Ankara ha iniciado una campaña de propaganda antirrusa en los medios con el fin de intentar recuperar sus posiciones en el escenario mundial, tras los recientes eventos que dañaron su imagen.
No obstante, su retórica funciona sólo parcialmente, afirma el periódico ruso 'Vzglyad'.
El pasado miércoles, el primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, ha aacusó a Rusia de intentar realizar una limpieza étnica en el norte de Latakia (Siria), con el fin de desplazar a los turcomanos y la población suní —que no apoyan a Bashar al Assad— y garantizar la seguridad de las bases rusas en el país.
"Estas afirmaciones señalan el 'aislamiento de la realidad' que vive Turquía", comentó el jueves la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, y publicó el periódico 'Vzglyad'.
Falsa amenaza a Turquía
Por su parte, los medios de comunicación turcos comenzaron a alentar la rusofobia y a generar pánico entre la población por el despliegue de fuerzas rusas cerca de sus fronteras, cuando Moscú ha indicado que su intención es combatir el terrorismo del Estado Islámico.
De este modo, el diario turco 'Hurriyet Daily News' señaló el refuerzo de la presencia militar rusa en regiones cercanas a Turquía y puso algunos ejemplos, como el despliegue del submarino Rostov na Donú y del crucero Moskvá en el mar Mediterráneo y el armamento presente en la base aérea de Jmeimim (Siria).
Ataques personales
En ocasiones, los ataques propagandistas antirrusos de los medios de Turquía tienen un destinatario concreto. Recientemente, en las redes sociales turcas apareció la información sobre un supuesto atentado contra el líder de la república rusa de Chechenia, Ramzán Kadýrov.
El diario ruso especula con que el motivo de estas publicaciones podría ser su reacción tras el derribo del SU-24 ruso por parte de Turquía.
'Vzglyad' concluye que, a pesar de sus esfuerzos, Ankara no ha logrado avances importantes en su campaña antirrusa.