MEXICO – Defensores de inmigrantes, líderes religiosos y algunos políticos condenaron en Estados Unidos las redadas y deportaciones masivas de inmigrantes centramericanos, consignó hoy el diario La Jornada.
Su corresponsal en Washington, David Brook, apuntó que la agencia de inmIgración y aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) del Departamento de Seguridad Interior realizan desde el 2 de enero redadas masivas y repatriaciones obligatorias contra familias centroamericanas que huyeron de la pobreza y violencia de sus lugares de origen.
La American Bar Association (principal asociación nacional de abogados) condenó las medidas para deportar a madres y sus hijos en busca de refugio y llamó al gobierno de Barack Obama a poner un alto inmediato a estas persecuciones y a adherirse a los principios fundamentales de justicia y proceso debido.
La obispa Minerva Carcaño, de la Iglesia metodista de Los Ángeles, denunció que los agentes entran a las casas despertando a niños para llevárselos con sus madres a centros de detención.
En respuesta, informó, decenas de comunidades religiosas se organizan para ofrecer santuario a las víctimas.
Por su parte la reverenda Alison Harrington, pastora de la Iglesia presbiteriana Southside en Tucson, Arizona -pionera del movimiento de santuario para inmigrantes y refugiados en los años 80-, aseveró que una vez más el gobierno genera una pesadilla para familias inmigrantes en Estados Unidos.
Tania Unzueta, dirigente de la campaña Ni uno más (#Not1more), dijo en teleconferencia de prensa que el uso de redadas como táctica tiene el propósito de generar gran temor y ansiedad en las comunidades inmigrantes. Se emplea para maximizar el pánico, indicó.
A su vez Pablo Alvarado, director de la Red Nacional de Organización de Jornaleros, también denunció las medidas y las consideró tan negativas como las propuestas antimigrantes de candidatos republicanos.
La triste verdad es que las acciones del presidente Obama son más viles que las palabras de (Donald) Trump porque el magnate estigmatiza a la gente con lenguaje deshumanizante y el presidente Obama los deporta.
Varias agrupaciones, desde el Frente Indígena de Organizaciones Binacionales hasta la Georgia Latino Alliance for Human Rights y la Unión American de Libertades Civiles, entre otras coaliciones de defensores, se suman al coro que exige freno a estas acciones y documentan las violaciones.
La presidenta del caucus hispano del Congreso, la representante Linda Sánchez, declaró que la invasión de hogares para romper familias por la fuerza no debería ser un símbolo de Estados Unidos, y agregó que es una medida inhumana que sólo agrega al trauma de estas familias que huyen de la violencia y la opresión.
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