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Coca Cola y Pepsi invirtieron millones en silenciar estudios sobre el azúcar en sus bebidas


Un estudio publica la lista de asociaciones científicas, médicas, universidades y agencias del Gobierno a los que pagan los gigantes de los refrescos en EE.UU.
La industria del azúcar y los mayores productores de refrescos se encuentran en una situación similar a las tabaqueras hace décadas.

 El mundo sufre una epidemia de obesidad y el consumo de bebidas azucaradas es uno de las culpables comprobados.

 Cada lata de refresco convencional contiene 40 gramos de azúcar, bastante más de los 25 diarios considerados ideales por la Organización Mundial de Salud (OMS).

Ante el creciente consumo de estos refrescos, que llega al límite de la adicción en México, algunos países han creado impuestos contra estas bebidas y otros barajan incluir mensajes de alerta como los que ya salen en los paquetes de cigarrillos. 

La industria ha respondido con un presupuesto millonario para lavar su imagen, aunque el alcance de estas prácticas está mucho menos explorado que en el caso del tabaco.

Un nuevo estudio publicado este lunes en el American Journal of Preventive Medicine, la revista científica de la Asociación de Medicina Preventiva de EE.UU., detalla que dos de los principales fabricantes de bebidas azucaradas a nivel mundial, Coca-Cola y PepsiCo, financiaron en EE.UU. a 96 organizaciones que tienen un importante papel en la promoción de hábitos saludables y la lucha contra la obesidad o la diabetes, enfermedades potenciadas por el alto consumo de azúcares. 

El objetivo era limitar las críticas científicas a los refrescos y restar apoyos a las leyes que limitan su consumo, dice el estudio.

Entre los principales receptores de fondos en concepto de “esponsorización” están la Asociación de Diabetes de EE UU y la Fundación de Investigación de la Diabetes Juvenil, así como la Sociedad Americana de Cáncer. 

También se encuentra la mayor asociación de médicos del país, la AMA, la Cruz Roja, y el Centro de Control de Enfermedades, la principal agencia del Gobierno encargada de la protección de la salud y la promoción de hábitos sanos. 

“Nos hemos centrado solo en organizaciones que operan en EE.UU. a nivel de todo el país, así que el número de entidades que reciben fondos de estas dos empresas en todo el mundo debe ser mucho más alto, de cientos o incluso miles”, explica a Materia Daniel Aaron, investigador de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Boston y coautor del estudio. 

La investigación resalta el caso de la ONG Save the Children, que apoyaba los impuestos a los refrescos, pero que dejó de hacerlo en 2010 después de recibir más de cinco millones de dólares de Coca-Cola y PepsiCo en 2009. 

Entre 2011 y 2014, Coca-Cola gastó de media más de seis millones de dólares (unos cinco millones de euros) al año en este tipo de acciones. PepsiCo gastó tres millones y la Asociación de Bebidas de EE UU, un millón, según el estudio.

En el polo opuesto estarían la Academia de Dietética y Nutrición, la Academia de Pediatría de EE UU, y otras organizaciones, que en 2015 rechazaron seguir recibiendo este tipo de fondos de Coca-Cola.

 Los autores del trabajo consideran que el resto de las organizaciones relacionadas con la salud que están en la lista deberían hacer lo mismo.

Visto en : Codigo Oculto

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