La votación celebrada este miércoles en el Senado brasileño ha decidido el destino político de la mandataria actual del país, Dilma Rousseff, que deberá abandonar el cargo.
De los 81 senadores presentes, 61 han votado a favor y 20 en contra (0 se abstuvo). En esta sesión especial se necesitaban 54 votos a favor del 'impeachment' para que este finalmente se concretara.
Se celebró la sesión del Senado de Brasil que tenía por objetivo poner el punto final en el caso de la presidenta destituida del país. 66 senadores habían expresado su deseo de pronunciar un discurso, que no podía durar más de 10 minutos.
El actual presidente interino, Michel Temer, deberá agotar su mandato, que finaliza en 2018.
Una votación separada ha decidido que Rousseff no será inhabilitada de cargos públicos durante los próximos 8 años como se pedía.
Por ahora, Rousseff también planea presentar dos apelaciones al Tribunal Supremo del país, y no se descarta la posibilidad de que recurra a los tribunales internacionales.
La jornada estuvo llena de momentos emotivos.
Después de la publicación de los resultados de la votación los partidarios del 'impeachment' empezaron a cantar el himno nacional y los defensores de Dilma Rousseff comenzaron a gritar consignas en su apoyo.
El debate duró más de 70 horas entre discursos de la acusación y la defensa. Durante este tiempo se han vivido escenas curiosas, como la de los llantos de la abogada Janaína Paschoal, una de las denunciantes de las irregularidades fiscales de Rousseff, que atribuyó a Dios el proceso de 'impeachment' y se disculpó ante Dilma por defender su destitución, asegurando que lo hacía "por el bien de las nietas" de la ya exmandataria.
La jefa de Estado fue suspendida de su cargo bajo el argumento de haber tergiversado el déficit fiscal del año 2014.
El caso se fundamenta en una resolución del Tribunal de Cuentas de Brasil, que no aprobó el presupuesto que el Ejecutivo presentó para ese ejercicio.
"Un día muy triste no solamente para Brasil"
"Es un día muy triste no solamente para Brasil, sino para toda América Latina", resume la decisión del Senado el periodista Pepe Escobar, que también predice graves consecuencias de esta votación histórica:
"Como va a pasar ahora es un mixto de incertidumbre que va a continuar, polarización total, paralización, ya que el país está paralizado durante dos años al menos…
La posibilidad de una guerra civil no declarada entre las fuerzas progresistas y las oligarquías brasileñas", concluyó.
"Las personas que van a coordinar la vida en Brasil a partir de ahora son todos los que están vinculados al mercado.
Quieren el control del Banco Central Brasileño. Están íntimamente coordinados con Wall Street y Washington", explicó también el analista.
"Lucho por mi pueblo y su bienestar"
El 29 de agosto la presidenta acudió al Senado para brindar testimonio en el marco del juicio político en su contra y durante casi una hora explicó y fundamentó por qué es ilegítimo este proceso, al mismo tiempo que consideró que, de concretarse el golpe de Estado, "se agravaría la crisis brasileña".
Sobre esa base consideró que las supuestas pruebas en su contra "son meros pretextos que tienen base en una frágil retórica jurídica".
Pretextos que buscan "hacer viable un golpe a la Constitución" que tendrá como resultado "la elección indirecta de un gobierno usurpador" que "no tiene mujeres en sus ministerios, cuando el pueblo eligió una mujer para comandar el país".
"Yo no estoy luchando por mi mandato, por vanidad o apego al poder como aquellos que no tienen carácter ni principios", dijo Rousseff, que agregó:
"Yo lucho por la democracia, la verdad y la justicia. Lucho por mi pueblo y su bienestar".