSTURA 1: EXISTEN MOVIMIENTOS REALES DE LAS ÉLITES PARA DESBANCAR A TRUMP

Podríamos decir que, al menos en las redes alternativas, se ha extendido la teoría de que hay una conspiración desde las altas esferas de las élites, para impedir a última hora que Trump sea presidente.

Antes de discutir sobre si esta aseveración tiene sentido o no, fijémonos en los hechos.

Esta teoría se basa en las acusaciones públicas vertidas por gran parte del establishment de Washington contra Trump, entre las que se incluye una acusación tan grave como insinuar que un estado extranjero y potencialmente enemigo como Rusia, habría intervenido para manipular el resultado electoral.

Como ya sabrán, el presidente saliente Barack Obama, ya decidió emprender una investigación de posibles ciberataques a EEUU durante las elecciones, con el objetivo de averiguar si piratas cibernéticos rusos intentaron interferir las elecciones presidenciales de noviembre.


Así es como nos lo exponían en RT…

Lisa Monaco, asistente del presidente Obama para seguridad nacional y prevención de terrorismo revela que, después de que Washington acusara a Moscú de haber lanzado ciberataques para “intervenir en las elecciones” estadounidenses, la Administración del todavía presidente Barack Obama ha decidido descubrir si es verdad que durante el proceso electoral tuvieron lugar ataques de ‘hackers’ rusos para “entender qué significa eso y para impartir las lecciones aprendidas”

Lisa Monaco también subraya que Obama espera recibir los resultados de la investigación antes de dejar la Casa Blanca en enero del 2017.

Obviamente, Rusia ha negado las acusaciones y Donald Trump ha hecho mofa pública de ello.


Por otro lado, la Casa Blanca ha denunciado que el presidente electo de EE.UU. Donald Trump y sus asesores mantienen vínculos económicos con Rusia y el canal RT. Lo ha hecho a través de su secretario de presa John Earnest en una comparecencia pública.

“Fue el presidente electo quien se ha negado a presentar sus nexos financieros con Rusia.

 Fue el presidente electo quien contrató a un jefe de campaña con extensos y lucrativos vínculos financieros personales con Rusia. Fue el presidente electo quien contó durante su campaña con un asesor de seguridad nacional quien ha sido un colaborador pagado por RT, un distribuidor de propaganda de Rusia”, ha afirmado Earnest.

La CIA también ha insinuado que Rusia habría ayudado a Trump a ganar las elecciones, algo que ha sido considerado ridículo por gran cantidad de analistas y medios, aparte de todos los partidarios del multimillonario.

Incluso la Agencia de inteligencia de EE.UU, ha concluido que la CIA no puede probar que Rusia ‘hackeó’ para favorecer a Trump y que la CIA no dispone de ninguna prueba al respecto.

Aún así, múltiples medios favorables a Clinton insisten.

“La NBC dice que Putin “participó personalmente en la interferencia rusa” en las elecciones de EE.UU. La cadena acusa al mandatario ruso y a un equipo dirigido por Moscú de llevar a cabo una campaña secreta para desacreditar la imagen de EE.UU”


Todas estas acusaciones, se han visto acompañadas de múltiples signos, que Michael Snyder, un célebre bloguero que apoya a Trump y cuyos artículos hemos reproducido muchas veces, ha resumido en 14 signos de que existe un complot para robarle la presidencia a Trump.

Aquí resumimos unos cuantos…

-Un grupo de 10 electores presidenciales envió una carta al Director de Inteligencia Nacional, James Clapper, pidiendo que se le informe sobre los esfuerzos rusos por interferir en las elecciones de noviembre. Este grupo está siendo dirigido por Christine, hija de Nancy Pelosi.

-La campaña de Clinton está apoyando públicamente el esfuerzo para lograr que los miembros del Colegio Electoral reciban una “información de inteligencia” sobre la injerencia de Rusia en las elecciones antes de emitir su voto.

-El líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell ha anunciado que apoya una investigación sobre “la interferencia electoral rusa”.


-Los senadores estadounidenses Chuck Schumer, Jack Reed, John McCain y Lindsey Graham anunciaron que desean ver una investigación sobre la interferencia de Rusia en las elecciones.

-El representante de los Estados Unidos, David Cicilline, está instando a los electores a considerar la “medida en que la interferencia extranjera en las elecciones presidenciales de Estados Unidos puede haber influido en el resultado final” antes de emitir sus votos.

-El representante estadounidense Jim Himes está llamando a Donald Trump “un peligro para la república” y está alentando públicamente a los miembros del Colegio Electoral a votar por alguien que no sea Donald Trump el 19 de diciembre.

-En Estados Unidos el voto es indirecto, es decir, cuando un candidato gana el voto popular en un estado obtiene el compromiso de voto de los representantes del Colegio Electoral correspondientes, que en total son 538 y se reparten en función del tamaño de la delegación congresual.

-Time Magazine aboga abiertamente por que los miembros del Colegio Electoral voten por alguien que no sea Donald Trump el 19 de diciembre.

-El ex director de la CIA ha proclamado audazmente que los intentos rusos de alterar el resultado de las elecciones de noviembre eran “el equivalente político del 11 de septiembre”.

-El ex agente de la CIA Bob Baer recientemente fue a la CNN y públicamente pidió una nueva elección si se puede demostrar que la primera elección no fue legítima debido a la interferencia rusa.

-El ex funcionario de la CIA y ex candidato presidencial Evan McMullin dice que Donald Trump “no es un americano leal” porque sus puntos de vista no son lo suficientemente anti-rusos.

-El Huffington Post está promocionando una sentencia judicial federal de 1995 como un precedente que podría ser usado para tomar la presidencia de Donald Trump y entregarla a Hillary Clinton si un tribunal encuentra que la interferencia rusa alteró el resultado de la elección.


-La directora de comunicaciones de Hillary Clinton, Jennifer Palmieri, afirma ahora que un “estado extranjero” trató de hackear su cuenta de Gmail pocos días antes de las elecciones.

Además, existen movimientos para impedir que Trump acceda a la presidencia, como el capitaneado por el movimiento conocido como “Hamilton Electors”, que no se resigna a que Donald Trump sea el nuevo presidente de EE.UU. y trata de convencer a 37 miembros republicanos del Colegio Electoral para que no voten por el magnate el 19 de diciembre.


Trump venció en las elecciones del 8 de noviembre al obtener 306 compromisarios del Colegio Electoral frente a los 232 de la demócrata Hillary Clinton, pero técnicamente su triunfo no es oficial hasta que esos electores se reúnan en sus capitales estatales para votar el 19 de diciembre.

Lo que busca el movimiento “Hamilton Electors”, impulsado por electores demócratas, es que al menos 37 electores republicanos rompan filas y se unan a los ocho demócratas que han decidido no votar por Clinton sino apostar por un candidato republicano alternativo para evitar, como sea, un Gobierno de Trump.

Los “Hamilton Electors” apuestan por el gobernador de Ohio, el republicano John Kasich.

Pero este no es el único movimiento que está en marcha.

Larry Lessig, un profesor de derecho constitucional de la Universidad de Harvard, está usando su posición como profesor de derecho de Harvard para tratar de detener a Donald Trump.

 Su nueva organización se llama “Electors Trust”, y ha estado actuando como eje central de la campaña para negar a Trump los 270 votos que necesita para convertirse en el próximo presidente.

 Si este esfuerzo tiene éxito, las fuerzas anti-Trump necesitan cambiar 37 de los votos de Trump, y Lessig dice que hasta ahora 20 electores republicanos están considerando votar contra él.


Y sin duda Lessig está en condiciones de saber lo que está pasando, porque según Politico su organización ha estado sirviendo “como cámara de compensación para que los electores comuniquen en privado sus intenciones”.

Como vemos, existen movimientos reales para desbancar a Trump y es más que evidente que hay sectores políticos que literalmente están rabiando y sacando espuma por la boca ante la victoria del magnate e intentarán hasta última hora impedir su acceso a la presidencia.

Es algo con lo que estamos plenamente de acuerdo y que parece absolutamente indiscutible.

Esto, de hecho, no tiene nada de novedoso ni sorprendente, dado el tono encarnizado de la campaña, y la retórica incendiaria de Trump, que tanta división social ha acabado provocando en todo el país.

Se podría considerar pues, como una consecuencia política lógica de los acontecimientos.


No obstante, las teorías que están corriendo en las redes, van mucho más allá de esta supuesta lógica política y sostienen que en realidad, son las élites más elevadas las que intentan impedir el acceso de Trump a la presidencia.

Estas teorías encuentran gran predicamento por parte de muchos medios alternativos, acumulan gran cantidad de seguidores y aprovechan la indiscutible oposición política de los demócratas y sus grupos de poder, que podemos ver cada día en las noticias, para otorgarle plena credibilidad a la teoría.

Paralelamente, aparecen otro tipo de predicciones sobre un posible asesinato de Trump, que contribuyen aún más a generar este caldo de cultivo. Tres ejemplos…


La vidente colombiana Deseret Tavares, que acertó con antelación la llegada a la presidencia de Donald Trump y que ahora predice que el magnate será asesinado en un atentado.




Otra vidente cuyas predicciones también indicarían que Trump no será presidente, es la anciana búlgara Baba Vanga…

Una ciega adivina, conocida como Baba Vanga, predijo un negro destino a Donald Trump como presidente de EEUU.

La vidente búlgara fallecida en 1996 a la edad de 85 años, cobró fama por sus predicciones de los sucesos más significativos de la historia moderna, como el ataque a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, la aparición de Daesh e incluso el Brexit.


Vanga profetizó correctamente que el 44 dueño de la Casa Blanca sería un hombre de raza negra, previendo la llegada de Barack Obama, pero esta no fue su única profecía respecto a la presidencia de EEUU: Baba predijo que Obama sería el “último presidente de Estados Unidos”.

Incluso algunas de las psicografías del argentino Benjamin Solari Parravicini, apuntarían en esa dirección…

Bien, como vemos, existen gran cantidad de indicios, de índole política, conspirativa e incluso esotérica, que apuntarían a que Trump no será presidente de EEUU.

Así pues, la postura de aquellos que advierten que se impedirá la presidencia de Trump y que las élites harán lo que sea para impedirlo, disponen de una buena cantidad de indicios y de una buena base para defender su posición.

Es posible que las élites más elevadas, efectivamente, estén tejiendo las más sucias maniobras de última hora para impedir la presidencia de Trump, incluso llegando a plantearse su asesinato si todas las operaciones fracasan.

Pero como ya sabrán nuestros lectores habituales, el Robot Pescador, piensa exactamente lo contrario y ahora expondremos un punto de vista totalmente diferente, acompañado de sus correspondientes razonamientos, para que los tengan también en consideración…

POSTURA 2: LAS ÉLITES HAN PUESTO A TRUMP Y HAN DECIDIDO QUE SERÁ “SU” PRESIDENTE

Como ya hemos dicho en anteriores artículos, la teoría de que las élites se oponen a la presidencia de Donald Trump, desde nuestro punto de vista, no tiene ningún fundamento.

De hecho, creemos que existen fundamentos claros para afirmar exactamente lo opuesto: Trump siempre fue la apuesta de las élites, lo han puesto ellos ahí y están encantadas con él y con que cumpla con la misión que le han encargado.


Es más, en parte creemos que parte de la retórica anti-Trump, tiene el objetivo de convertirlo en un “rebelde perseguido” de cara a la opinión pública, de manera que, cuando triunfe sobre “todas esas malignas conspiraciones”, no sólo se convierta en un héroe y en un “ganador”, sino que además quede investido del falso título de “enemigo de las élites y del establishment”, lo que le dará un amplio margen de maniobra para camuflar, precisamente, todos los movimientos favorables a los designios de esas mismas élites.


De hecho, resulta llamativo que se arme tanto escándalo sobre estas insinuaciones e investigaciones, justamente ahora, cuando ya hace tiempo que las sospechas están ahí y no han tenido ningún efecto real. Al fin y al cabo, en un video que este blog subió a mediados de junio, ya insinuábamos esta posibilidad…

Se demuestra que estas acusaciones no tienen recorrido ni han resultado efectivas durante las elecciones, lo que nos invita a sospechar que no son más que ruido reiterativo con pocas posibilidades de proliferar, algo que en el fondo, beneficia a Trump.


Desde el punto de vista del Robot, cuando uno empieza a analizar como se desarrollan los acontecimientos, se da cuenta de que es absurdo creer que se impedirá a Donald Trump ser presidente de EEUU.

¿Por qué?

Por diversos factores…

PRIMERO

Para empezar, todo el argumentario que sostiene que las élites impedirán que Trump sea presidente, se basa en 2 premisas aceptadas inconscientemente por los defensores de dicha teoría:

-A: Que las elecciones han sido limpias y que por lo tanto, siempre deben haber sido limpias en EEUU. 

Eso entraría en contradiccion con las manipulaciones electorales ya conocidas en elecciones anteriores, como la que le dio la victoria a Gerge W Bush sobre Al Gore.

Pero sobretodo, entra en contradicción con las propias teorías expuestas por los medios alternativos, que durante meses se desgañitaron advirtiendo que para impedir la victoria de Trump, se produciría una manipulación segura de las votaciones o del recuento por parte de las élites.

-B: la segunda premisa aceptada inconscientemente, es que las élites más elevadas, han sido “pilladas por sopresa” por el resultado electoral y que no tenían ningún conocimiento del enfado y sentimiento de profundo rechazo de gran parte de la población norteamericana hacia el establishment de Washington y particularmente contra la vomitiva figura de Hillary Clinton. 

Creer esto, es creer que las élites son un grupo de “tontitos” que no se enteran de nada.

En resumen, al creer que las élites intentarán impedir que Trump sea presidente, los defensores de dicha teoría aceptan implícitamente estos dos puntos anteriormente expuestos, lo que consideramos profundamente contradictorio y erróneo.


SEGUNDO

No es difícil intuir que si finalmente se impidiera el acceso de Donald Trump a la presidencia, fuera a través de sucias maniobras políticas, o fuera mediante un asesinato, la consecuencia que ello tendría, sería el estallido de un conflicto civil en EEUU de imprevisibles consecuencias.

De hecho, podemos apostar a que estallaría una auténtica guerra civil, aunque no fuera una guerra convencional con tanques, aviones y tropas.

Recordemos que ya antes de los comicios, muchos seguidores de Trump ya amenazaron con levantarse en armas si Trump no ganaba, convencidos de que ello se debería a una manipulación de las votaciones.

Imaginen las consecuencias que tendría barrar el paso a Trump, después de haber ganado tan claramente. Sería devastador.

Eso nos lleva a concluir que solo existen dos posibilidades: o Trump es presidente, o hay una guerra civil en EEUU.

Y eso nos lleva a concluir también que si esas élites están realmente decididas a impedir que Trump sea presidente, entonces es que están decididas a provocar una guerra civil en EEUU.

¿Tiene eso sentido?

 ¿Obedece a sus intereses? 

Es difícil responder a estas preguntas.

Y en todo caso, también debemos preguntarnos: si los tentáculos de esas élites son tan poderosos que pueden desbancar a un presidente electo, ¿por qué no usaron esos mismos tentáculos poderosos para desbancarlo antes, durante la pre-candidatura, durante la carrera presidencial, o incluso durante las votaciones?


TERCERO

Si fuera realmente cierto que estas élites realmente están en contra de Trump y van a desbancarlo, entonces ¿por qué se unen a él?

Trump le ha dado el control de la economía durante su mandato, directamente a Goldman Sachs.

 Ya lo hemos indicado en anteriores artículos: tiene nada más y nada menos que a 3 Goldman Sachs en su administración: a Steve Bannon, como Secretario del Tesoro a Mnuchin y como máximo asesor económico, directamente al presidente de Goldman Sachs, Gary Cohn.


Añadan a ello, que el Secretario de comercio es Wilbur Ross, el hombre de Rothschild en EEUU que salvó de la quiebra a Trump en la década de los 80, convirtiéndolo así en un hombre en deuda con Rothschild y por lo tanto, “en una propiedad suya”.


Y sumen también el apoyo explítico y reiterado de una de las caras más visibles de esas élites: Henry Kissinger, que no para de insistir en que “se le de una oportunidad a Trump” y en marcar su “carácter excepcional”.



Así pues, pregúntense ustedes: si las élites tienen la intención de impedir que Trump sea presidente, entonces ¿por qué se meten directamente en los puestos más destacados de su gobierno, para manejar directamente la economía y el dinero?

¿Lo hacen para autoboicotearse? ¿Salen de entre las sombras y se ponen al frente para dirigir la economía bajo el mandato Trump, para acabar impidiéndose a sí mismos dirigir la economía con Trump?

 ¿Qué estupidez es esta?

CUARTO

Trump es la jugada clave, la culminación de un largo proceso y el primer paso de una nueva era: el jaque mate que las élites han planeado para llevarnos al Nuevo Orden Mundial.

Como decíamos en un anterior artículo QUIÉN ES REX TILLERSON, EL SECRETARIO DE ESTADO DE TRUMP

Si una cosa simboliza este gobierno de Trump, es que los ricos y multimillonarios dan un paso adelante y dejan de estar manejando los hilos desde las sombras, para pasar a gobernar directamente los estados, dando la cara de forma explícita.

Es como si apartaran a un lado a los títeres políticos que hasta ahora les obedecían.

Los más ricos, ya no lo gobernarán todo entre bambalinas: ahora nos gobernarán directamente, a ego descubierto y encima actuarán como nuestros salvadores, pues nosotros somos una masa de “perdedores” que no sabemos cómo hacer las cosas, en contraste con ellos, que han alcanzado el éxito gracias a su superioridad.

Es la sublimación absoluta del elitismo.


Otra de las ideas que conlleva la victoria de Trump, es que los Estados deben ser gobernados como empresas y por lo tanto, deberán preponderar la eficiencia y los resultados, como en cualquier corporación.

Como consecuencia de este cambio de mentalidad, inoculada sutilmente en la mente de las masas, si el Estado se acaba identificando con una empresa, los magnates ahora convertidos en gobernantes o gestores, pasarán a identificarse como “nuestros jefes” y, por lo tanto, nosotros, los ciudadanos, como “sus empleados”.

Trump marca el inicio de esta nueva era en que las élites dejan de gobernar el mundo desde las sombras y se presentan explíticamente como la casta de líderes superiores de la humanidad.

Es el neo-feudalismo, en el que los vasallos rinden culto a sus amos y los adoran como dioses.

Y si leemos entre líneas, veremos claros indicios de que las cosas van por estos derroteros.

Algunos de los grandes líderes del Nuevo Mundo que se acerca, como por ejemplo los magnates pioneros de la industria espacial privada Jeff Bezos (Amazon y Blue Origin) y Elon Musk (Tesla y Space X), ya se han aproximado a Trump.

No solo eso.

Musk se ha incorporado al foro Estratégico y de Políticas de Trump, para asesorarle directamente.


Saben lo que Trump representa y todos quieren su posición en esta nueva era que comienza.

El caso de Musk es particularmente significativo, puesto que durante la campaña se mostró crítico con Trump, al que no consideraba apto para el cargo. Bien, pues ahora ejercerá un papel de asesor suyo.


Y todo ello, nos lleva a una serie de conclusiones:

-Trump no es enemigo de las élites, sino todo lo contrario

-Trump ha sido puesto por las élites más elevadas, que han decidido sacrificar a sus anteriores lugartenientes.

-Los enfrentamientos que ahora vemos, son puro humo. Ruido político sin más, por parte de los perdedores de esta contienda entre clanes mafiosos. 

Pero el “capo de la mafia”, la cúspide de la pirámide del poder, ya ha decidido quién será su nuevo lugarteniente: Donald Trump, y le da todo su apoyo.

-Las élites han dado un paso al frente, abandonando su táctica de gobernar desde las sombras y han decidido ponerse bajo los focos, para iniciar la nueva era de amos y vasallos neo-feudal.

-Predicciones como la de Brandon Smith, que sostenía que Trump sería puesto por las propias élites para culparle de un cataclismo económico, empiezan a difuminarse o a adquirir otros matices.

Si consideramos que Goldman Sachs es una de las caras más explícitas de estas élites mundiales y vemos que Goldman Sachs se incorpora directamente al gobierno de Trump, es lógico pensar, que no lo hará para que después le culpen de una debacle económica provocada por ellos mismos. 

Tampoco lo hace Rothschild. No serán tan tontos de ponerse a dar la cara para después hundirlo todo y que les culpen a ellos directamente, ¿no?

Es lógico pensar que si dan un paso al frente, y si salen de entre las sombras para gobernar directamente, es que tienen planeado triunfar por todo lo alto.


Y por lo tanto, es lógico deducir que no solo no van a impedir que Trump llegue a la presidencia, sino que van a hacer todo lo posible para que su presidencia sea triunfal y el inicio de un nuevo orden que los refuerce a todos. A poder ser, de 8 años, es decir, dos mandatos para alcanzar todos sus objetivos y asentar las bases del Nuevo Orden.

Eso es lo que se deduce de todos estos movimientos que estamos viendo.

Desde nuestro punto de vista, todos estos razonamientos, podrían invalidar la teoría de que las élites quieren impedir que Trump sea presidente. 

En todo caso, la oposición que estamos viendo, es la que realizan sus opositores, el clan mafioso que ha caído en desgracia a ojos de las élites. 

Y podemos intuir que difícilmente, sus amos les permitirán que se pasen de la raya.

Evidentemente, todo lo que hemos expuesto, tanto en una postura como en la otra, son conjeturas.

Son solo teorías sobre lo que puede estar aconteciendo en las más altas instancias del poder mundial y no apuestas concluyentes ni categóricas, porque de hecho, nadie puede hacerlas.

El objetivo de este artículo, es invitar a los lectores a que también se hagan preguntas e hilvanen sus propias teorías.

Así pues, ¿vosotros qué creeis?

¿IMPEDIRÁN QUE TRUMP LLEGUE A SER PRESIDENTE?

Si. Las élites harán todo lo posible hasta última hora para impedir que Trump llegue a la presidencia. Existen muchas pruebas de ello.

No hay élites controlando la situación, sino solo grupos de poder enfrentados a nivel nacional e internacional.

 En todo caso, los más poderosos se apuntan a caballo ganador.

No. Trump ha sido puesto por las élites y harán todo lo posible para que cumpla con la misión que le han otorgado.

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Fuentes:

Publicado por Enrique Sierra Mendoza

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