La modélica historia de un inmigrante chino que acabó convirtiéndose en orgullo de la Marina de EE.UU. se ha desmoronado tras las acusaciones de que Edward Lin espió para Pekín.
El capitán de corbeta de la Marina estadounidense Edward Chieh-Liang Lin ha sido acusado de espiar para China,informa el sitio web del Instituto Naval de Estados Unidos. Lin fue detenido hace ocho meses, pero su caso solo se hizo público después de una audiencia previa al juicio que tuvo lugar el pasado viernes.
Lin se encuentra asignado al Grupo de Patrulla y Reconocimiento, unidad marítima de Norfolk, Virginia, que proporciona inteligencia y protección antisubmarina, así como seguimiento y vigilancia mediante aviones P-8A Poseidon, aviones P-3 Orion y vehículos no tripulados MQ-4.
Los colegas de Lin le describen como un auténtico profesional. La historia de su vida representa un ejemplo emblemático para la Marina de EE.UU. Su camino hacia el rango de capitan de corbeta se inició con su llegada a EE.UU. junto a su familia cuando era un adolescente de 14 años.
Lin casi no sabía inglés, pero logró ingresar a la Escuela de Guerra Naval de EE.UU. y, posteriormente, terminar la carrera en el Centro de Energía Nuclear de la Armada norteamericana. Este hijo de inmigrantes de Taiwán se convirtió en capitán de corbeta en el portaaviones USS Dwight D. Eisenhower y servía en la base naval de Pearl Harbor.
Las fuentes abiertas no desvelan mucha información sobre los delitos que cometió el capitán, pero mencionan "el espionaje" y "un intento de espionaje". Además, el militar es acusado de ocultar sus viajes al extranjero y presentar información falsa sobre ellos.
Lin también habría violado el código ético de la Armada de EE.UU. al mantener relaciones sexuales con una prostituta en uno de sus viajes al extranjero, lo que infringe las reglas de la Marina. Mientras tanto, se supone que el caso de entrega de datos secretos a Pekín tuvo lugar durante un encuentro de Lin con su novia china.
Según los documentos presentados en el tribunal de Norfolk, Edward Lin pasó la información "con intención o motivo para creer que sería utilizada en beneficio de una nación extranjera". Mientras el Servicio de Investigación Criminal Naval y el FBI están investigando los detalles del caso, Lin permanece detenido en la base naval de Chesapeake, en Virginia.
El fantasma de 2001
Uno de los aviones a los que tuvo acceso el capitán Lin fue el P-3 Orion o EP-3, un avión espía de cuatro motores equipado con sofisticados sistemas de vigilancia electrónica. Uno de estos aviones de EE.UU. tuvo que aterrizar en la isla china de Hainan en abril del año 2001, tras ser interceptado por dos cazas chinos.
Las autoridades chinas retuvieron al avión espía y solo fue devuelto a EE.UU. dos meses después. Ese EP-3 estaba dotado con el equipamiento más novedoso de la época. Sin embargo, esta ventaja tecnológica de EE.UU. fue nivelada por los especialistas chinos que revisaron la nave.
Este suceso obligó al Pentágono a asignar más dinero para modernizar el equipo de este avión espía, ya renovado para el momento. Por este motivo, según la prensa norteamericana, la posibilidad de que el capitán Lin pudiera haber entregado a China los detalles de las últimas nuevas tecnologías instaladas en el P-3 Orion podría ser muy 'dolorosa' para las Fuerzas Armadas de EE.UU.