Pablo Gonzalez

Los culpables de la matanza de París son muchos más que ocho


Dicen que los ocho terroristas que anoche se inmolaron o fueron abatidos por la policía francesa en París, gritaban "Esto es por lo que estáis haciendo en Siria”. 

Pero ¿qué Siria? 

¿La de Assad o la de la agresión terrorista que sufre ese país, y que está apoyada por Occidente que financia y arma al Estado Islámico? 

Todo apunta a que los asesinos eran terroristas “internos" los llamados “lobos solitarios” (en este caso, pequeña manada), es decir, ciudadanos franceses sin conexión jerárquica con nadie por mucho que nos salga el Estado Islámico hoy o mañana reclamando la autoría de lo sucedido y ni siquiera eso porque ya el fantoche Hollande lo está acusando con lo cual se acusa así mismo. 

Los ocho de anoche era gente excluida socialmente por su origen, clase social y sin ninguna perspectiva de futuro. Con ello no estoy justificándolos ni a ellos ni a otros que estén por venir. 

Ni mucho menos.

Lo que resulta evidente es que a causa de sus condiciones de vida eran fáciles de radicalizar y mucho más cuando han estado viendo las mentiras y despropósitos que vierten los medios de “información” sobre Siria, llegando a creer que sí, que lo que allí ocurre es una "revolución"; por tanto decidieron hacerse guerreros por su cuenta, vinculándose "moralmente" con aquellos a los que consideran héroes en Siria los cuales ¡paradoja macabra! son apoyados por las potencias occidentales. 

Y en este maremágnum de hipótesis y confusiones llegamos a una conclusión. 

Los únicos que están combatiendo de verdad en estos momentos al terrorismo, del corte que sea, tienen nombres y apellidos: se llaman Bachard Al Assad y Vladimir Vladimirovich Putin. 

Los demás están haciendo teatro, engañando a medio mundo. Estos forman parte del imperialismo moribundo a causa de la crisis final capitalista que vaticinara hace tantos años don Carlos Marx, y que intenta prolongar su agonía realizando guerras directas o guerras sucias, mediante mercenarios bien pagados, en todo el planeta.

Los culpables de la matanza de ayer en París son muchos, muchos más que ocho. 

Esos otros, de los que nadie habla, son, parafraseando a Fidel Castro, los que dejaron salir al genio de la botella. 

A ver quién es el guapo que lo mete de nuevo adentro.

Nuestras condolencias al pueblo francés, víctima como lo fue el español el 11-M, de las políticas criminales de sus oligarquías.



Publicado por JM Álvarez

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