A la alerta que hizo Aduanas de Perú siguió la incautación de 48 kilos de oro avaluados en casi $1.500 millones en el aeropuerto de Arica.
Pero eso es solo la hebra de un tráfico que se inicia en el Amazonas peruano, epicentro de la extracción ilegal del metal, y que incluye 10 cargamentos a Estados Unidos, otros siete a Dubai y a una corredora de bolsa bajo sospecha de blanquear varios miles de millones.
Su protagonista: un joven de solo 23 años, criado en una familia de joyeros y pastores evangélicos, quien tiene de cabeza a la Fiscalía, el SII y Aduanas.
El lunes 22 de agosto, Harold Elías Vilches Pizarro será formalizado por la Fiscalía Regional de Arica por contrabando impropio, comercio irregular, comercio clandestino y facilitación de documentos tributarios falsos.
No es la única investigación judicial que enfrenta.
Existen tres causas abiertas en contra de Vilches y su banda –entre los que se cuentan a su esposa y su suegro– y que forman parte de la misma trama. Se le sindica como el líder de un cartel dedicado al contrabando transfronterizo de altos volúmenes de oro.
La indagación de CIPER da cuenta de una sofisticada operativa de tráfico de oro a través de rutas que conectan deforestadas zonas del sudeste del Perú –uno de los epicentros de la extracción ilegal del metal en Sudamérica– con Santiago, y de redes comerciales que se extienden hasta Miami y Medio Oriente.
Aunque los delitos de los que se le acusa están en etapa probatoria, la biografía judicial de Vilches Pizarro sugiere la imagen de un experimentado miembro del crimen organizado.
Pero Vilches, que proviene de una familia de joyeros íntimamente ligada al mundo evangélico (es sobrino del conocido pastor Enrique Vilches, dueño de Joyas Barón), acaba de cumplir solo 23 años y aún no termina sus estudios de administración en la Universidad Mayor, según sus registros en redes sociales.
Harold Vilches Pizarro
No hay certeza sobre si la audiencia del 22 de agosto en Arica será presencial o por videoconferencia.
La vía remota es una opción probable: desde el 12 de agosto Vilches está con arresto domiciliario total en Santiago, luego de ser formalizado en una segunda causa por la Fiscalía de Alta Complejidad Occidente, por asociación ilícita, contrabando, declaración maliciosamente falsa y lavado de activos.
La tercera causa que pesa sobre Harold Vilches data del 30 de mayo: la Fiscalía Oriente le notificó que había iniciado una investigación en su contra por estafa y quedó con arraigo nacional.
En el entramado montado por el joven comerciante de oro aparece un actor clave: Luis Patricio Mella Pino, propietario de la corredora de bolsa Essex, quien también fue formalizado por el Ministerio Público por lavado de activos.
Mella habría blanqueado el dinero proveniente de la venta de parte del oro de contrabando a través de su corredora, para luego entregárselo a Vilches en billetes de US$100. Esos dineros correspondían a una venta hecha por Vilches a la empresa estadounidense NTR Metals (Northern Texas Refinery).
NTR Metals, con oficinas en Texas y Florida (Estados Unidos), forma parte de un grupo comercial vinculado al London Bullion Market, entidad que fija el precio del oro a nivel internacional.
Es una de las receptoras del metal extraído en Bolivia, Ecuador y en el Departamento de Madre de Dios en Perú, la misma zona de la que provendría el oro comercializado por Vilches.
Es el mismo estado de Florida, plaza financiera conocida por albergar dineros cuyo origen es difícil de rastrear y por la baja tributación que ofrece a empresas de fachada, donde Luis Mella Pino y Harold Vilches Pizarro también cuentan con sociedades a su nombre.
En Miami, Mella ha creado tres sociedades, una de las cuales –Essex Corredores de Bolsa LLC, registrada en diciembre de 2015, aún se mantiene activa. Vilches en tanto, creó en noviembre de 2014 Aurum Metals LLC, sociedad que luego de estar más de un año sin movimiento, fue reactivada en enero de 2016, mes en el que se registran los últimos envíos de oro a NTR Metals.
De los dineros recaudados por Harold Vilches en sus operaciones transnacionales, no hay rastro.
En Chile al menos no registra ni propiedades ni cuentas bancarias a su nombre.
En el allanamiento que realizó la policía en su domicilio solo se encontraron $116 millones en billetes de veinte mil.
En la vivienda había estacionado un vehículo BMW color gris de 2012, avaluado en $31 millones. Versiones recogidas por CIPER indican que el auto está registrado a nombre del abogado Ramón Ossa.Otras versiones indican que Vilches le habría comprado en 2014 al mismo abogado un terreno en Tunquén (Quinta Región) en $110 millones.
Antes de su detención, Vilches se desprendió de una casa en Chicureo, en el condominio Las Vendimias, la que había adquirido en 2013 por UF 25 mil (cerca de $580 millones) y también de un Audi A5 negro de 2011.
De lo que sí hay rastro es de las contundentes transacciones del hábil comerciante de oro. En 2014 una de las sociedades de Vilches –Inversiones Aurum Metals– se ubicó en el cuarto lugar del ranking de empresas protagonistas del comercio bilateral entre Chile y Emiratos Árabes Unidos con envíos de oro por más de US$10,1 millones.
LA RUTA DEL ORO SUCIO
Lingotes de oro incautados
A horas de que el vuelo 124 de la aerolínea Sky despegara de la losa del aeropuerto de Chacalluta (Arica), los chilenos Carlos Rivas Araya –suegro de Harold Vilches– y Javier Concha Montes fueron registrados por personal de Aduanas. Era el 14 de agosto de 2014 y la dupla transportaba en un bolso deportivo negro 15 lingotes de oro (48 kilos) avaluados en $1.454 millones.
Al ser requeridos sobre el origen del metal, dijeron que el oro provenía de compras realizadas a pirquineros de la región y mostraron una factura emitida un día antes.
En el documento aparece como vendedor la sociedad Comercializadora e Inversiones Alfa y Omega SpA y como comprador Inversiones Los Cipreses SpA. El problema es que ambas sociedades pertenecen a Vilches: Alfa y Omega fue constituida el 14 de mayo de 2013 con un capital de $3 millones e Inversiones Los Cipreses justo un año después con un capital de $10 millones. La factura exhibida por Rivas y Concha tampoco estaba timbrada por Impuestos Internos (SII), por lo que no pudieron acreditar la operación. El oro fue incautado.
Análisis posteriores encargados por la Fiscalía de Arica al DICTUC de la Universidad Católica, arrojaron que el oro contenido en el bolso que portaban Carlos Rivas y Javier Concha tenía un 98,9% de pureza.
Según datos proporcionados por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) a Aduanas, ningún pirquinero de la zona es capaz de producir esa cantidad de oro (48 kilos), menos con semejante nivel de pureza. Rivas y Concha registraban además ingresos al país desde Tacna por el paso Concordia (Complejo Fronterizo Chacalluta) el 2, el 8 y el 13 de agosto, en un vehículo conducido por el propio Javier Concha.
Las sospechas de los agentes de Aduanas se dirigieron hacia Perú, específicamente al Departamento de Madre de Dios, centro neurálgico de la extracción ilegal de oro, ubicado en plena Amazonía.
No era la primera vez que Vilches, Rivas y Concha utilizaban la ruta de Chacalluta. Solo días antes, el 24 de julio, habían logrado embarcar 19 kilos de oro avaluados en $300 millones, en un vuelo de LAN.
En la querella que presentó Aduanas en contra de los tres involucrados se señala:
“Se les indicó (a Rivas y Concha) que no podían embarcarla (la mercancía) dado que carecían de documentación para acreditar el origen del oro (…) aprovechándose de la hora de la madrugada y del gran número de pasajeros, hicieron caso omiso de la advertencia y le pasaron a un tercero (Vilches) dicha mercancía, el cual la embarcó”.
Los controles no habrían fallado solo en el aeropuerto. Vilches, Rivas y Concha registran otros dos ingresos desde Tacna a Arica, el 15 y 19 de julio de 2016, por la avanzada Chacalluta. El oro habría ingresado vía terrestre sin problemas.
La incautación de los 48 kilos de oro del 14 de agosto de 2014 –y por el cual sus tres protagonistas serán formalizados el próximo lunes– le valió a Vilches, Rivas y Concha una querella de Aduanas y otra del SII por delitos tributarios. Impuestos Internos estimó en más de $670 millones el perjuicio fiscal por la internación ilegal del metal a Chile.
EL ORIGEN DEL CONTRABANDO
Perú figura oficialmente como el quinto productor de oro del mundo con 171 toneladas en 2014, después de China, Australia, Rusia y Estados Unidos. Pero las dimensiones que ha adquirido la extracción ilegal en el Amazonas lo sitúan en el segundo lugar si se suman las 150 toneladas que se calcula provienen del crimen organizado, según ha publicado el medio peruano de investigación Ojo Público.
El negocio de la minería en Perú es uno de los más rentables. La investigación hecha por Convoca, otro de los medios de investigación de Perú, indica que solo doce empresas de la gran minería lograron generar cerca de US$57 mil millones de utilidades netas entre 2008 y 2014.
Meses antes de la incautación de los 48 kilos de oro en el aeropuerto de Chacalluta, la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT) de Perú alertó a su símil chileno sobre la posibilidad de que parte de un enorme contrabando de oro descubierto en el puerto de Callao pudiese ser internado a Chile.
En diciembre de 2013 la SUNAT había incautado 508 kilos de oro en las bodegas de la compañía Talma de Callao, los que se sospecha provienen de la extracción ilegal.
El metal, en barras de alta pureza y valorado en US$ 18 millones, estaba listo para ser exportado a Estados Unidos e Italia. Desde entonces están siendo investigadas una serie de empresas que formarían parte de un multimillonario circuito de lavado de dinero que comienza en el Amazonas peruano, continúa en refinerías de EE.UU., Suiza, Italia y el Medio Oriente, y se cierra en el mercado internacional de metales preciosos convertido en monedas y lingotes.
Las pistas que están siendo investigadas apuntan a que sociedades de Harold Vilches estarían conectadas con ese circuito transnacional de comercio ilícito. Personal de Aduanas señaló a CIPER que por la pureza del metal incautado a Vilches y a sus socios en agosto de 2014 en Arica, lo más probable es que el oro haya sido extraído precisamente en Madre de Dios o en zonas aledañas de Perú.
Los antecedentes recogidos por CIPER indican que la operación liderada por Vilches sería la cola de una trama mucho mayor de crimen organizado con ramificaciones internacionales. En ella se mezcla la minería ilegal, el narcotráfico y el lavado de dinero.
Hasta hoy Vilches y sus socios no han revelado dónde obtuvieron el oro y cuáles eran sus contactos e intermediarios en Perú.
DE SANTIAGO A DUBAI
El decomiso de agosto de 2014 en Chacalluta obligó a Harold Vilches Pizarro a buscar nuevas rutas de tráfico para sustentar su millonario negocio. Había premura.
El joven comerciante de oro debía responder a compromisos comerciales adquiridos en junio de 2014 con una empresa en Dubai: Fujairah Gold FZC. Con esa compañía había firmado -a través de su sociedad Aurum Metals- un jugoso contrato para la venta de 2.930 kilos de oro, el que sería entregado por parcialidades.
Para sustentar el respaldo de la operación, Vilches habría falseado documentos que mostraban a Aurum Metals como una empresa sólida capaz de proveer con las cantidades de oro demandadas por la empresa del Medio Oriente.
Vilches fue convincente. Los primeros envíos se realizaron en julio de 2014. El 15 y el 19 de ese mismo mes Vilches, Rivas y Concha registran ingresos desde Perú a Chile.
Pero a poco andar la situación cambió. En agosto de 2014, el decomiso en el aeropuerto de Arica de los 48 kilos de oro de alta pureza (y con valor cercano a los $1.500 millones) retrasó los envíos a Dubai. Vilches se habría excusado ante la compañía internacional señalando que a causa de un millonario robo ocurrido en el aeropuerto de Santiago ese mismo mes –caratulado por la prensa como el “Robo del Siglo”–, había quedado imposibilitado de enviar la mercancía. También hizo referencia a que había tenido problemas administrativos con Aduanas en Arica.
Vilches logró ganar un poco de tiempo, pero no cumplió con el contrato. En total, realizó siete embarques de oro a Dubai, completando menos de la mitad del volumen comprometido. Eso no fue todo. Al propietario de Aurum Metals se le acusa además de apropiarse de US$5,2 millones, a través del cobro fraudulento de garantías de respaldo emitidas por Fujairah Gold. Fue ese cobro ilícito el que originó en enero de 2015 una querella criminal en su contra por el delito consumado de estafa.
El 31 de mayo Harold Vilches fue formalizado por el Ministerio Público. El tribunal decretó arraigo nacional para el imputado y un plazo de 150 días de investigación. Según antecedentes recogidos por CIPER, los abogados de Vilches renunciaron hace unos días a su defensa.
NORTHERN TEXAS REFINERY
A fines de 2014, y con la relación comercial con Fujairah Gold prácticamente rota, Vilches puso sus fichas en Estados Unidos. En noviembre de 2014, constituyó en Miami la sociedad Aurum Metals LLC, con la intención aparente de utilizarla como base de operaciones para la venta de oro en ese país.
La estrategia dio resultados. Vilches cerró millonarios negocios con la gigante Northern Texas Refinery (NTR Metals), sociedad a la que durante los últimos meses de 2014 comenzó a hacerle envíos de oro que se habrían extendido hasta enero de 2016.
La gestión de NTR Metals en Sudamérica no ha estado exenta de polémica. En 2014 las autoridades peruanas incautaron cinco cargamentos de oro cuyo origen no se pudo confirmar, uno de cuyos destinatarios era esa compañía estadounidense.
NTR Metals es uno de los mayores conglomerados estadounidenses dedicado a la compra, venta, refinación y almacenamiento de oro, plata y otros minerales preciosos. Con sede en Texas y oficinas en Florida, en 2015 cambió su nombre a Elemetal, reuniendo bajo una misma razón social a siete subsidiarias: Elemetal Direct (comercializadora), Elemetal Refining (refinación de metales), Elemetal Capital (trader internacional), Elemetal Diamond (comercio de diamantes), Elemetal Vault (inversiones),
Elemetal Mint (producción de monedas y medallas), Elemetal Recycling (recicladora de metales de la industria electrónica) y Elemetal On Line. La división de Elemetal que negocia la compra de oro en Latinoamérica, con sede en Miami, mantuvo su nombre original (NTR).
La compañía tiene operaciones en Estados Unidos, Colombia, Perú, Hong Kong, Mongolia, Alemania, Holanda y Gran Bretaña, y entre sus productos destacan monedas de oro y balas de plata.
Elemetal es dirigida por Alan Stockmeister (presidente) y Bill LeRoy (gerente general). Los negocios en Latinoamérica están a cargo de Samer Barrage. Stockmeister recibió en 2015 el premio al “Republicano del Año”, que le fue entregado por Phil Bowman, integrante del Comité Central Estatal del Partido Republicano de Ohio.
NUEVA RUTA DESDE ARGENTINA
Complicada la ruta transfronteriza chileno-peruana por la incautación de 2014, una de las nuevas vías que encontró Vilches para internar el metal fue el Paso Los Libertadores.
A través de esa ruta dos “muleros” argentinos habrían internado oro suficiente para que Vilches materializara en el transcurso de un año y medio al menos diez despachos a NTR Metals en Estados Unidos.
La cuantía de los envíos realizados por Vilches haciendo uso de documentos tributarios falsos, se mantiene bajo reserva.
Lo concreto es que el inusitado volumen de oro exportado desde Chile durante 2015, y que tiene como protagonista principal a Harold Vilches, encendió las alertas en Aduanas, entidad que entregó los antecedentes a la Fiscalía de Alta Complejidad Occidente.
El 12 de agosto pasado, Harold Vilches Pizarro, su esposa Scarlett Rivas Cifuentes, su suegro Carlos Rivas Araya, Javier Concha Montes y Dagoberto Muñoz Paredes fueron formalizados por asociación ilícita, contrabando, declaración maliciosamente falsa y lavado de activos.
Según la acusación de Aduanas, el perjuicio fiscal ocasionado por las diez exportaciones de oro del clan liderado por Vilches ascendería a US$1,5 millones.
Según informó El Mercurio, Impuestos Internos también se querelló contra el empresario Dagoberto Muñoz Paredes, representante legal de Inversiones Kilates SpA, por proveer a Vilches de facturas ideológicamente falsas con el fin de acreditar la supuesta legitimidad del oro exportado.
A fines de febrero de este año y ya con la investigación de la Fiscalía en curso, Inversiones Kilates cambió de nombre y se transformó en V y V Investment.
LA CORREDORA ESSEX
Otro de los imputados en la causa por lavado de activos es el propietario de la corredora de bolsa Essex, Luis Patricio Mella Pino (47 años).
Mella habría sido pieza fundamental en la compleja operativa financiera montada por Vilches al poner a disposición su negocio como plataforma a través de la que se habría lavado el dinero obtenido por las millonarias ventas de oro a NTR Metals.
Mella Pino tiene empresas en Chile y en el exterior. La primera sociedad que constituyó en nuestro país es de 2002, Inversiones J C Tour Limitada, de la que también forma parte su esposa, Úrsula Acosta Reyes.
Entre 2004 y 2014 Mella registró nueve empresas más que participan de diferentes rubros: servicios automotrices, juegos electrónicos, inversiones familiares, una constructora y hasta una comercializadora de miel de abeja.
Una de esas sociedades es Inmobiliaria e Inversiones G&G, creada en 2004, la que entre sus actividades incluye “importar y exportar todo tipo de metales preciosos”.
El 18 de marzo de 2008 Mella expandió los horizontes de su negocio y creó dos sociedades en Florida (Estados Unidos), echando mano a nombres que ya había registrado en Chile:Inversiones JC Tour Ltda Inc. e Inmoviliaria G&G Inc. Ambas están hoy inactivas.
En la corredora de bolsa Essex S.A., constituida en 2008 en Chile, Mella posee el 89% de las acciones. El porcentaje restante se reparte entre su hermano, Juan José Mella (1%) y su socio en este y otros negocios, Eugenio Garay Rivera (10%).
Según los informes enviados por Essex a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) el patrimonio de la firma a diciembre de 2015 era de $235,5 millones.
A fines de 2015 Mella creó en Estados Unidos Essex Corredores de Bolsa LLC, de la que actualmente es gerente. Según la web de la corredora chilena, su modelo de negocios consiste en “acompañar a empresas importadoras y exportadoras (…) principalmente en órdenes de pago al exterior, liquidación de retornos de exportación e inversión en un activo refugio como son las monedas de oro del Banco Central de Chile”.
LA ESCUELA DE HAROLD VILCHES
Cuando Harold Vilches tenía solo un año, el negocio de joyas de su familia -que nació a fines de los ’80 con el nombre de Joyerías Barón en el centro de Santiago- se expandió.
Luego de una exitosa década, el tío del hoy comerciante de oro, Enrique Vilches Millar, ejecutó dos operaciones societarias.
La empresa original quedó en manos de su hermano Mario Vilches Millar, padre de Harold; y en paralelo creó la sociedad anónima Joyas Barón, a la que incorporó a su esposa y a sus dos hijos (Pamela y Enrique).
Aprovechando el boom de los grandes centros comerciales, la cadena liderada por Enrique Vilches creció explosivamente. Hoy cuenta con 19 locales, repartidos entre Santiago, La Serena, Viña del Mar y Concepción.
Enrique Vilches Millar también ha tenido gran figuración pública como pastor de la comunidad evangélica en Chile y también por sus problemas con la justicia.
En 1997, el diario El Mercurio informó que Vilches Millar abandonó la Iglesia Metodista Pentecostal tras acusar al obispo Javier Vásquez de enriquecimiento ilícito. Tras el quiebre, Vilches fundó laIglesia Metodista Pentecostal Universal.
Su hermano Mario no se quedó atrás. En 2002 el padre de Harold Vilches crearía la Iglesia Pentecostal de Nueva Vida en Cristo junto a su esposa y uno de sus hijos, Mario Vilches Pizarro. El hermano del hoy comerciante de oro siguió en el negocio familiar e instaló una joyería: Comercial MV Joyas Ltda.
La familia Vilches ha dejado su huella en el negocio de las joyas y también en tribunales. En 1998 la prensa informó que Enrique Vilches, el tío de Harold, fue detenido por detectives que rastreaban al financista de un contrabando de 17 barras de oro avaluadas entonces en $50 millones.
Enrique Vilches Millar, dueño de Joyas Baròn.
En 2002, el fundador de la Joyería Barón cayó a la cárcel de Capuchinos acusado de evadir impuestos de manera reiterada entre 1996 y 1999. En esa ocasión, su hermano Mario Vilches declaró a La Cuarta:
“Habiendo tantos chilenos que tienen problemas con el pago de sus impuestos no se explica por qué la prensa se preocupa solo de Enrique”.
El perjuicio fiscal no era menor: más de $608 millones de la época, según informó Emol en marzo de 2015, cuando la Corte Suprema ratificó la sentencia y lo condenó a devolver la mitad de lo defraudado y a cumplir cinco años de libertad vigilada.
Este año los problemas judiciales de la familia Vilches se acrecentaron.
En enero, Impuestos Internos volvió a querellarse contra Enrique Vilches por presuntos delitos tributarios cometidos entre 2007 y 2012. La Tercera informó que el SII calculó el perjuicio al Fisco en $9.846 millones.
Joyas Barón se situó en el epicentro del fraude ya que el SII identificó 296 facturas falsas por operaciones que jamás se realizaron y que fueron utilizadas para aumentar sus costos y disminuir su base imponible.
Ahora el acusado es Harold Vilches Pizarro, el joven de 23 años que se crió entre prédicas y joyas.
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