María Pardina, conocida como Marusia
María Pardina, era el nombre de esta heroína antifascista que contribuyó con su heroísmo a derrotar a los nazis en territorio soviético, aunque era conocida con el cariñoso apodo de "Marusia".
Entre los combatientes españoles más heroicos y destacados de la Segunda Guerra Mundial, podría figurar perfectamente su nombre, aunque en su España natal no goce del más mínimo reconocimiento.
María nació y creció en la madrileña calle de Francos Rodríguez, en donde en 1936 se situaba el cuartel del Quinto Regimiento, el ejército voluntario del Partido Comunista de España.
Desde su casa veía camiones y camiones cargados de milicianos que participaban en la defensa de Madrid frente al fascismo. Siendo menor de edad colabora en la batalla atendiendo a los heridos republicanos.
Tuvo que exiliarse en la Unión Soviética como tantos otros españoles, huyendo de la represión o del hambre. Allí en 1941, la vida la obligó de nuevo a tener que enfrentarse al fascismo y la guerra de nuevo, y como hizo en España, no eludió su responsabilidad con la historia.
Se incorporó al Tercer Regimiento de voluntarios de Leningrado la misma semana que la bota hitleriana pisó suelo soviético.
El Leninskaya Pravda narraba su hazaña.
Tuvo que insistir duramente para que la admitieran en las filas del Ejército hasta que convenció a los responsables.
Ella lo que quería era pegar tiros pero tuvo que resignarse con ser enfermera.
La convencieron de que en la guerrano sólo era necesario aniquilar al enemigo, sino salvar el mayor número de posible de combatientes propios.
María disputaría a las balas, a la muerte, todas las vidas que pudiera de sus hermanos soviéticos.
La orden en Leningrado era clara: Resistir hasta la última gota de sangre.
En lo más encarnizado del combate se la veía arrastrarse por el campo, buscando cuerpos heridos.
A veces, los atendía allí mismo, en plena batalla, dada la imposibilidad de los camilleros para asistir.
Otras veces, arrastraba a los heridos entre las balas de forma temeraria, hasta algún sitio en donde pudiera hacer la primera cura.
Podía sacar hasta dos hombres a la vez comentaban los soldados del Ejército Rojo.
En una ocasión, varios soldados quedaron heridos en una zona que estaba siendo intensamente batida por la metralla alemana.
El comandante trató de disuadir a María de asistir a la zona, porque suponía un suicidio y era improbable que quedaran soldados vivos.
María convenció a un teniente y a varios más y desoyendo las recomendaciones, marchó arrastrándose por el suelo entre los disparos.
El Teniente cayó, así como varios más.
Al sacar al segundo herido, otro murmuraba "Marusia vuelve, tu no nos abandonarás".
Y así fue, la madrileña fue y volvió del campo de batalla innumerables veces salvando la vida a 15 soldados en un sólo día. Por esta muestra de valentía le fue otorgada la Orden de la Bandera Roja.
Era frecuente escuchar a los soldados hablar de ella, y la tranquilidad que daba tenerla cerca: Con nuestra Marusia te sientes más seguro, sabes que si te hieren no te dejarán abandonado.
María era el orgullo entre la comunidad española residente en la URSS.En invierno, Leningrado estaba rodeada de hielo y muerte.
El 3º Regimiento se batía en las puertas de la ciudad de las 3 revoluciones. Una noche, después de infinitos ataques y contraataques el Regimiento quedó deshecho. Al amanecer se reagrupaban las fuerzas y se contaban las bajas.
Alguien preguntó ¿Dónde está Marusia? No se la ve por ninguna parte, es imposible que aún esté rescatando heridos. Nadie sabía nada de ella desde el último combate y todos se pusieron a buscarla.
A pesar de que la búsqueda se hacía cada vez más inútil, el Comandante ordenó continuar la búsqueda una y otra vez.
Nunca más se tuvo noticia de ella. Su nombre aún resuena en las historias de la guerra de Leningrado. Desapareció para siempre haciendo lo que mejor sabía hacer: Salvar vidas. Aquella madrileña de infinita valentía se llamaba María Pardina, aunque los soldados y todo el mundo la llamaba Marusia.
La valiosísima información que aparece en el artículo, ha sido extraída de "Heroísmo español en Rusia" de Roque Serna Martínez.
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