El mes de septiembre es un mes repleto de conmemoraciones.
Del 15 al 18 de septiembre de 1982 la milicia fascista libanesa apoyada por Israel masacró al menos a 1.300 personas en los campos de refugiados de Sabra y Chatila.
El 28 de septiembre de 2000 vio el inicio de la Intifada de al-Aksa, un levantamiento de masas de los palestinos de los territorios ocupados que estalló a raíz de la “visita” de Ariel Sharon protegido por mil soldados al lugar santo musulmán, [la explanada de] Haram al-Sharif en Jerusalén.
Fue Sharon en su calidad de ministro de Defensa quien en 1982 ordenó a la milicia fascista libanesa entrar en los campos de Sabra y Chatila.
Después declaro que estaba “conmocionado, conmocionado” de que hubieran masacrado a los palestinos que vivían ahí.
El 17 de septiembre de este año se cumple el 60 aniversario del asesinato del conde sueco Folke Bernadotte. Fue vice-presidente de la Cruz Roja suiza durante la Segunda Guerra Mundial.
Salvó a unas 15.000 personas de los campos de concentración alemanes, incluyendo a unos 8.000 daneses y noruegos, 7.000 mujeres de nacionalidades francesa, polaca, checa, británica, estadounidense, argentina y china.
Los sacó en autobuses completamente blancos excepto la cruz roja pintada en ellos.
Fue un trabajo peligroso. Condujo por las carreteras mientras mientras los bombarderos aliados atacaba con la muy poco quirúrgica precisión de aquellos días .
En 1944 cuando Suecia estaba haciendo serios esfuerzos por rescatar a los judíos húngaros, el representante sueco de la Junta de Refugiados de Guerra estadounidense reunió a un grupo de judíos suecos y les pidió que le recomendaran a alguien que fuera a Hungría a dirigir estos esfuerzos. Eligieron a Bernadotte.
Sin embargo, el gobierno húngaro no le permitió entrar y el legendario Raul Wallenberg fue enviado en su lugar.
Según Wikipedia, “tras el Plan de Partición de Naciones Unidas de 1947, el 20 de mayo de 1948, Folke Bernadotte fue nombrado mediador de Naciones Unidas en Palestina, el primer mediador oficial en la historia de Naciones Unidas.
En su calidad de mediador logró que se alcanzara una tregua en la guerra árabe-israelí de 1948 y sentó las bases para la creación de la Agencia de Naciones Unidas de Ayuda a los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo [UNRWA, en sus siglas en inglés]”.
A media que la guerra se iba encarnizando a lo largo de 1948 Bernadotte ideó varios planes, uno era la “unión de dos miembros, uno judío y otro árabe” que abarcarían toda Palestina y Transjordania (la actual Jordania).
Cuando esto fue rechazado, ideó la compleja idea de dos Estados, que otorgaba el [desierto de] Negev a los árabes, Galilea a los judíos y convertía Haifa y el aeropuerto de Lydda en zonas libres y toda Jerusalén en una entidad bajo control de Naciones Unidas.
Otra parte de la propuesta era reconocer el derecho de los palestinos a retornar a sus hogares en el territorio controlado por los judíos.
Entra en escena el Grupo Duro (o Combatientes por la Libertad de Israel, como se llamaban a sí mismos). Eran un grupo de lo que se llamaban los sionistas “revisionistas”.
Se oponían a los tipos del Partido Laborista de Ben Gurion.
Eran tan fanáticos en sus demandas de un Estado judío (del Nilo al Eúfrates) que en los cuarenta tuvieron una nueva idea sobre los enemigos de los judíos.
Hitler era un “persecutor” de los judíos, pero el “enemigo” de los judíos era el poder que ocupaba Palestina, los británicos.
Los judíos siempre serían perseguidos hasta que vencieran al “enemigo” y tomaran su territorio legítimo. Así pues, los Combatientes por la Libertad de Israel ¡tenían que aliarse contra los británicos y con Hitler!
Por desgracia, no me lo estoy inventando. En enero de 1941 agentes del Grupo Duro fueron a Beirut y se reunieron con agregados militares alemanes que proponían un alianza militar formal.
El documento se encontró en la Embajada alemana de Ankara, Turquía, después de la guerra.
En febrero de 1942 los británicos mataron al líder del Grupo Duro, Avraham. Quienes mataron a Bernadotte fueron otros dirigentes de este grupo.
El Grupo Duro consideraba a Bernadotte un enemigo, un “agente británico”. Inventaron la historia de que había ayudado a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Tendieron una emboscada al motocarro de Bernadotte en el centro de Jerusalén y lo mataron junto con el observador de Naciones Unidas el coronel André Serot.
Dos de las personas que habían planeado el asesinato fueron detenidos por el gobierno de Ben Gurion.
No se les acusó de asesinato, sino de “terrorismo”.
Pocos meses después fueron perdonados y uno de ellos ocupó su escaño como miembro electo del [parlamento israelí] Knesset.
Hoy los nombres de los conspiradores han caído en el olvidado, excepto uno, Yitzhak Shamir. Shamir se había unido a los Combatientes por la Libertad de Israel en su fase pro-nazi y, según se dice, dirigió el asesinato del ministro residente para Oriente Próximo, Lord Moyne, en 1944.
Es un tanto confuso acerca de si tomó parte en el complot contra Bernadotte.
Afirma que un grupo local tuvo la idea y que él “no ofreció resistencia”. Una decisión crítica y en realidad él no participó. ¡Seguro que no!.
¿Que fue de Yitzhak Shamir?
Él no fue a parar al cubo de basura de la historia.
Tuvo un alto cargo en los servicios secretos israelíes y llegó a ser primer ministro israelí dos en dos ocasiones, 1983-1984 y 1986-1992.
Hasta el último momento fue un matón.
Cuando varios palestinos secuestraron un autobús con una falsa bomba y fueron capturados y golpeados hasta matarlos por las fuerzas de seguridad israelí, el comentario de Shamir fue, “los maltratamos un poco”.
Ahora perdido en su senilidad sigue vivo con 93 años en alguna residencia para ancianos.
No cabe la menor duda de que algún día habrá un sello israelí con su rostro, lo mismo que hubo uno en honor de Avraham Stern.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=72961
Enlace con el original: www.counterpunch.org/heller09172008.html