"Según las reglas convencionales, Donald Trump debería perder ante Hillary Clinton de manera aplastante" pero, si Dios las estuviera aplicando, el magnate no habría llegado tan lejos y "eso tiene que aterrorizar" a la precandidata demócrata, quien "sabe cómo actuar contra un republicano normal" pero, "por desgracia para ella, no está en el menú", escribe el editor jefe de 'National Review', Jonah Goldberg.
El auge de Trump
¿Cómo ganaría Trump? Como hizo en las primarias: "gracias a que vende una historia más entretenida", estima Goldberg, quien detalla que muchos votantes y casi toda la prensa ha quedado atrapada por el multimillonario del mismo modo que se obsesionaron con Obama en 2008.
"La gente solo quiere ver lo que sucede después", indica el columnista.
Por su parte, Clinton comenzó su campaña "creyendo que podría representar una nueva versión de la historia de Obama del mismo modo que la nueva película de 'Cazafantasmas': la misma trama, pero protagonizada por mujeres".
Sin embargo, no funciona así porque "la primera mujer presidente no entusiasma tanto como el primer presidente negro".
Tanto Hillary Clinton como Donald Trump "son ricos y moral y éticamente corruptos", pero la historia de la antigua secretaria de Estado resulta menos entretenida porque ella "es aburrida"; con lo cual, su mejor opción es decir a los votantes que, si eligen al republicano como presidente, la película de miedo sería "tan terrorífica" que nadie querrá verla, concluye Jonah Goldberg.