Toby López, estadounidense de 42 años, decidió llevar a cabo su propia investigación antiterrorista después de que un amigo suyo muriera en Afganistán y el Estado Islámico (EI) comenzara a ejecutar rehenes, periodistas estadounidenses incluidos.
Eventualmente, López empezó a creer y a intentar convencer a los agentes de la Oficina Federal de Investigación de EE.UU. (FBI) de que él era "la única esperanza realmente viable" para los rehenes, informa 'The New York Times'.
El tercer psicólogo, que a diferencia de los primeros dos leyó las conversaciones con los supuestos yihadistas, decidió que estaba competente
En un primer momento, López empezó a entablar contacto con presuntos terroristas en Twitter, y luego a comunicarse a través de Skype con varias personas, entre ellas una que se hizo pasar por uno de los líderes máximos del EI, Abu Omar al Shishani.
Lo más probable es que, en realidad, se tratara de impostores que buscaban engañar a López para recibir 'rescates' por rehenes, opinan expertos que hablaron con periodistas.
Todo este tiempo López intercambió cientos de correos electrónicos con el FBI, pidiendo que le ayudaran a liberar rehenes, mientras los agentes intentaban hacerle ver el engaño que sufría, mientras lo investigaban ante la posible amenaza que podía llegar a representar.
A fin de cuentas, el hombre se desesperó y escribió a un agente: "recuerda, lo que sea que te pase… te lo mereces".
En febrero de 2015 el FBI lo arrestó por "amenaza de lesión" y pasó los siguientes 14 meses siendo trasladado entre 5 diferentes unidades punitivas.
Se descartó el juicio porque dos psicólogos afirmaron que padecía graves problemas mentales, creyendo incluso que sus conversaciones con 'yihadistas' eran un delirio y no existían, y que era incompetente para ser juzgado.
El hombre fue liberado bajo fianza el pasado mes de marzo, después de que un tercer psicólogo, que a diferencia de los primeros dos leyó las conversaciones con los supuestos yihadisras, minuciosamente guardas por López para compartirlas con la FBI, llegara a la conclusión de que era competente.
Este viernes la fiscalía retiró los cargos contra López, que ahora estudia la posibilidad de emprender una acción legal en contra de agentes.