Pablo Gonzalez

Las últimas batallas y lecciones de Stalin en el interior del partido y el Estado



«En enero de 1953, estalló a plena luz el caso del «complots de los médicos». El 13 de enero, apareció un artículo anónimo en «Pravda», que no había duda que fue escrito por el mismo Iósif Stalin.

En este artículo, fue subrayado el hecho de que aunque en la Unión Soviética las clases explotadoras hubieran sido liquidadas, no quedaban menos elementos hostiles animados por puntos de vista y moral burguesa. 

[En este magnífico artículo, el autor anónimo que Vicent Gouysse dice que seguramente fuera Stalin. Se ataca (1): la falta de vigilancia y autosatisfacción de los cuadros: 

«El camarada Stalin ha advertido numerosas veces que nuestros éxitos tienen asimismo su aspecto negativo, que engendran en muchos de nuestros militantes responsables un estado de ánimo de placidez y cándido optimismo. 

Entre nosotros encontramos aún bastantes despreocupados. Precisamente esta despreocupación de nuestras gentes constituye el terreno favorable para el sabotaje criminal. Las relaciones socialistas dominan completamente en la Unión Soviética. 

En la gran guerra patria el pueblo soviético ha obtenido una victoria sin par en la historia. En un plazo extraordinariamente corto, las graves consecuencias de la guerra han sido reparadas. En todos los sectores de la edificación económica y cultural, obtenemos éxitos.

 De estos hechos algunos sacan la conclusión de que el peligro del sabotaje, de la diversión, del espionaje se encuentra ya actualmente descartado: que los magnates del mundo capitalista pueden renunciar a sus intentos de realizar una actividad de zapa contra la Unión Soviética. 

Pero sólo oportunistas de derecha, gentes que se atienen al punto de vista antimarxista de la «extinción» de la lucha de clases, pueden pensar y razonar de esa manera. 

No comprenden o no pueden comprender que nuestros éxitos conducen, no a la extinción de la lucha, sino a su agravación, que cuanto más progresemos con éxito más aguda será la lucha de los enemigos del pueblo, condenados a perecer, abocados a la desesperación». («Pravda»; Espías y cobardes asesinos bajo la máscara de médicos y profesores, 13 de enero de 1953) 

Y (2): se golpeaba las mismas teorías de extinción de la lucha de clases tras la construcción económica del socialismo y la desaparición de las clases explotadas como clase: 

«Denunciando la teoría oportunista de la «extinción» de la lucha de clases a medida de nuestros éxitos, el camarada Stalin añadió: «No solamente es una teoría oportunista, sino también es una teoría peligrosa, pues ella adormece a nuestras gentes, las empuja hacía una trampa, mientras ofrece al enemigo de clase la posibilidad de recuperar sus fuerzas y luchar contra el poder soviético». 

(Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Sobre los defectos del trabajo del partido y sobre las medidas para liquidar a los elementos trotskistas y demás elementos de doble cara; Informe y discurso de clausura en el Pleno del Comité Central del Partido Comunista (bolchevique) de la Unión Soviética, 3 y 5 de marzo de 1937) 

En la Unión Soviética, las clases explotadoras fueron deshechas y eliminadas, pero aún subsisten vestigios de la ideología burguesa, vestigios de la psicología y de la moral de la propiedad privada; subsisten los partidarios de los puntos de vista y de la moral burguesa, personas que viven encubiertos en nuestro pueblo». («Pravda»; Espías y cobardes asesinos bajo la máscara de médicos y profesores, 13 de enero de 1953) 

Como vemos en este artículo de 1953 presuntamente de Stalin, se denuncian los mismos síntomas y teorías que Enver Hoxha denunciaría, y que harían suyo los elementos que desatarían la contrarrevolución a la muerte de Iósif Stalin - Anotación de Bitácora (M-L)]

A las semanas que le siguieron, aparecieron artículos que llamaban a los trabajadores a la vigilancia revolucionaria con el fin de desenmascarar los elementos nacionalistas y sionistas-burgueses. El 24 y 25 de enero aparecieron artículos que conmemoraban la memoria de Valerián Kúibyshev, asesinado en 1935, sólo un año después del también asesinato de Serguéi Kírov. 

La burguesía y sus aliados trotskistas y jruschovistas acusaron a Iósif Stalin de haber mandado matar a Serguéi Kírov con el fin de desembarazarse de un «rival». Viacheslav Mólotov en este caso demostró que estas acusaciones eran infundadas, para empezar, Serguéi Kírov no era un «rival» que pugnara por la dirección, y seguidamente, porque el propio Nikita Jruschov había ordenado una investigación cuyas conclusiones habían sido guardadas, al no obtener las conclusiones deseadas de la culpabilidad de Iósif Stalin, finalmente, ha de decirse, que para Stalin, el propio Serguéi Kírov era uno de los líderes más apreciados por él:


«Que Nikita Jruschov hubiera querido manchar el nombre de Stalin acusándolo de haber matado a Serguéi Kírov es una ignominia. Éramos amigos de Kírov. Tanto como puedo acordarme de por entonces, solamente a Andréi Zhdánov le manifestó una amistad tal». (Félix Tchouev; Conversaciones con Mólotov, 140 entrevistas con el brazo derecho de Stalin, Albin Michel, 1995)

Continuando con el caso del «complots de los médicos», en aquellos artículos del 24 y 25 de enero, se hacía un llamado a la población soviética para utilizar las elecciones de soviets locales para desenmascarar a los elementos hostiles. 

Durante enero-febrero de 1953, «Pravda» relata regularmente los resultados de esta lucha llevada en la Unión Soviética y en los países de democracia popular». (Vincent Gouysse; El socialimperialismo soviético: génesis y colapso, 2007)


Publicado por Odio de Clase

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