La llamada a la “continuidad” en pleno golpe en Turquía revela la conformidad de EE.UU. con el fallido derrocamiento de Erdogan, señala un reconocido analista ruso.
“Las recientes palabras de John Kerry, secretario de Estado estadounidense, al anunciar que Turquía debía propiciar las condiciones necesarias para el traspaso de poderes puede significar que Washington está de acuerdo con la llegada al poder de otra facción, y la ratifica”, ha declarado este domingo Konstantín Sívkov.
El viernes, habiendo anunciado mandos militares turcos la toma del poder por el Ejército, Kerry dijo esperar que hubiese “estabilidad, paz y continuidad”, en aparente consonancia con los llamados a la calma y la pasividad hechos de los golpistas.
En una conversación con el segundo canal de la televisión estatal rusa, Sívkov añadió que, al pronunciar esas palabras en vez de condenar sin fisuras lo que ocurría, Kerry estaba expresando de modo indirecto la aceptación por la Casa Blanca del traspaso de poder, respaldando así en realidad el golpe.
Por otra parte, el analista observó que la condena al golpe del designado por Ankara como su cerebro, Fethulá Gülen, se produjo sólo después de que el fracaso de la tentativa quedara ya claro.
“Además, la tendencia y la composición de los golpistas pone de relieve su querencia por una forma de gobierno occidental y no religiosa, siendo Estados Unidos su patrón”, observó igualmente.
En efecto, señaló, la mayoría de los militares que apoyaron el golpe se cuentan entre los simpatizantes de Mustafá Kamal Atatürk, que defienden el regreso de Turquía a un gobierno secular, además de que los sargentos y oficiales golpistas han sido instruidos en centros de entrenamiento estadounidenses.
Según las últimas cifras, en el golpe de Estado fallido de la noche del viernes en Turquía y la operación de respuesta perdieron la vida 260 personas, y otras 1500 resultaron heridas. Están detenidas, acusadas de participar en el intento de derrocamiento, unas 3000 personas.
La difusión de análisis que señalan una posible responsabilidad de Washington en el golpe fallido llevó el sábado al secretario de Estado norteamericano a hacer un desmentido oficial.
Publicado por Enrique Sierra Mendoza