RÍO DE JANEIRO (Sputnik) — Desde el comienzo de las maniobras de la derecha brasileña contra el mandato de la presidenta Dilma Rousseff, las centrales sindicales de todo el país han alzado su voz para denunciar las fuertes conexiones entre los intereses comunes de las élites brasileñas y los Estados Unidos.
En declaraciones a Sputnik Nóvosti, el director de la Central Única de Trabajadores (CUT), Julio Turra, acusó a los Estados Unidos de participar indirectamente del golpe a la vez que resaltó la importancia de la votación del próximo domingo en la Cámara de los Diputados y anticipó la convocación de fuertes movilizaciones para el viernes presionar a los indecisos.
“No tengo ninguna duda de que se trata de un golpe y de que se utilizó la Operación Lava Jato para afectar a la reputación del Partido de los Trabajadores (PT). Se trata de una operación judicial policial que oculta los intereses de los grandes empresarios de Brasil”, sentenció Turra.
Al mismo tiempo, el sindicalista acusó a los Estados Unidos de participar indirectamente del golpe.
“El hecho de que el presidente de Estados Unidos dijese que confiaba en las instituciones brasileñas y al mismo tiempo dio su apoyo al presidente de Argentina, Mauricio Macri, hizo que las élites de Brasil se posicionasen a favor de un golpe”, explicó.
“No se trata de un golpe militar, se trata de un golpe blanco o golpe institucional como el que ocurrió en Paraguay y Honduras”, aclaró el Director ejecutivo de la CUT que no dudo en avisar de que el próximo viernes “habrán actos de paralización y bloqueo de autopistas y avenidas de todo Brasil”, una medida con la que espera “influir en los diputados indecisos”.
Respecto al día clave para la continuación del proceso, el próximo domingo 17 de abril, Turra argumentó que, “el resultado de la votación es imprevisible, nadie puede prever lo que va a ocurrir el domingo en la Cámara de los Diputados, la oposición y el PT están trabajando para conseguir los votos”.
Por último, el líder de la CUT analizó los posibles desenlaces: “pase lo que pase el próximo domingo el país se encontrará en medio de la inestabilidad política y económica. Si Rousseff se libra tendrá que renegociar y si sale derrotada, el vicepresidente Michael Temer tomará el mando y realizará reformas nada beneficiosas para los trabajadores”.
