Pablo Gonzalez

LA MUJER EN ISRAEL


Israel es un estado laico y muy polémico, pero en este caso nos vamos a centrar en las mujeres. 

Si bien, como decíamos, Israel es un estado laico con raíces Judías, abierto y moderno en el trato hacia la mujer, donde pueden estudiar y elegir libremente su sexualidad.

Israel es donde se celebran una de las mayores fiestas del Orgullo Gay, lo que incluye a mujeres lesbianas.

Lo cual nos deja muy claro que las mujeres están incorporadas a la vida pública y política e incluso en el ejército.

 Es uno de los pocos servicios militares obligatorios donde la mujer debe servir, aunque por un periodo de dos años frente a los tres años de los varones. 

Pero la situación en Israel tiene curiosidades anacrónicas como por ejemplo la inexistencia del matrimonio civil. En Israel únicamente se reconoce el matrimonio religioso en cualquiera de sus formas, Judía, Cristiana y Musulmana. 

El problema viene de las limitaciones del derecho de familia Judío estipulado en la Torah y en tradiciones orales, puestas por escrito en el Talmud y la Halajá y en las interpretaciones exegéticas. Esto se refiere a la imposibilidad de matrimonios religiosamente mixtos. 

Esto es una problemática desde el inicio del estado de Israel cuando David Ben Gurión atrajo hacia sí el apoyo de los Jaredíes, judíos ortodoxos minoritarios en aquella época, debido a eso la situación de "Judaicidad" de los judíos retornados y de los conversos depende de estos Rabinos lo cual genera un problema social ya que un ciudadano no reconocido por este grupo como tal, si bien puede tener la nacionalidad Israelí (con sus derechos y obligaciones) no podrá casarse debido a su situación en el limbo:

- Para casarse en Israel con una mujer Judía Israelí se debe ser judío reconocido por la rama Jaredí;

- Y se debe casar con una persona, también, judía reconocida por esta rama.

Lo cual obligará a la persona ya nacida dentro del judaísmo, si no está reconocida por los Jaredíes, a "reconvertirse" y a la otra parte si no pertenece a la religión pues a ingresar en la misma.

 Debido a eso el gobierno de Benjamín Netanyahu decidió hacer una reforma que hiciera más fácil la conversión al judaísmo por vía Jaredí y aunque facilitó el nuevo estatus sigue existiendo esa imposibilidad de matrimonios civiles para parejas mixtas o parejas de ateos.

 Por lo que Israel es la única democracia sin libertad plena de matrimonio.

Pero hablemos del divorcio, en Israel, si como vemos la cuestión del matrimonio es complicada y exige de requisitos religiosos, en el divorcio la situación es muy dura.

 Para que la mujer judía pueda divorciarse debe pedirle al marido un get, un documento de divorcio, y el marido puede negarse lo cual pone a la mujer en una situación de agunah, que en hebreo significa mujer "encadenada". 

Si bien el poder civil puede amonestar al marido a que otorgue el divorcio este puede negarse o hacer oídos sordos. 

En Israel viven miles de mujeres encadenadas a relaciones pasadas y en limbos religiosos relativos a su situación de casadas o divorciadas, si la mujer no es creyente o no practica su religión eso no impedirá, en la sociedad común Israelí, rehacer su vida (aunque no podrá casarse) pero si la mujer es religiosa y vive en un entorno creyente esta no podrá rehacer su vida, ni conocer, ni tener ningún tipo de relación con otro hombre hasta que su situación no se solucione. 

Muchas veces eso se usa por parte del marido como una forma de abuso o maltrato emocional que puede generar problemas de estrés y depresión. (Foto: llee_wu)

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