Arabia Saudita puede convertirse en una influencia desestabilizadora en el mundo árabe, afirma la agencia de Inteligencia extranjera del gobierno alemán (BND).
Según subrayan algunos medios, esta afirmación no deja de ser sorprendente si se tiene en cuenta que el país está considerado como un aliado de Occidente.
"La anterior cautela diplomática de los líderes de mayor edad dentro de la familia real está siendo reemplazada por una nueva política impulsiva de intervención", reza una nota de BND, citada por 'Die Welt', en referencia a la participación del reino en los conflictos de Siria, Líbano, Baréin, Irak y Yemen.
El hecho de que Arabia Saudita esté tratando de posicionarse como el líder del mundo árabe puede provocar inestabilidad en la región, según la agencia.
Según BND, el nuevo ministro de Defensa de Arabia Saudita el principe heredero, segundo en la línea sucesoria, Mohammed bin Salman, podría poner en peligro las relaciones del reino con los aliados regionales al tratar de cimentar su posición en la sucesión real, escribe ABC News citando a la nota de BND.
La concentración de tanto poder en manos del príncipe Mohammed "conlleva el riesgo latente de que al tratar de establecerse a sí mismo en la línea de sucesión durante la vida de su padre, pueda atraer la ira de otros miembros de la familia real y de la población con medidas o reformas caras, y también tensar las relaciones con los países amigos y aliados en la región", afirma la agencia de Inteligencia alemana.
Se cree que el príncipe Mohammed ha desempeñado un papel clave en la decisión de Arabia Saudita de intervenir en la guerra civil en Yemen a principios de este año, recuerda 'The Telegraph'.
El periódico hace notar que se trata de "una evalución inusual" de BND debido a que este país de Oriente Medio es considerado un aliado de Occidente.