En el primer semestre de 2016 murieron o desaparecieron 2.901 migrantes en el mar Mediterráneo mientras trataban de llegar a costas europeas, indica un reporte oficial.
Un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) divulgado este martes, refiere que esa cifra significa un incremento del 37 por ciento en relación con igual período del año anterior, lo cual en criterio de expertos muestra que la crisis de refugiados en el denominado Viejo Continente se agrava.
La mayor parte de las muertes se registró en la ruta del Mediterráneo Central, por la que más de 70.000 personas trataron alcanzar desde la costa norte de África a varias islas del sur italiano, de las cuales 2.484 perecieron en el intento.
La investigación, realizada por el Centro de Análisis de Datos sobre la Migración Global (Gmdac), de la OIM evidenció sin embargo un descenso notable en las pérdidas de vidas humanas en la región del Mediterráneo Oriental, de Turquía a Grecia por el mar Egeo, con solo 376 casos.
A partir del acuerdo migratorio firmado a fines de marzo entre la Unión Europea y Turquía, para la devolución a ese país de los migrantes que desde allí llegasen a territorio griego, se logró una reducción del 98 por ciento en el empleo de esa ruta en relación con 2015, cuando 885.000 personas la emplearon.
En el primer semestre de 2016 solo 154.000 refugiados llegaron a Grecia desde las costas turcas, pero la mayoría en el primer trimestre del año, precisó Frank Laczko, director del Gmdac.
En el Mediterráneo Central los trayectos son más largos y peligrosos, en particular los que parten de Egipto, y es cada vez más frecuente que los contrabandistas sobrecarguen los barcos y envíen más de uno a la vez, lo cual complica las operaciones de rescate, agregó la fuente.
LibreRed | Prensa Latina